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Marinette se encontraba frente a Adrien, su cara demostraba lo dolida que se encontraba frente a las palabras del rubio

-Entonces me has mentido todo este tiempo- la forma en que lo dijo hizo que el rubio replanteara su situación, jamás le gusto ver llorar a su compañera y menos si las lágrimas que derramaba era debido a él, pero lo estaban obligando. La azabache que se hacía llamar su novia había usado a su padre para llegar a él, y él, como siempre, no tenía opción más que obedecer aunque eso signifique ganarse el odio de la chica frente a él

-Me conoces Marinette- dijo acercándose a ella tratando de acercar su mano a la mejilla de la chica, pero esta retrocedió- nos divertimos pero...no voy a dejar a Kagami por ti

-Me dijiste que lo que tenías con ella no era nada- le reprocho recordando sus propias palabras, el rubio solo lamento haber intentado algo con su compañera. Subestimo a la japonesa y ahora Marinette era quien estaba saliendo lastimada, pero debía hacerlo…¿Debía?, ese pensamiento lo desestabilizó por un momento, fue como si alguien más lo hubiera planteado en su mente, ignorando completamente que esa escena estaba siendo presenciada en primera persona por Adrien, otro Adrien quien se encontraba desconcertado ante lo que veía, y lo que escuchaba dentro de su propia mente…¿Desde cuando mi novia es Kagami? ¿tengo una relación con Marinette?¿Porque estoy terminando con ella?, aquellas preguntas se hacía mientras se escuchaba hablar a sí mismo, diciendo todo lo contrario a lo que sentía, sintió el dolor en el pecho mientras él mismo seguía hablando con su compañera, aunque parecía que no lo era del todo, veía la cara de la ojiazul llenándose de lágrimas, ante cada mentira que salía de sus labios, y Adrien no entendía porque no tenía el control de su propio cuerpo, quería dejar de hablar y decirle que todo era mentira, que en realidad la ama...espera ¿lo hago?, Adrien sabía que de alguna extraña manera la quería, pero sentía que ese sentimiento aumentaba en aquella situación, sentía que ese sentimiento era mucho más potente que un querer...La amo, se dijo a sí mismo para luego tratar de tomar el control de su propio cuerpo y parar con el discurso que estaba dándole a la azabache de como jamás la quiso, la había utilizado y un montón de mentiras que jamás le diría, jamás, ni siquiera si fuera la gruñí…¿Gruñí?, ella no es la Gruñí, ella es Marinette, se dijo a sí mismo notando que la chica que estaba frente a él no era su compañera, aquella que lo evitaba, y contestaba de forma cortante, aquella que parecía odiarlo, no, la chica que estaba escuchando todo aquello que no quería decir era la chica con la cual soñaba todas las noches, aquella chica tierna que era su amiga y lloraba por Luka…¿En que momento paso de llorar por Luka a hacerlo por mi?, estaba seguro que estaba en un sueño, pero esto difiere bastante a lo que soñaba normalmente, además de que jamás había sentido ser dos personas diferentes en un mismo cuerpo, sin tener el control de nada.

- Te odio Agreste- Marinette grito abofeteando al chico- eres un idiota, desearia jamas haberte conocido- aquello golpeó fuertemente a Adrien, le dolió escuchar aquello porque para él lo mejor que le había pasado fue conocer a Marinette, pero como siempre, el mismo lo arruino

- Se que me odias, pero de esta manera será más fácil aceptar esto- dijo tratando de seguir con la faceta fría que había adoptado, tenía tantas ganas de abrazarla y decirle que todo era una mentira, pero no podía…¡¿porque no!? algo en su mente le gritó, pero lo ignoró

-Sabes que- Marinette dijo intentando de mantenerse calmada- diviértete con tu novia- se dirigió a  su habitación siendo seguida por Adrien ante tan repentino cambio de actitud, notando como la chica sacaba una maleta

-¿Qué haces?- preguntó acercándose y deteniendo sus movimientos

-¿Que crees?, dile a Kagami que se puede mudar cuando yo me…

En tus sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora