Ephemeral // Billy Hargrove

13

De repente comence a escuchar algo así que como un sexto sentido mire hacia el transparente techo del centro comercial atentamente. Corrimos quitandonos de debajo de este para estar más seguro. Sin previo aviso el Azotamentes cayó entrando justo donde nos encontrábamos antes.

Rápidamente nos escondimos como pudimos. Nos separamos sin quererlo en dos grupos.
Mike levantó un poco la cabeza pasea asegurar el perímetro.

–Se alejo. Si subimos ahora, lo logramos.

–No con Ce así.

–Debemos intentarlo.

–Si nos quedamos quietos acabaremos muertos chicos.

–Hay otra forma de salir. –Once agarró a Mike y todos le miramos. – Por Gap.

Mike volvió a asomarse y asintió.

–Esta bien. Ahora.

Nos levantamos y corrimos rápidamente hacia esa tienda con la mala suerte que por el camino caímos algunas cosas y este nos escucho. Uno de sus tentáculos agarró un maniquí que iba igual vestido que Ce y nos libramos por lo pos gracias a aquello.
Siguió rebuscando con su tentáculo. Cuando estaba casi por pillarnos le lanzaron que hizo que rápidamente cambiará su rumbo.

Conseguimos salir al exterior pero la situación de fuera. El coche de Billy estaba ardiendo y el amarillo en el que los otros se habían ido estaba destrozado. Cuando vimos a Billy volvimos a meternos por donde habíamos venido huyendo de él. Max se atraso para poder cerrar la berja automática.

Las luces parpadeante de los pasillos hacían que me mareara así que Max volvió a agarrar a Once mientras no parábamos de correr por este. Giramos a la derecha para intentar abrir una puerta aunque Máx se separó de nosotros para vigilar.

–Billy. Billy. Te llamas Billy Hargrove. Vives en Charry Land 4819. Billy, por favor, soy Max, tu...

No llego a terminar la frase pues Billy le Soltó un guantazo que la mando a la otra esquina. Mike corrió hacia el pero este fue lanzado rápidamente por los aires. Sin saber que hacer me pare frente a Ce haciendo de intermediaria.

–Billy, por favor...

Billy me miro a los ojos. Las lágrimas no paraban de caer por mis mejillas. Cerré los ojos cuando este levantó la mano tenía miedo. Colocó su mano sobre mí mejilla y lenta y cuidadosamente me aparto. Fui yo sola la que tropecé con mis propios pies cayendo. Le dio unos cuantos golpes a Ce y la cargo sobre sus hombros llevándosela. A los minutos que. Me recompuse de mi tonta pero a fin de cuentas caída corrí por donde se había ido. Al llegar vi como la dejaba sobre el suelo y le susurraba algo. De repente fuegos artificiales comenzaron a caer de las plantas superiores del centro comercial. Levante mi vista observando a los demás atacar al Azotamentes con los fuegos que habíamos robado en la tienda. Por cada golpe que recibía Billy se retorcía, estaban conectados a fin de cuentas así que el sentía todo. Intenté moverme pero mi cuerpo estaba paralizado. No sabía que me pasaba, tenía miedo de volver a perder a la persona que amaba.
Todo pasaba muy rápido, la luz de los fuegos molestaba a mi vista. Observe a Summer agarrada de la mano de Steve lanzando fuegos y sonreí. Sonreí porque al fin sabía que iban a ser felices.

No se en qué momento pero Once se escapó y Billy la agarró volviéndolo a dejar donde estaba. Mi cuerpo reaccionó y fui con el. Agarre su mano haciendo que me mirase.

–Vuelve conmigo Hargrove. –Coloque ambas manos sobre su cara y lo bese. Colocó sus manos sobre las mías e intensificó aquel beso. – No me dejes.

Los fuegos artificiales pararon y un grito desgarrador salió del Azotamentes. Billy me volvió a besar y corrió hacia este.
Me quedé parada observando como devoraba las manos del rubio mientras este intentaba frenarlo. Uno de sus tentáculos fue hacia su lado izquierdo clavandose en su cuerpo y lo mismo con su lado derecho. Mis gritos de agonía estaban dejándome sin voz. Los tentáculos no paraban de agarrar el cuerpo de Billy el cual apenas se movía ya. Un último tentáculo atravesó el pecho del californiano y luego lo dejó caer sobre el suelo.

–¡Billy!

Corrí hacia el y me agaché. Intenté tapar las heridas con la camiseta que acaba de quitarme. Las lágrimas caían por mi cara hasta llegar a la suya. Una sonrisa se colocó sobre sus labios y yo le sonreí. Las lágrimas salieron de los ojos azules que alguna vez me miraron con más vida que nadie.

–Los chicos no lloran, princesa.

–No digas eso. La última vez que dije eso fue una despedida. Esto no va a ser una despedida. –Apoye mi cabeza sobre el escuchando como los latidos de su corazón iban cada vez más lentos. – No me dejes Hargrove. No lo hagas por favor, te quiero.

–Te amo princesa.

Una última lagrima cayó por el ojo de Billy antes de que ambos se cerraran. Le di un beso, no tenía su sabor a tabaco. Sabía a sangre y salado. Era el beso con mayor sabor a despedida y tristeza que jamás había tenido.

Me deje caer hacia atrás. Max se acerco a su hermano y le grito que se levantará pero ya no estaba. Ce la acogió entre sus brazos.

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Las luces de las ambulancias y los periódicos era lo único que mi vista conseguía enfocar. Sabía que estaba sentada en una de las ambulancias porque había notado como me arrastraban hasta ella y me curaban a la vez que me daban una manta.

A lo lejos escuche como gritaban mi nombre pero seguía ida. Había perdido por segunda vez a la persona que amaba.

–Liah...

–Merliah.

Summer y Steve habían llegado donde estaba sentada. Sin saber como empecé a llorar y rápidamente ambos corrieron a abrazarme.

–El no esta... Se ha ido para siempre... No va a volver.

TRES MESES DESPUÉS.

–

¿Como os ha ido?

Summer miró a Steve y a Robin los cuales acababan de llegar de una entrevista de trabajo.

–¿Cómo crees? Bien, no ves que tu novio es el rey Steve. –Steve le dio un rápido beso en los labios a Summer.

Arrastre mi maleta hasta el maletero y lo guarde.

–¿Estaréis bien sin mi chicas?

–Sabemos cuidarnos solas.

–No lo niego Liah pero que sepáis que igualmente me tenéis allí el año que viene.

El ruido de unas bicis se hicieron presentes en el lugar.

–¿Llegamos a tiempo o mi hermana ya se ha ido?

Todo el mundo estaba allí pasa despedirnos a Summer y a mi. Bueno, todo el mundo no. Ni Joyce, ni Jonathan, ni Will, ni Once. Acaban de irse pues se mudaban y claro... Hopper y Billy estaban muertos...

Después de muchos besos y muchas despedidas nos montamos en el coche. Antes de arrancar Max me dio una caja de zapatos.

–Yo también le extraño.

–Se muy fuerte Max.

Le dedique una última sonrisa antes de que mi amiga arrancará el coche. Mientras salíamos de Hawkins abri la caja observando que eran todas mis fotos con Billy. No pude evitar llorar pues demasiados recuerdos vinieron.
Summer colocó su mano sobre mi muslo y me sonrió.

–Ahora tienes dos ángeles de la guardia. Espero que el y Matt no discutan demasiado.

FIN