Sueños.

Vamos al muelle

Seguro para muchos las pesadillas son algo horrible, algo que solo sucede una vez a la semana, o al mes, no importa el intervalo de tiempo solo sabes que en algún punto de tu vida han pasado por tu subconsciente y todos coincidimos en que son una mierda.

Era el último día antes de las vacaciones, ese año iba a graduarme y precisamente tenía un examen importante al cual no podía por ningún motivo faltar, salí de mi casa con mi uniforme, mi mochila y un par de cosas para mi examen.
Caminaba con tranquilidad al colegio que estaba particularmente cerca, cuando un hombre mayor que yo me detuvo con su auto y me obligó a entrar en el.

...

– Que diablos quieres?déjame ir, no quiero volver a verte. -dije enojada tratando de escapar de auto que ya estaba en marcha hacia un muelle lejano.

– Aprecio tu honestidad preciosa pero no puedo dejarte ir, tu te irás conmigo. -respondio el chico Moreno sin voltearse a verme o algún rastro de emoción en su estúpida cara.

– Irme contigo, A donde?! -le grite con exasperación al verme atrapada

– Me voy a la Marina... y quiero que vengas conmigo.- con tranquilidad estacionó el auto en el muelle para seguir hablando.

– Qué te hace pensar que quiero ir contigo? Que te hace pensar siquiera que quiero estar en un maldito auto contigo?! Tu me violaste por el amor de Dios, quiero verte muerto, no estar contigo!- más que alterada trataba de abrir la puerta de mi lado del auto que desapareció a los pocos intentos, ya no podía respirar.

– Se que no quieres estar conmigo, pero yo te hice mía y ahora estarás conmigo para siempre, en vida y en muerte...- un aire aterrador salía de esta última frase, el Moreno solo sonrió de lado lo cual solo causó más miedo.

– Ha... h-hahaha que dices, por favor déjame salir, tengo un examen importante, voy a graduarme, necesito salir, déjame salir! -nerviosa y asustada trate de romper el vidrio del auto sin mucho éxito, el Moreno río burlesco a mi intento de escapar.

....

El auto se encendió, el chico que manejaba el auto retrocedió dándome una falsa esperanza de poder volver a casa...
Acelero hacia el agua con todo lo que podía con ambos adentro, caímos al agua, llegamos al fondo y los vidrios se rompieron por la presión del agua, el auto se llenó en segundos de sucia y salada agua de mar, yo intenté escapar pero el cinturón me mantenía prisionera mientras el chico Moreno lograba salir sin ningún problema...

Me ahogue en cuestión de segundos...