👑Capítulo 3: 結婚式🗡️

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Los días pasaban y a Sora le tomó un tiempo en acostumbrarse a la presencia de ambas mujeres, ya que desde que ellas se instalaron en el Palacio los días son más intranquilos de lo que normalmente suelen ser.

Él se había tomado la molestia de mostrarle personalmente todo el Castillo a la princesa; su jardin trasero, pasillos, comedor, salones, habitaciones, lugar de entrenamiento (absolutamente todo, hasta el último rincón). Así como presentarle a todo el personal; mucamas, cochero, cocineros, meseros, jardineros, mensajero y hasta al comandante de la Guardia real y a algunos guardias.

La verdad eran agradable sus presencias. Lady Katia es una buena persona, siempre tiene un tema de conversación y es muy ocurrente, se la pasa conversando con el rey a quien no parece molestarle para nada, e incluso se podría decir que disfruta pasar tiempo con ella (de echo pareciera que es la única persona con la que disfruta estar) a pesar de esto aveces sus temas de conversación incomodan un poco al príncipe, y no sólo a él, si no también a su hija a quien parece que suele presionar mucho.
La verdad es que su padre y Lady Katia tienen tienen más cosas en común de lo que cualquiera pensaría.

Por otro lado, su hija es una persona bastante agradable, es risueña, comprensiva y amable, disfruta escuchar las historias del príncipe y contarle las suyas.

En una ocasión, ella hizo una pequeña demostración de sus habilidades con el piano. Sora nunca antes había escuchado esa melodía; era muy hermosa, tranquila, relajante y por la forma en que ella la tocaba lo hacía sentir una extraña sensación de paz.

Al terminar todos los ahí presentes aplaudieron, en especial el príncipe que quedó fascinado con su interpretación.

Si no fuera porque el ya ama a alguien, definitivamente se habría enamorado de ella.

-¡Tocas increíble!. Tu interpretación me cautivo-le dijo el príncipe a Kairi con sincera emoción.

-¡Muchas gracias!-le contestó con una sonrisa sonrojandose un poco.

-¿Cómo se llama esa melodía?-pregunto con mucho interés.

-Waltz #5. Es un vals muy bello y mi canción favorita también.

-¿De verdad? Tienes razón. Nunca me había cautivado tanto por una melodía.

-Si. Es Mi canción favorita porque fue la primera que mi padre me enseñó a tocar. El siempre decía que está melodía tenía el poder de juntar a las personas destinadas a amarse, lo cual me parece muy romántico-hace una pausa y suspira-siempre he soñado con encontrar a mi persona amada y tocar junto a él está canción...pero tal parece que eso no pasará...-dijo con obvia tristeza.

-Lo siento...-comentó Sora con culpa en su tono de voz.

-No te preocupes...No es tu culpa...-contestó ella para hacerlo sentir mejor.

Conforme pasaban los días ambos se iban conociendo un poco mejor, pero una semana no era suficiente para enamorarse de alguien y ellos eran conscientes de eso.

En menos de lo que canta un gallo el día "tan esperado" había llegado. Todos en el Castillo parecían muy alterados llevando cosas de un lado a otro sin parar, arreglando aquí y allá; que las mesas, que los adornos, que la comida, que la música, que el pastel, entre muchas otras cosas.

El padre de Sora y la madre de Kairi estaban más que emocionados por la celebración que se llevaría a cabo el día de hoy. Finalmente Sora daría otro paso para convertirse en rey, o al menos eso pensaba su padre.

El príncipe de corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora