Capítulo 5.

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¬  El Alfa ¬

- Todo está bastante borroso —dije al teléfono— No recuerdo como volvimos a la guarida.

La persona al otro lado de la línea suspiro.

- Se llama estado de shock —contestó escuetamente— Ya te debo dejar, aún no puedo comunicarme con los demás.

Asentí aunque sabía que no me podía ver.

- Espero que estén bien —susurré antes de cortar.

Me enfoqué en el cadáver que estaba sobre la mesa.

Su cabello rubio aún manchado con sangre y tierra, sus ojos perdidos como si no hubiera alcanzado a cerrarlos, su columna aún caía en un ángulo extraño pero ya la habíamos bajado del árbol en el que estaba.

Una mano tocó mi hombro trayendome a la realidad.

- Lo siento. Sé lo que es perder a uno de los tuyos —musitó Rhys junto a mi.

Traté de esbozar una sonrisa, pero me fue imposible.

Mi grupo ya la había visto. Aún recordaba la expresión de agobio de Aelin al verla, la mueca que se formó en el rostro de June y lo furiosos que estaban Logan y Regulus.

Elizabeth se ubicó junto a nosotros y me dio una sonrisa triste.

- ¿Cómo funciona tu don, Seid? —preguntó con curiosidad.

Dudé de mi respuesta.

Últimamente mi don me estaba dando muchas sorpresas inesperadas, no conocía la extensión de este y no había nada más peligroso que eso.

- Puedo ver el pasado de las cosas según el tacto, tanto objetos inanimados como los vivos. También tengo un don de empatía extendido —rasqué mi nuca— cuando toco a alguien siento sus emociones y sensaciones de la misma forma en que ellos lo hacen.

Elizabeth asintió con una expresión soñadora, pero había algo más en sus facciones.

Era como si ella supiera algo que yo no, siempre parecía saber algo más que yo tras esos ojos azules.

El Tormentoso Océano de Seid.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora