𝓽𝓱𝓮 𝓶𝓮𝓪𝓷𝓲𝓷𝓰 𝓸𝓯 𝓯𝓵𝓸𝔀𝓮𝓻𝓼 || Katsudeku

❀ 𝐈 ❀

Esperando en la oscuridad, enfrentando las consecuencias de mis actos, luego te ví, brillante, más brillante que el misterio incrustado en tus ojos dorados, linda, ámame, llévame más lejos de lo que yo he esperado por tí, para sentirme girasol

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- ¡Fui aceptada! ¡Fui aceptada! – Cierta alegre mujer brincaba de alegría, después de todo, dio todo de sí en esa competencia de ramos personalizados para ser reconocida.

- Felicitaciones, alfa, hiciste un gran trabajo – Su omega se acercó para brindarle algo de afecto demostrando lo orgulloso que estaba por ella. – Te lo mereces.

- ¡Dejen de ser tan melosos, me causan diabetes!

- ¿Celoso, hijo? No creo que alguien vaya a querer salir contigo con esa actitud.

- ¡Cállate, vieja bruja!

- No vas a arruinar mi buen ánimo, pero yo si el tuyo, bastardo... Oh, querido Katsuki, tengo un curso especial los fines de semana gracias a ese concurso, serán dos meses, y tú cuidarás del local mientras tanto. – La alfa lo miraba con el mentón levantado para mostrarle superioridad.

- ¡Pero! ¿Por qué no lo hace el viejo?

- Tu padre también trabaja, idiota. Estará especialmente cansado como yo, así que será tu responsabilidad, después de todo ya tienes veintiuno y los fines de semana no vas a tu escuela de gastronomía, no veo el problema.

Irritado, el joven alfa chasquea la lengua y sube a su habitación, sabiendo que mañana será un pesado día cuidando el local de su madre ¿Por qué siquiera no preguntó si tenía planes? Ahora tendría que cancelarle al idiota de su mejor amigo y para aumentar su pereza, detestaba tener que atender gente, sus padres debían preocuparse más de su aguante para no golpear a alguien que se ponga pesado con él.

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El fuerte olor a tristeza inundaba esa casa, aunque al bajar las escaleras de su cuarto el joven omega podía sentir el aura a desprecio y agresión alrededor de su padre, una parte de él quería sorprenderse al verlo reaccionar así, tirado en el sofá, mirando el televisor como si nada hubiese ocurrido luego de que su adorada madre falleciera, pero no podía, después de todo, inconscientemente Izuku lo culpa por poner más presión sobre los hombros de la hermosa beta que le dio la vida.

- Papá, yo...

- Ni se te ocurra hablar, Izuku, sólo vete, no tengo ánimos para soportar a un inútil como tú.

- Vuelvo luego, tu almuerzo está servido, llámame cualquier cosa y...

- ¡Que te vayas! – Una botella salió volando y terminó estrellándose contra la puerta, el de orbes esmeralda lo tomó como una señal para salir corriendo de allí.

Cuando lloraba escondido debajo de las sabanas de su cama fingiendo dormir, solía preguntarse el por qué su madre tuvo que dejarlo sólo con ese tóxico beta.

Al cerrar la puerta de la entrada de su casa suspiró en alivio, mentalizándose un poco sobre su destino, empezó a caminar decidido a visitar la reciente tumba de su madre, él mismo recuperaba algo de vida saliendo de ese... Ya ni siquiera podía llamarlo hogar, sin su madre recibiéndolo al volver de la universidad, era sólo una casa vacía donde podía intentar dormir o comer.

- ¡Buenas tardes, Midoriya-kun!

- Hola, Chako ¿Cómo estás hoy?

- Bien, bien, en la comisaría me tienen exhausta.