❇️9❇️

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Las lágrimas de sus ojos continuaron resbalando por sus mejillas mientras veía como las luces de aquella ciudad que tanto amaba se encendían.

—A-Yi tal vez él siga pensando que estás muerto, ya pasaron 10 meses, era natural que buscará consuelo en alguien más— trato de consolarlo.

—¡Eso no lo justifica!— Dijo mientras sube las escaleras para llegar al departamento de su mayor —Si las cosas fueran al revés yo lo seguiría amando, mantendría una esperanza viva de que algún día regresaría— apretó sus puños.

—¿Qué harás ahora?— Zhao Min lo siguió de cerca, ella misma se está culpando mentalmente por darle alas a Yibo cada vez que hablaba sobre el pelinegro, de alguna manera tampoco puede evitar maldecir al cruel destino que acompaña a su amigo.

—Nada, si él es feliz con ella yo no me voy a interponer— alzó los hombros y siguió caminando esta vez por un pasillo.

—¿No vas a luchar por él?

—No.

—Yibo tal vez el piensa que estás muerto, todo el mundo lo hace según lo que dijo Zheng Yun.

—¡Xiao Zhan no es todo el mundo!— Exagero sus palabras con ademanes "
—¡No lo es!— negó.

—Pero, él sí es tu mundo...

—Lo es... O lo era— suspiro derrotado ante la puerta 235 —¡Este es!— observó los números dorados en aquella puerta blanca y tocó el timbre.

—¿Él vive aquí?— Tras una afirmación la joven sonrió con la esperanza de que ese hombre los ayudará.

Un minuto... Dos minutos... Tres minutos... Y el castaño volvió a presionar el botón mientras limpiaba sus lágrimas.

—¡Voy!— La voz de su Gēge lo hace sonreír y por un momento siente nervios... ¿Cómo reaccionara HanHan al ver que sigue con vida?, tal vez con su pierna izquierda algo coja, pero vivo.

Un minuto más y ahí está el hombre de lentes, un tanto alto, de tez morena y ojos oscuros.

—¡Buenas noches!— Se dirige a ambos jóvenes en la puerta, esperando a que le proporcionen más información sobre lo que desean.

Las lágrimas de Yibo se intensifican y de un momento a otro ya está abrazando a su segunda figura paternal, aún recuerda como le imploro ese 14 de marzo para que fuera a pedirle su Weibo a ese radiante chico que había robado su corazón.

—¿Se puede saber quiénes son ustedes?— Su entrecejo del mayor está fruncido en signo de molestia.

—Han-Ge...— Lo llama el menor —¿Tu también me olvidaste?— Sus brazos que rodean al cuerpo ajeno, se alejan y da un paso hacia atrás —¡Ya nadie me recuerda!— Tras un movimiento de negación con su cabeza el mismo quita la capucha de su sudadera y después el cubrebocas —¡Han-Ge soy yo... Wang Yibo?

El menor preferiría no haber soltado la noticia así tan rápido, ahora tiene que lidiar con un Wang Han desmayado en la entrada de su departamento.

¿Y es que quién no se desmayaría de la impresión al ver que la persona que murió hace 10 meses está viva de pie en tu departamento?... Obviamente su Gēge estaba altamente sorprendido.

—¿Fuí muy directo?— Pregunta a la señorita que está revisando los signos vitales de su compañero conductor.

—Más que directo... Debiste hacerlo de una manera menos inusual— sonríe —¿Sabes si hay algún botiquín de emergencias aquí?

—En la cocina hay uno, en las puertas de la alacena— dice mientras toma el cuerpo de su hermano mayor y lo lleva hasta la sala, no sin antes haber cerrado la puerta.

-520- YiZhan. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora