Es un niño que aparenta su edad, tiene un cabello cenizo alborotado, piel blanquecina y puesto llevaba una ropa que parece ser una pijama negra con estampado de granadas. Sus zapatillas son negras con delineados blanco por toda la extensión de las mismas y aunque están algo sucias eso no parecía importarle. Sus ojos son de color rojo, iguales a los suyos, tienen un deje de curiosidad propia de un infante y algo de molestia no comprendida por el pelinegro.
—¿Cómo te llamas? —El extraño niño vuelve a hablar sacándolo rápido de sus pensamientos, pero no sabe si responder. Sigue siendo un desconocido.
Al parecer el otro lee sus pensamientos pues suspira frustrado y con molestia va a sentarse en el columpio a su lado. Cree que la conversación va a acabar allí pero el otro vuelve a hablar.
—Yo me llamo Bakugo Katsuki —escupe el rubio balanceándose en su asiento—. Ahora sí, dime tu nombre, llorón.
Sabe que es mala idea decírselo, es decir, lleva menos de algunos minutos conociéndolo —se atreve a decir segundos—. Muy a pesar de que el cenizo se haya presentado no puede confiar tan fácilmente en él... o eso se repite en su pequeña cabeza para no cometer algún error y terminar siendo secuestrado cuando menos se lo esperaba.
Pero su curiosidad y la vergüenza de que lo haya visto llorando es más grande aun sin que conozca al rubio, no quiere ser grosero y quedarse ignorando su presencia por todo lo que resta de la noche.
Quizás era eso o quizás el miedo a quedarse solo nuevamente el que lo incita a hablar.
—Kirishima Eijiro —murmura aún en el suelo sin intenciones de levantarse en realidad.
Bakugo parece escudriñarlo de pies a cabeza con su ceño levemente fruncido. Su mirada penetrante lo hace sentir pequeño haciéndolo quedarse inmóvil en su sitio y tensarse, el silencio no ayuda. Así permanecen por algunos segundos hasta que el mayor bufa.
—Tu cabello es feo.
Parpadea sorprendido por lo que acababa de decir e inconscientemente lleva una mano hacia sus hebras azabache sintiendo como sus mejillas arden.
—¡Mi cabello no es feo! —logra decir incorporándose en la tierra mas no levantándose—, ¡e-es masculino!
—Como digas, idiota.
Un jadeo sorprendido sale de la boca del menor al escuchar el despectivo. En su casa su madre le tenía bien prohibido hablar de esa manera, a pesar de escuchar palabras así de su padre a diario.
—¡Dijiste la palabra con "i"! —reclama después del shock inicial.
Bakugo parece no entenderlo al comienzo pues frunce el ceño como intentando recordar sus palabras anteriores—. ¿Cuál? ¿Idiota? —otro jadeo del menor confirma su pregunta y dibuja una sonrisa altanera en su rostro—. Eres un idiota llorón.
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The last tear
FanfictionCuando sus ojos rojos y llorosos logran enfocar la silueta al frente suyo se siente en paz incluso sin saber el porqué. ✯Pareja: Bakushima ✯Temas delicados ✯Portada y separadores hermosos, bellos, preciosos hecha por Uraraka del ChikaraSquad