Siempre tú

| XXVII |

Pov Julia

La verdad es que tengo muchas ganas de ver la carita que se le queda a Ici cuando me vea, ya me ha contado Alba que desde que sabe que supuestamente no puedo venir está tristona, la verdad es que yo también tengo muchas ganas de verla, ojalá pronto me pueda venir a vivir aquí, porque tengo muchísimas ganas de poder verla siempre que me dé la gana y sé que ella quiere lo mismo aunque nunca me lo ha dicho, me imagino que para que no me sienta mal al vivir tan lejos.

- ¿Ya estás pensando otra vez en Icíar?-me pregunta Alba riéndose-.

Que mala es cuando quiere la cabrona.

- ¿Lo dices por la cara de tonta que pongo? pues si, estoy pensando en ella y en lo feliz que le va a hacer cuando me vea aquí.

- Se va a poner súper feliz cuando te vea amiga, ya verás como si, Nat me ha dicho que estos días está en la mierda, la verdad es que un poquito de pena si que me da, pero recompensa la carita que se le va a quedar, que ganas de verlo en directo.

- No sabes las ganas que tengo de ver esa carita y se pasar una noche junto a ella.

- El amor te ha cambiado amiga-dice con una sonrisa-. La verdad es que me gusta mucho para ti, creo que te hará mucho bien y tú a ella.

- Muchas gracias guapa y gracias también por querer ayudarme con esta locura, la verdad es que no sé qué haría sin ti.

- Pues para empezar no estarías aquí y no estarías a punto de ver a tu rubia que poco hablo de lo loca que te tiene últimamente.

- Es el problema de tenerla tan lejos, que las ganas que tengo de verla se van acumulando y no puedo hacer nada con ello porque está a  tomar por culo, menos hoy-digo con una cara de encoñada que ni yo me lo creo-.

- Ayy ven aquí doña encoñada-me dice mientras se acerca y me da un abrazo-.

Echaba mucho de menos los abracitos de Alba Reche, son lo mejorcito para ponerte mejor, son curativos, aunque se entiende perfectamente, no hay mas que ver a la persona que los da, es un solecito que está en la tierra para hacer mejor nuestros días.

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Pov Ici

- Venga Ici que vamos a llegar tarde-me dice Natalia para que me empiece a preparar-.

- No sé si ir Nat... la verdad es que muchas ganas no tengo y para estar de mala cara...

- Seguro que al final te lo pasas bien, ya verás-me dice con una sonrisa-. Y si en algún momento te quieres ir me dices y nos vamos, no vas a estar sola, te lo prometo.

- No, no, si me quiero ir ya me iré yo sola en metro, que tú estarás con tu rubia y no os quiero fastidiar la noche, que algo me dice que tu vas a querer dormir con ella.

- ¿Tanto se me nota?-dice con vergüenza-.

- Se te nota que quieres verla, básicamente por las prisas que me estás metiendo cuando aún quedan dos horas-digo riéndome-.

- Intensita pero maja-me dice con una carita que me dan ganas de comérmela-.

- Así te conocí y así te quiero-le digo con una sonrisa gigantesca-.

- Ay Ici-dice poniendo un puchero-me estás poniendo súper blandita.

- Pues esa no es mi intención-le digo riéndome-. Pero sabes perfectamente que te quiero así como eres, porque eres genial y vamos a dejar de ser unas cursis, que a mí no me pega en absoluto.