capítulo 12

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Por la mañana Naruto llegó a la academia con unas ojeras enormes y un humor que alejaba a todos a su paso, aún más de lo acostumbrado. Camino a su asiento y se dejó caer pesadamente puso sus brazos como almohada murmuró algo que nadie entendió y se durmió.
Iruka lo miraba con atención, al parecer no habían salido bien las cosas desde que se fue, no quería despertar al rubio pero no tenía opción, la clase estaba por comenzar, aún faltaban algunos niños, hoy podía empezar afuera quizás para distraer al rubio y mantenerlo más activo si lo dejaba allí se iba a dormir y no lo quería castigar de nuevo.
Shikamaru entró al salón y vio a Naruto dormir en su asiento, casi arrastrando los pies se dejó caer a su lado imitando su posición y durmiéndose al instante también. Iruka suspiró.
A excepción de esos dos todo parecía ser normal…dentro de lo que se puede ser normal en una academia de mini-ninjas-hiperactivos.
Shiro tenía un dolor de cabeza como no sentía desde que había dejado de ser Harry Potter. Había tenido una mala noche, Gaara y Naruto con solo mirarse decidieron que lucharían por su "hermano" el estaba feliz de que los pequeños lo quisieran tanto pero luego de cinco minutos, ya no lo soportaba…amaba a los dos niños, en serio que los quería, pero eso se salió de control. Dobby tampoco había ayudado cuando le pidieron ayuda, y menos cuando sugirió ir a la cama y Gaara dijo que lo acompañaba, el mago sabía el niño no dormía y por eso cuando se quedaron atrapados en la tienda en medio del desierto el pelirrojo se quedaba con él esperando que despertara, prácticamente velando su sueño, para él se había convertido en algo completamente natural, pero el pequeño rubio hiperactivo no lo iba a tolerar.
Shiro nunca fue de dormir acompañado, había pasado noches en el desierto con Gaara a su lado pero no durmiendo, y cuando dormía el pequeño pelirrojo respetaba su espacio; cuando estuvo en el hospital Naruto durmió con él dos veces y ya sabía que el rubio tenía un mal dormir, pero soportable.
Al ofrecerles dormir con él a ambos para evitar posibles problemas, agrando su cama con su magia y se quedó con los dos niños al principio uno al lado del otro acostados en un silencio tensó que no les permitía descansar, luego Naruto y Gaara fingiendo dormir comenzaron a empujarse y darse golpes, por lo que antes de que se pusieran demasiado agresivos Shiro se puso en medio de ambos…mala decisión…los niños tenían gran ingenio tenía que darles eso, habían hecho hasta lo imposible por conseguir pasar por encima del mago para llegar al contrario, por lo que al final se paso la noche fingiendo dormir también con ellos parando sus intentos de lucha, golpeado por mullidas almohadas y enredados como no se imaginó posible con las sábanas y los pre-ninjas, tuvo ganas de hechizarlos y tomo todo su control para evitarlo, eran familia después de todo; tuvo que recordarse eso más de una vez.
Naruto se ducho enfadado, desayuno prácticamente en silencio cabeceando casi a punto de quedarse dormido en su plato del desayuno y se fue bostezando a la academia.
Gaara por su parte estaba feliz que pasaría el día con su Shiro-nii, mientras el mago desayunaba lo mando a darse un baño y le paso algo de ropa del rubio que le quedaba un poco grande pero mejor que la de Shiro sin duda alguna.
El pelirrojo desayuno mirando de reojo a Dobby. La criatura le parecía "extraña" no mala pero lo ponía nervioso como siempre trataba de ayudar antes de que le pidieran algo y siempre parecía dispuesto a cumplir cualquier orden que le dieran, además de tener esos enormes ojos brillantes, sus extrañas ropas y accesorios y…todo en Dobby gritaba ¡extraño!
- Ra-chan – el niño lo miró más tranquilo - tenemos que ir a ver al Hokage y luego vamos de compras para algunas cosas para ti – el niño sonrió asintiendo con la boca llena de comida – y también tenemos que hablar de tu relación con Naru-chan y por favor no me mires así, también hablaré con él… - agregó cuando el pelirrojo frunció el ceño -/Merlín soy demasiado joven para esto/
- ¿eh? – Gaara tenía curiosidad de lo último, solo reconoció el nombre de Merlín, pero no por eso cambió su ceño fruncido.
Saliendo de casa Shiro se sentía agotado, y sabía que el día sería largo, por eso no pudo evitar gemir en voz alta cuando escuchó que gritaban su nombre de una manera que lo hizo además estremecer.
- ¡Shiro-kun! – Shiro tiro a Gaara más cerca suyo por si la paciencia se le acababa y decidía irse por su cuenta arrastrando al niño con él.
- Maito-san – dijo con cansancio mientras seguía su camino. "Por todos los dioses que no he sido tan malo para no tener un minuto de descanso, es solo un minuto que pido nada más…" Shiro lloraba mentalmente
- ¿quién es el joven maravilloso y lleno de juventud que te acompaña esta mañana?
- mi otouto, te lo mencione antes, Ra-chan – Shiro tomo la mano del pelirrojo.
- oh, claro el niño que…
Mientras el hombre de verde que se acababa de acercar a su Shiro-nii se sumergía en un gran discurso, Gaara le dio una buena mirada, era más extraño aún que Dobby! Lo reconocía de la vez que había interrumpido su conversación con Shiro en el bosque pocos días después de que se separaran.
- ¿Ra-chan? – Shiro y el sujeto raro de verde lo miraban - ¿estás bien?
- hai, Shiro-nii – de pronto el tipo de verde estaba frente a él e hizo un gesto extraño, era idea suya, pero Gaara podía jurar que las cejas del sujeto…¡tenían vida propia!.
- bueno Maito-san con todo lo que me agrada verlo, Ra-chan y yo tenemos que ver al Hokage – con eso y un gesto simple de mano el mago tomo al niño por un brazo y salió a donde primero pudo dejando al otro atrás.
- Shiro-nii… - empezó tentativo
- dime Ra-chan
- um, bueno, yo me preguntaba por…la venda – el pelirrojo la había visto pero no sabía porque o que le había pasado a su hermano para tener algo así en la cabeza.
- ah, bueno, verás… - mientras Shiro le contaba lo que había pasado, no se dieron cuenta de que alguien los seguía.
Las cosas definitivamente no habían salido como esperaba.
Estaba en una celda con las manos atadas y los ojos vendados, estaba cansado, estas personas le habían interrogado y golpeado desde que habían llegado a quien sabe dónde.
Sus cosas habían sido retiradas, su varita era lo más importante que había perdido, si bien podía hacer magia sin varita, sus acciones ahora se veían limitadas, maldita sea la hora en que decidió ir tras el mocoso idiota de Harry Potter, por ahora lo único bueno es que había salido del desierto.
Llegando a la torre donde estaba el Hokage, recibieron miradas curiosas de muchos, por no decir todos, los presentes; por su parte Gaara estaba habituado a las miradas de odio de todos por lo que no les presto atención a pesar de que está vez las miradas eran curiosas, Shiro también ya estaba más que habituado a recibir esas miradas acompañadas de murmullos a su paso, no por eso le agradaba pero al menos no les prestaba atención y podía seguir su camino sin incomodarse tanto. Solo tuvieron que esperar un par de minutos antes de que fueran recibidos por el viejo.
El Hokage se sorprendió al ver a Shiro acompañado de un niño que no conocía de nada.
- buenos días, ¿a qué debo esta visita?
- buenos días Hokage-sama, permítame presentarle a Sabaku no Gaara – los ojos del Hokage se ampliaron en sorpresa al reconocer el nombre, bueno esto estaba interesante por decir lo menos.
- Sabaku no Gaara de Tsunagakure no Sato y ¿cómo? si me permite la curiosidad ha ingresado este niño a la aldea y esta con usted.
- bueno, para eso estamos aquí – Gaara se pegó a las ropas de Shiro.
- esta bien, tienen toda mi atención…
- Naruto, oficialmente detesto a tu primo – Shikamaru estaba furioso, estaba castigado de nuevo con Naruto por dormir en clases, Iruka hizo lo posible con los niños pero al ver que sus métodos no estaban dando resultados tuvo que castigarlos y ahora los dos estaban barriendo el enorme patio de la academia.
- ugh, no…
- no digas nada, estoy cansado no pude dormir hasta la madrugada creo– Shikamaru se sentó bajo la sombra de un árbol y miro las nubes de la mañana – supongo que regreso de donde quiera que fuera ayer ¿no?
- sí, no lo vas a creer pero llegó de pronto con un niño extraño y ¡apareció en el techo! No podían bajar de allí pero ni idea de como subieron en primer lugar…
Y mientras Shikamaru escuchaba la historia seguramente exagerada de Naruto, pasaban su mañana de "castigados" sin hacer nada realmente, porque mientras no los descubrieran estarían bien, además que caso tenía barrer el patio que ya había sido barrido hoy, honestamente Iruka-sensei necesitaba ser más original con los castigos, aunque pensándolo mejor estaban muy bien en comparación con lo que habían pasado el día anterior…
- …y eso es por lo que Ra-chan está aquí, ahora me veo en la necesidad de hablarle de algo más serio, y ser para ser completamente honesto esperaba no tener que hacerlo pero dadas las circunstancias me veo en la obligación de hacerlo.
- escucho – dijo el Hokage pensando en que hacer ahora mientras todas estas cosas se le planteaban tan sorpresivamente - ¿solos o prefiere que el niño permanezca aquí?
- Ra-chan sabe una parte, no es problema que se quede, confió en él, solo que bueno… - Shiro miró a un lado del hokage donde había de pie un ANBU que no pensaba dejar solo a su líder con el chico extraño ya que había admitido tener habilidades desconocidas para ellos.
- está perfectamente bien, él no dirá nada de lo que escuché aquí hoy – dijo seguro también el mayor – así que, por favor adelante Shiro-kun
- bueno, para empezar mi nombre real es Potter Harry y soy un mago, de donde yo vengo hay una guerra a punto de estallar de nuevo, por causa de un hombre llamado Voldemort, pero las personas tienen tanto miedo de el que no se atreven decir su nombre y le llaman "el-que-no-debe-ser-nombrado" "tú-sabes-quien" y otros muchos más, además tiene una cierta obsesión insana con matar al "niño-que-vivió"…
El resto de la mañana se la paso explicando la magia, su vida, la guerra contra Voldemort, pero se saltó los detalles de cómo había logrado recuperar su cuerpo, también tuvo que responder varias preguntas, pero por lo general el hombre lo dejo hablar, sacar todo lo que tenía que decir y solo interrumpió cuando le fue necesario para entender algo, que siempre fue en los puntos importantes.
- El año pasado, sin embargo, las cosas se salieron un poco del control del director, el no esperaba que yo escuchara algo que me hizo abrir los ojos a la verdad…tengo que acabar esto por mi mismo, no puedo permitir involucrar a mas personas, mi amiga Hermione y yo, nos colamos en la sección prohibida de la biblioteca; ella seguía informando al director de lo que yo hacía, pero el hombre nunca se enteró de todo, Hermione me entrego sus recuerdos…hicimos un pensadero, un objeto en el que se pueden ver los recuerdos de los demás casi como si los estuviera viviendo en el momento, y me enteré de todo; el tiempo que Dumbledore había pensado que era peligroso, el momento en que decidió decir a "mis amigos" que me espiaran por su "bien mayor" y sobre todo la profecía que les dijo a ellos para obtener su ayuda, el problema es que los puso bajo un contrato mágico, ellos no podían hablar aunque quisieran decirme, Ron intentó algo cuando descubrió no sé que, eso le hizo ponerse mal…fue cuando escuche tras la puerta de la enfermería a Hermione gritarle al director, a Ron le dieron algo y manipularon sus recuerdos…Hermione me ayudo a pesar de que se estaba poniendo en obvio peligro…cuando me entere de que tenía más familia por un impulso decidí venir inmediatamente en busca de él, sin saber nada, sin importarme nada, sin pensar en nadie más, simplemente vine dejando todo atrás pero siempre he tenido presente que tendré que volver…
Tiempo más tarde, cerca del medio día, las cosas se habían calmado un poco y ahora se antendían otro asuntos…
- así la presencia que sacó a los ANBU de su casa y que pertenece a esta persona que nadie ha visto hasta ahora es de una criatura mágica llamada "elfo-doméstico" y responde al nombre de Dobby – El Hokage estaba muy interesado en todo, era como un niño al que le cuentan un cuento y luego le dan la posibilidad de conocer a los protagonistas de su historia preferida.
- así es, él es…umm, un poco extraño – Harry no sabía cómo lo tomaría pero hasta ahora las cosas habían ido bien.
- extraño – murmuro el pelirrojo – es lo más raro que he visto nunca, pero cocina bien – termino sin pensar que los demás en la sala lo escucharon y sonrieron, bueno al menos el hokage y Shiro porque el ANBU con la máscara no se podía notar.
- me gustaría conocer a este Dobby si es posible – el Hokage no podía creer que existiera algo como lo que decían era Dobby para empezar, teniendo pruebas las cosas cambiaban.
- supongo que esta bien, siempre cuando no le hagan daño, como dije puede ser un poco extraño en su comportamiento – Shiro se puso de pie y llamo a Dobby que apareció con un crack en la habitación haciendo una reverencia a su maestro.
- Maestro Harry Potter, señor ¿llamó a Dobby?
Silencio fue lo único que lleno el lugar desde entonces.
Harry se aclaró la garganta y obtuvo la atención de todos.
- Dobby-san – el hokage llamo su atención, haciendo que el elfo le respondiera con otra gran reverencia tocando el suelo con su larga nariz – ciertamente muy interesante…
- Dobby ¿puedes preparar algunos dulces para esta tarde? – Shiro tenía que hacer algo para sacar al elfo de allí y seguir con lo suyo.
- por supuesto, Dobby hará los favoritos del maestro – Dobby casi saltaba al recibir una orden
- ¿algo en especial que quieras Ra-chan? – El pelirrojo estaba perdido en sus pensamientos aún no se acostumbraba a que le preguntaran lo que quería y menos a Dobby.
- uh, algo con chocolate…? – medio preguntó inseguro de que decir.
- muy bien Dobby, ya sabes que hacer, llegamos antes de cenar – con eso Dobby fue despedido y desapareció de la misma manera que había llegado dejado aún impresionados al pobre ANBU y el Hokage.
- bueno, aún hay más, verá, esta profecía que habla de mí, por lo que debo encontrar la manera de matar a Voldemort, el problema es que estoy seguro me están buscando, no puedo decir que simplemente me enteré de lo que pasa, es más que obvio que nadie lo va a aceptar ya que no tengo pruebas físicas y todos se van de parte del Dumbledore y la Orden, pero estoy divagando, necesito practicar mi magia y me gustaría aprender también las artes shinobis, este es un lugar especial, aquí puedo hacer magia aún siendo menor de edad, porque este continente está escondido con muchas barreras que impiden el paso de un lugar a otro a menos que se conozca la ubicación correcta y se tenga un buen propósito, después de los problemas con los bijuu, los magos sintieron miedo y cerraron comunicación con este lugar, por otro lado creo que hay un tratado también firmado por los grandes representantes de esa época, no estoy seguro – se rasco nerviosamente la nuca y desordeno su cabello – nunca me gusto mucho la clase de historia.
- esto es algo que debo considerar seriamente – el Hokage tenía dolor de cabeza, sabía del tratado, pero no espero que algo así le viniera y cayera encima de pronto.
- bueno, no le estoy pidiendo que me responda ahora, solo que el guardia de la casa no vaya a atacar a Dobby, que no se asuste cuando practique porque debo hacerlo, y si me puede proporcionar una manera de aprender las artes shinobis se lo agradecería mucho, por ahora solo quiero estar con Naruto, Gaara y Dobby.
- lo pensaré pueden retirarse, te mandaré llamar cuando tenga una respuesta y desde mañana puedes pacticar, debo informar a mis hombres antes de meterlos a todos en algún problema que se pueda evitar.
- muchas gracias Hokage-sama – hizo una reverencia – Dobby regresa a casa
- como diga el Maestro Harry Potter, señor – Dobby desapareció como había llegado.
- vamos Ra-chan – el niño miro al viejo y solo inclino un poco la cabeza antes de salir con Shiro del lugar.
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- eso no salió tan mal – suspiró y miró al cielo una vez fuera del lugar – bien, es tarde, vamos a comer algo antes de ir de compras.
- hai Shiro-nii
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Llegaron poco antes de Naruto a la casa con un montón de cosas para la habitación de Gaara en la casa, habían hecho algunos arreglos la habitación de Gaara quedaba a la derecha al final del pasillo la siguiente habitación era la de Shiro y la siguiente era de Naruto, dejarlo de otra manera habría sido un problema, ahora el mago sabía que tenía que estar en medio.
Había hablado con Gaara y el niño acepto intentar llevarse con Naruto, ahora solo le quedaba el rubio.
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El Kazekage estaba furioso, el hombre que tenían en prisión era un hombre exasperante, pero tenía el mismo palito que el que se llevo a su mounstro por lo que debían estar relacionados del alguna manera y no iba a perder oportunidad de recuperar aquello que le había sido arrebatado, si tan solo el hombre pudiera hablar de una manera más cuerda y coherente, apenas y sabía unas pocas palabras, era como si no conociera de nada el idioma, y las ropas que llevaba sabía que se le hacían familiar de algún lugar pero no lograba identificar de donde.
Estaba decidido a averiguar la verdad, el viejo le ayudaría o moriría en su prisión.
Gaara era algo que no se podía permitir el lujo de perder, si bien el mocoso no había resultado como el esperaba, al menos tampoco era completamente inútil, y podía servir de alguna manera en el futuro, mandarlo a algún lugar lejano y dejarlo hacer las suyas y luego con la bestia ya más calmada ir y quedarse con los restos, siempre se puede utilizar un arma defectuosa, los resultados podían no ser completamente satisfactorios pero al menos no eran nulos. Además por todos los infiernos el niño había sonreído y abrazo al extraño! Quizás todos estos años estuvo haciendo las cosas mal, no es como si lo fuera admitir claro esta, tal vez en lugar de intentar matarlo debía apelar al "lado sentimental", sonaba horrible, ¿quién en su sano juicio apelaría al lado sentimental de un demonio como Shukaku?, pero quizás aún podía ganar una ficha más completa a su tablero para reemplazar un defectuosa.
El Hokage tenía que pensar que hacer con el muchacho, entendía porque le había tomado tanto confiar, y también comprendía que las cosas para el niño no habían sido fáciles, porque a pesar de todo el niño no salía de un civil promedio con una habilidad que le había dado más dolores y problemas que beneficios y alegrías.
Era un niño haciéndose cargo de otros dos niños, junto con una…¿criatura?...creo que por ahora podría decirle así a Dobby por el momento, sea como sea, era demasiado para él niño solo, tendría que hacerle algunas pruebas y ver si tenía capacidad para entrenarlo como shinobi, no podía simplemente decirle si y luego ver como se lastimaba aunque con los antecedentes del chico lo más seguro es que pudiera ser shinobi para meterse en más problemas, un niño encargado de acabar con una guerra, definitivamente el mundo estaba de cabeza, es inverosímil como las personas dejan que las situaciones se salgan de su control y lo llevaban hasta un punto en que no hay regreso...

Viviendo extrañezas!{finalizado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora