Jungkook y yo

Capítulo 21

Estuvimos un largo rato esperando para subir a la montaña rusa, mientras eso Seonghwa me contó un par de chistes y me habló de todo lo que hace fuera del país, después de la montaña fuimos a varios otros juegos, se estaba obscureciendo y empecé a temer que Seonghwa quisiera subir a la noria, quiero salir de aquí ahora.

— Oye Seonghwa, tengo frío porque no traje un saco ni un abrigo, ¿podemos volver a mi casa?

— Quería pasar otro rato afuera contigo, hay otro lugar al que quiero subir contigo, ¿Puedes esperar otro poco?

— La verdad no creo de a mucho, a veces cuando me da mucho frío me da asma, y no tengo mi medicamento aquí. — dije a modo desesperación para poder irnos de aquí, creo saber ya a que lugar me iba llevar, solo nos faltaba la noria y hubiesemos recorrido todo el parque hoy —Y a veces me es difícil salir de mis crisis. Por fa, vayamos a casa.

— De acuerdo, si ya es algo de la salud nos iremos, no quiero que Jimin me cuelgue por no haberte cuidado.

Asiento y salimos del parque, aliviada porque Seonghwa haya decidido salir de aquí y sin protestar y porque no me subí a ese lugar que me trae malos recuerdos.

El camino a mi casa fue rápido pero silencioso, cuando llegamos a mi casa mi mamá estaba e invitó a comer a Seonghwa a un restaurante chino que había a unas cuadras de la casa, se le veía feliz hablando con él, eso se me hace extraño ya que conmigo casi nunca sonríe.

El resto de la noche transcurre normal y sin gritos, al cabo de unas horas Seonghwa se va a la casa de Jimin, supongo le llegará de sorpresa, yo subo a mi habitación y me coloco la pijama y me voy a dormir.

El domingo y la semana siguiente ocurrieron en paz por primera vez en mucho tiempo, no vi a Jungkook en toda la semana y la fastidiosa de Laura y sus amigas no me molestaron y estuve feliz hasta que ese sábado en la mañana...

— María, hay alguien en la puerta, ve a ver quién es.

— Ay mamá, quiero dormir, déjame cinco minutos más.

— Llevan ahí como diez minutos esperando a que alguien abra.

— ¡¿Y por qué no vas tú?!

— Porque yo estoy ocupada, no molestes y abre la puerta.

A regañadientes bajé a ver quien era, era un sábado bastante frío para ser las ocho de la mañana, no sé quién se levanta tan temprano estos días. Llegué a la puerta, la abrí y al ver quien era le cerré la puerta en la cara sin dejarlo hablar, estaba apunto de marcharme escaleras arriba cuando aquel horripilante ser me grita desde el otro lado de la puerta.

— Malu, por favor, ya sé que todo lo que hice estuvo mal, aquello que dije sé que lastimó tus sentimientos... pero yo no... no.... no quería decir eso, necesitamos hablar y arreglar las cosas, por favor, sal.

Se le escuchaba la voz entrecortada y yo estaba a punto de ser un mar de lágrimas, no quiero verlo porque eso abrirá la herida pero es probable que quizá tengamos que hablar... ay no sé qué hacer. Estoy en crisis. Regresé a la puerta y en voz baja le dije, casi apenada de la decisión que acabo de tomar.

— Jungkook, yo... ahorita no estoy... no puedo... hablemos en otro momento, tengo... cosas que hacer, sí eso, tengo cosas que hacer, quizá sea luego. — dicho esto salgo corriendo escaleras arriba y me encierro en la habitación y desato las lágrimas que llevaba guardando un rato.

Supongo Jungkook se fue porque no volvió a timbrar y nunca escuché llamarme o algo parecido, como ya había pasado un rato largo en mi habitación llorando decidí salir a comer algo, tengo hambre y mi mamá no me va a hacer nada, bajo y me hago unos pancakes con un poco de chocolate caliente. El día es un tanto tranquilo, me la paso en mi habitación pensando, diría que en todo pero lo único que pasa por mi mente son las palabras de Jungkook, no logro sacarlas de mi cabeza, pienso que quizá eso que dijo pueda ser mentira, si no quería que esto sucediera no tenía porqué decirlas en primer lugar, empiezo a sospechar que aunque soy su mejor amiga tal vez solo sea un juego para él, digo, ¿quién quisiera estar con una chica como yo? Siempre ando sola, soy problemática y toda aquella que se junta conmigo acaba en algún problema, no sé como sucede eso pero estoy cansada de esta situación, estoy harta de ser yo, todo me sale mal, quizá hasta mi amistad con Seonghwa sea también una mentira y solo esté conmigo por lástima y por no dejarme sola. Más pensamientos de este tipo empiezan a inundar mi cabeza y con cada pensamiento me pongo a llorar cada vez más y más hasta que me quedo dormida.

El horrible sonido de la alarma me recuerda a que el domingo pasó y no me di cuenta y ya es otra vez lunes, tengo que volver a encontrarme con esa gente y con... Jungkook.

Después de haberme arreglado y vestido salgo y me voy al infierno que hacen llamar colegio, las primeras horas transcurren igual de aburridas que siempre, igual de lentas, pero por primera vez quiero que pasen aún más lento de lo normal para no tener que soportar lo que me espera más adelante, Jungkook llegó tarde esta mañana así que no tuvo tiempo de venirme con otro de sus sermones diciéndome que lo siente, pero sé que ese sermón y mis lágrimas e ira estarán por llegar.