Apoya su frente contra la mesa de mármol una vez ha terminado, le costó dos días acabar con todas sus tareas pero ya finalmente tenía tiempo libre. Kirishima dirige su mirada a sus cortinas de dinosaurio —las cuales le regalaron el año pasado— y después hacia la ventana. El Sol ya se estaba ocultando dando sus últimos destellos de luz anunciando su inminente deceso.
Recuerda que su madre le dijo, un día que le preguntó porqué el Sol desaparecía por las noches, que el astro también tomaba un descanso y la Luna lo suplantaba por ese lapso. El sonrió ante el recuerdo aunque ahora sabía, por la escuela, que eso no era cierto, él le gustaba creer que era así.
Aún miraba el paisaje con una pequeña sonrisa cuando un sonido abrupto lo distrajo, descendió su mirada lentamente y vio que un pequeño pájaro estaba picoteando su ventana. El pequeño animal no se detuvo y él, incentivado por la curiosidad, se acercó hasta allí dejando sus libros desordenados en la mesa, ya después se encargaría de eso.
—Hola, ¿estás perdido? —preguntó sonriendo y casi en un susurro, no quería espantar al pajarito y que se fuera volando—, ya es muy tarde... tu familia debe estar buscándote.
El pequeño animal pio en respuesta aunque él sabía que no le había entendido. Eijiro rio abriendo la ventana lentamente, para su suerte el pájaro no voló y solo se le quedó observando inclinando su cabeza ligeramente.
—¿No deberías estar en tu nido? —Kirishima apoyó sus brazos en el alféizar de la ventana, el pájaro volvió a piar y el sonrió.
Animado por escucharle el azabache extendió su mano con intención de acariciarle y, al ver que no se alejaba posó con delicadeza su mano en su cabeza.
Todo iba bien hasta que un estridente sonido los asustó a ambos.
Kirishima miró a su puerta asustado y a los pocos segundos una voz grave y rasposa se escuchó por toda la casa, el gritó fue tan fuerte que el ave alzó vuelo asustada.
—¡¿Dónde mierda está el alcohol aquí?!
Ha escuchado tantas veces ese tono que reconoce al instante quién es, lo único que le sorprende es que haya venido tan temprano, usualmente llega cuando el reloj marca las doce o incluso en la madrugada.
Unos pasos apresurados bajaron la escalera junto a la preocupada voz de su madre, sabe que va a comenzar otra discusión cuando ella le pregunta porqué no le ha respondido sus llamadas y él le responde con más excusas dadas a gritos.
Eijiro tiembla, siempre es la misma rutina después de todo y debió habérselo esperado. Sus ojos trazan el camino por donde se fue el ave pidiéndole perdón en silencio.
—¿Por qué no respondiste? ¡Te estuve llamando toda la tarde! ¡Me dijeron que saliste temprano del trabajo! ¡Me tenías preocupada!
—¡Ya cállate de una vez! ¡¿Qué no ves que estoy cansado?! Joder, ¡¿dónde está el alcohol?!
ESTÁS LEYENDO
The last tear
FanfictionCuando sus ojos rojos y llorosos logran enfocar la silueta al frente suyo se siente en paz incluso sin saber el porqué. ✯Pareja: Bakushima ✯Temas delicados ✯Portada y separadores hermosos, bellos, preciosos hecha por Uraraka del ChikaraSquad