Poseidón Adler es considerado muchas cosas, entre ellas... El perfecto de los tres hermanos.
Estudioso, amable, empático y sincero.
Siempre trata de no dañar a nadie y de ayudar a todos.
¿Qué pasará cuando los desafíos que le esperan lo transforma...
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¬ El inicio ¬
Hermes daba vueltas por la habitación observándome con reprobación en su mirada.
- Te dije que no la volvieras a tocar. —musitó apretando el puente de su nariz.
- Lo sé, Hermes. No lo hice apropósito. —digo bostezando.
Pri me había curado hace algunas horas con la advertencia de que podría haber quedado sin movilidad desde el cuello hacia abajo, aún así el cansancio flotaba en mi cuerpo
- Confiaba en que tú serías la persona con mas juicio en esta casa. —dijo con una mueca.
- Y lo soy.— contesto ofendido.
Una melena rubia se asomó por la puerta en ese momento.
- Adler's. —saludó. Ambos miramos confundidos y recordé que el nombre de la rubia era Alyssa.— Hera ya les ha asignado escuadras a cada uno. Seid irá con algunas personas al clan de los licántropós y Hermes fue asignado con los vampiros. —Asentí lentamente.— Tus colores están muy pálidos, ¿Estás bien?
- ¿Colores? —pregunté confundido.
Alyssa se acercó a mi y tocó mi mano asintiendo.
Repentinamente comencé a sentir calor interior hasta que perdí por completo el sueño y cansancio.
- Sí, mi don es ver las emociones de las personas con colores.— musitó rascando su nuca.
- Al de los licántropos. Hera enviará a todas las personas que son conciliadoras al este, por eso va Seid. —me miró sonriente y el rubor llegó a mis mejillas rápidamente.
- ¿Desde cuando una Knight es conciliadora? —preguntó Hermes con sarcasmo.
- Se refiere a dones que facilitaran la paz entre las especies. —dije al recibir sus pensamientos.
Hermes sonrió con arrogancia.
- Si me enviaran a mi, calmaría las aguas sólo con mi belleza.— dijo Zeus asomándose por la puerta.
- ¿A qué clan vas tú?— pregunté curioso.
- Mamá ha decidido que mis dones son más ofensivos que conciliadores, asi que iré al clan de los vampiros. —respondió con un estremecimiento.
- ¿Los míos tambien son ofensivos? —preguntó Hermes incrédulo.
- Hermes, puedes congelar cosas y hacer capas de hielo, sumale a eso que eres capaz de atravesar cosas tangibles. En un campo de batalla es bastante útil. —contestó la rubia junto a nosotros.
