Capítulo 20

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Después de decirle todo lo que sentía a Jungkook me levanté para irme a clase, ya iba tarde, empecé a caminar cuando Jungkook se sentó en el piso rendido.

— Puedes pensar lo que quieras, pero haré todo lo posible porque me perdones.

— No me hables, no me digas nada, desaparece de mi vista.

Seguí mi camino y lo deje allá, las clases por fin se acabaron  y me fui a mi casa, a partir de hoy todo será diferente.

Toda esta semana, fue igual, iba a clases y volvía a mi casa, todo sin la compañía de Jungkook, el cual se encargó de recordarme que lucharía por volver a recuperar mi confianza y amor.

En  uno de mis días de ignorar a Jungkook me llegó un mensaje de texto.

Song Hwa:

Hola Malu, ¿Cómo vas? ¿Qué haz hecho en esta última semana? Voy a ir la semana que viene de visita, salgamos a hacer alguno de nuestros planes pendientes ¿Qué dices?

Yo:
Song Hwa!! Gracias, creo que me salvarás del aburrimiento, me parece una muy buena idea, te amo!!

Mi mamá volvió esa misma noche de un viaje de negocios al que había ido, durante el mes que no estuvo mi vida fue más o menos feliz, si no hubiese tenido a Jungkook detrás mío todo este tiempo hubiese sido genial, pero se empeña en tratar de conseguir algo que no voy a darle, pero bueno, mi infierno continúa con mi mamá y la semana de exámenes en el colegio, menos mal va a venir Song Hwa, pasar tiempo con él ya me hacía falta.

Era el día en el que por fin Song Hwa llegaba e iba a recogerlo al aeropuerto, esperé un rato en la zona por donde llega la gente, habían muchas personas más esperando a familiares y otras que parecía que iban a recoger a gente del trabajo, esperé un largo rato y cuando por fin lo vi corrí a abrazarlo, él me vio y soltó las maletas que tenía en las manos y abrió los brazos para recibir mi abrazo y como es él mas alto que yo me levanto del suelo y me dio una vuelta en el aire, en ese momento me sentí un poco extraña por lo que hizo pero me gustó, parecía una escena de una película romántica, me bajó y antes de soltarme me dio un beso en el cachete y le pregunto.

— ¿Como te fue en el viaje? !Te cortaste el cabello! Te ves bien.

— Bien, sí, lo hice antes de venir, ¿Y tú como vas? Se nota que estabas aburrida. ¿Cuánto tiempo llevabas esperándome?

— Bueno si un poco... la verdad, no he salido a ningún otro lugar que no sea el colegio y después de que te fuiste todo era aburrido, y llevaba esperando quizás unas dos horas, no tengo nada que hacer.

— No te diré nada, supongo que haría lo mismo. ¿Por qué aburrido?

— Bueno pues no es que tenga muchos amigos así que digamos...

— ¿Y qué paso con tu amigo? Creo que se llama Jungkook.

Dios, preciso tenía que hablar de él, íbamos bien hasta ahí.

— ¿Jimin no te contó nada?

— Sí, me dijo que eran buenos amigos pero que hubo problemas y eso fue todo.

— Mmm si algo así, pero dejémoslo ahí. ¿Con qué plan vamos a empezar? — dije para evadir el tema, sinceramente no quiero hablar de Jungkook y menos con él — Ya quiero saber que tienes en mente. 

— Primero vamos a rentar un carro, no pienso ir a todo lo que quiero en bus.

Vea pues, aparte de lindo parece que tiene dinero, no le reproché nada ya que a veces me cuesta caminar mucho y los conductores no tienen piedad al conducir.

— ¿Y qué vamos a hacer primero? — pregunté curiosa por saber el porqué necesitaba un carro.

— Primero, iré a la casa de Jimin a dejar mi equipaje, no quiero llevarlo de paseo a todos lados. — dijo medio riendo.

— ¿Jimin sabe que estás aquí?

— No, pero... tengo las llaves de su casa para entrar cuando quiera. — dijo mientras me mostraba unas llaves.

— Vaya... pensaba que al ser primos se contaban todo pero bueno, no importa.

Después de un rato llegamos a la casa de Jimin, SongHwa dejó su equipaje en ella y ahora nos encontrábamos camino a un lugar secreto según él, no me quiso decir a dónde íbamos.

Llegamos a un restaurante, comimos y anduvimos por el pequeño mini bosque que tenía el lugar, hablamos de todo y luego salimos del restaurante a otro lugar misterioso.

— ¿Por qué no me quieres decir a dónde vamos?

— Porque quiero que sea sorpresa — dijo riéndose de mis pucheros y quejas.

— ¡Pero no me gustan las sorpresas!

— Calma, ya casi llegamos, no te preocupes.

Y como prometió, en cinco minutos habíamos llegado al lugar, me deprimí un poco al ver el lugar al que me había traído, pero traté de no desanimarme, habíamos pasado un lindo rato como para dañarlo con mis malos recuerdos. Fingí una sonrisa entré al lugar con SongHwa con la esperanza de no cruzar al frente de donde todo empezó.

Jungkook y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora