-A pesar de tener mucha servidumbre, en este Castillo siempre hay demasiado trabajo. Por eso nunca viene mal ayuda extra.
-¿Entonces...podremos iniciar con nuestras labores?-Sora no podía negar que a pesar de que el nunca se hubiera imaginado en una situación así, estaba realmente emocionado por saber que clase de tareas les encargarían >No puede ser tan difícil<pensó ingenuamente el castaño.
-¡Por supuesto! Y su primer tarea será...fregar el piso del salón principal, al igual que limpiar las escaleras y el pasamanos. Esta noche vendrán personas importantes y el castillo debe estar impecable-les informó aquel hombre con una sonrisa ladina-también les pediré que vayan al salón de reuniones y alisten la mesa, así como también deberán servir la cena de esta noche a los invitados.
-¿Eso es todo?-pregunto el menor.
-Por el momento si, así que apresurense a conseguir baldes con agua y trapos. Esta tarea les consumirá por lo menos toda la tarde, claro si no son tan lentos-río de forma burlona.
-¡Bien!-Sora se dio la vuelta para salir en busca de aquello que había pedido Noel, Riku fue detrás de él.
-Oye Sora, ¿estas seguro de que quieres hacerlo?-el peliplata se acercó a su amigo para susurrarle al oído.
-¡Pues claro!, ¿Porqué no habría de estarlo?-pregunto en un tono más alto que su amigo.
-Pues...tú nunca has echo estas cosas, ¿De verdad crees que podrás?.
No es que Riku creyera que su amigo fuera incapaz de hacerlo, sólo se sentía preocupado por el echo de que al haber crecido como un príncipe, Sora no soportara tanta presión y cansancio, cosa que las tareas de un sirviente provocaban.
-No te preocupes Riku, podré con esto-Parecía realmente determinado a conseguirlo.
El mayor no estaba muy seguro de esto, pero decidió confiar en él. Después de todo fregar el piso no era una tarea muy pesada, si cansada, pero no pesada.
Una vez que consiguieron los materiales necesarios, se dirigieron al salon principal. Riku se encargaría de lavar las escaleras mientras que Sora haría la limpieza del piso.
El castaño colocó el balde con agua y se puso de rodillas en el suelo, tomo el trapo limpio y lo sumergió en el agua para comenzar a tallar.
-Si necesitas ayuda, solo dímelo ¿Esta bien?-dijo el peliplata mirándolo con algo de preocupación.
-Gracias, pero no será necesario-sonrio.
Después de casi una hora, Sora ya estaba comenzando a cansarse. Tallar con fuerza mientras estás en una posición tan incómoda no es nada fácil y lo peor es que aún le faltaba más de la mitad.
Por otro lado, Riku ya estaba casi terminando de limpiar su parte, no se podía negar que era bastante rápido haciendo esa clase de labores, ya que después de todo él ya estaba bastante acostumbrado.
-¡Esto es horrible, ya no puedo más!-se quejo el castaño.
-¿Te rendirás tan rápido?, Aún te falta mucho.
-Estoy muy cansado...-Se limpiaba el sudor de la frente con el dorso de su mano libre.
-¿Quieres que te ayude?-Se ofreció.
-N-no...yo puedo hacerlo.
-¿Estás seguro?.
-Si.
Riku se sentía muy extraño de ver a su amigo haciendo aquello, jamás imagino que vería al rey de Shibuya limpiando el piso, y mucho menos el de un castillo ajeno, aunque al mismo tiempo también le provocaba cierta ternura.
Este parecía cenicienta, una cenicienta cansada.
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El príncipe de corazones
Fanfic¿Qué sucede cuando naces en un lugar donde no eres aceptado tal y como eres...? En una época antigua existió un país donde las guerras, la pobreza, el hambre y la desigualdad eran el pan de cada día. Pero lo que más afectaba a las personas era la d...
