ιиνιѕιвℓє ѕтяιиg ↳тαєgι*ೃ

˗ˏmágico➶

𝔗𝔦𝔢𝔪𝔭𝔬, 𝔮𝔲𝔢 𝔪𝔞𝔤𝔦𝔠𝔬 𝔱𝔦𝔢𝔪𝔭𝔬

ℭ𝔬𝔯𝔱á𝔫𝔡𝔬𝔪𝔢 𝔶 𝔡𝔢𝔰𝔭𝔲𝔢𝔰 𝔰𝔞𝔫𝔞𝔫𝔡𝔬𝔪𝔢

ℌ𝔲𝔟𝔬 𝔭𝔦𝔰𝔱𝔞𝔰 𝔮𝔲𝔢 𝔫𝔬 𝔳𝔦?

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Sus labios chocaban con los míos en una danza un poco torpe, sus manos se escabullían por debajo de mi pijama mientras yo me aferraba a su cuello como si fuera el ultimo trozo de tierra en el mar.

Una pieza de jazz sonaba al fondo y servía de instrumental para los gemidos que nacían de su garganta.

Giré mi cabeza para darle mejor acceso y sus pestañas hicieron cosquillas en mis ojos. Abrí los ojos un poco para entender lo que hacíamos.

— Tae, el trabajo. ¿Qué hora es?

Soltó una risa mientras me levantaba de su regazo y alzaba su muñeca.

— Llame a Namjoon y dígale que hay una exclusiva en nuestra casa. — susurro en mi oído acariciando mi erección.

— ¿Quieres hacerme perder el trabajo?

— En suiza pagan mejor.

— Eres todo un caso. — puse mis ojos en blanco dejando mis pies descalzos en la alfombra. — voy a preparar el desayuno... báñate o no te dejo en el estudio.

— Eso se llama chantaje, Yoon, quedémonos en la cama todo el día.

Había un ruego en sus ojos aún hinchados por el sueño.

— No podremos ir a Alemania para el otoño si no trabajamos...

— Debí salir con el anciano rico de la disquera pasada, heredar toda esa fortuna. — su voz salió más gruesa mientras soltaba una carcajada de repente.

Seguro viendo mi expresión de reproche.

Los pensamientos de Taehyung en las mañanas eran toda una obra de arte, de ahí nacían las letras que cantaba. No sonaba en la radio y mucho menos salía en televisión... pero era un artista lleno de magia. Sus expresiones, sus manos sobre cualquier instrumento, la sonrisa a sus fans y esas fotos de revista.

Incluso con su cabello largo y despeinado me quitaba el aliento en los desayunos.

— Tae, ¿cuánto me pagarás por ser tu musa?

— Usted tiene poca experiencia en eso.

Yo alcé mi ceja con la tostada en la boca.

— Salí con muchas personas antes...

— ¿En serio? — mordió su labio un poco nervioso, dejando su tenedor de lado. — parece que quiere iniciar una competencia, no tengo mucha experiencia en el amor, pero mi ex pilotea naves de guerra.

— Es un imbécil, no hablemos de él.

Rio un poco dejando una caricia en mis labios sucios de mermelada.

Su ex era genial, joder, el día del lanzamiento del álbum casi pensé que era un matón. Todavía hablaba con Taehyung aunque este no le siguiera la corriente... era un maldito oportunista que esperaba cualquier descuido para volver a insinuarse.

Pero, aunque ambos vivíamos en un humilde apartamento de vecindario promedio, nos amábamos mucho.

Mas allá de las miradas de los demás o nuestras propias expectativas.