二. Capítulo Dos

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 Sean buenos con su compañera, es raro tener a personas especiales como ella hablo la maestra cuando la presentación de Lisa llego, comúnmente los puros eran alfas nacidos, lo que significaba que ellos no se presentaban y solo pasaban su etapa de celo a un etapa algo temprana y rápida igual a todo su desarrollo en general

¿Por que la veían como especial?

Sabia que era alfa pero no se consideraba especial por eso, su mamá y papá también lo eran, así que esas palabras le habían parecido algo tontas.

A veces las personas alrededor la presionaban, con su actitud, con su carácter o con sus duras palabras.

Ella era la bebe mimada de la casa y se seguiría comportando como tal sin importar lo que dijeran los demás.






{...}

 Otra vez tu dijo la alfa sin mucho entusiasmo viendo a la omega de la cafetería frente a ella, sin interés la rodeo y siguió caminando, se sentía algo perturbada ese día en especial, después de algunos días hablando con Jennie le había tomado cariño a la omega

 Espera, tengo algo para ti dijo la omega tomándola de la mano, sus ojos fijándose en ella de una manera extraña y su aroma picoso provocando que le estornudara en la cara

Hugh, tenia un aroma demasiado potente para su sensible olfato.

 Tu aroma me pica en la nariz dijo Lisa alejándose mientras trataba de que su olfato volviera a la normalidad ignorando a la omega que se limpiaba la cara con asco, se había soltado del agarre con más fuerza de la planeada sorprendiendo a la omega por la brusca acción, la alfa solo quería alejarse del aroma molesto

 Puedes lastimarme se quejo la omega sobando su mano y pasando a segundo plano su orgullo dañado y la cara llena de mocos que le dejo la alfa me debes algo por llenarme de mocos gruño ligeramente tratando de limpiarse con el dorso de la mano la cara

Ve a lavarte la cara dijo Lisa extendiéndole una lamina de jabón de las que siempre traía con ella yo me voy, pero te puedo dar una galleta de fresa continuo alejándose de la omega y sacando una galleta de sus bolsillos, sabia que su gusto culposo por el azúcar sería útil algún día, dándole la galleta con un metro o mas de distancia entre ellas, le dio una sonrisa apretada y se alejo con rapidez en busca de Jennie

Algo asombrada por sus reacciones no esperadas la omega de nombre Rosé sonrió por lo bajo mirando el postre que guardaba en su mochila, la alfa no era mala como todos alrededor la hacían ver.

Solo hacia lo que quería, algo que muchos no se atrevían.

En otro lado, la alfa buscaba el aroma suave y bonito de Jennie, no tenía muchas palabras para describirlo pero era suave y bonito como ella, no era empalagoso, pero conservaba su naturaleza dulce.

Sobre todo y no menos importante.

Era un aroma justo para su nariz, casi imperceptible para todos alrededor pero visible y lo suficientemente suave para que ella lo percibiera como un aroma de omega normal, así como todos los demás alfas sentían el aroma común de los omegas.

Girando la cabeza en varias direcciones comenzó a llamar la atención de las personas en esa zona en el complejo ¿Qué buscaría alguien como Lalisa Manoban? La alfa que siempre estaba ensimismada en su mundo como para detenerse a observar alrededor, ignorándolos siguió buscando a la omega entusiasmada, claro, hasta que vio a la misma ser arrastrada por el cabello a un baño que los demás evitaban.

Baby ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora