Cameron Dallas.

685 38 2
                                    

Me había acostado con alguien, no se quién es, pero lo había hecho, ayer solo recuerdo que me había emborrachado por qué el idiota de mi ex novio me había engañado, ahora estoy aquí, en la cama de un motel barato con seguramente un idiota a mi lado, me di la vuelta y ¡Joder! Es Cameron mi mejor amigo.

–¡Cameron!

–¿Cómo amaneciste?

–¿Lo estás diciendo enserio?

–Supongo, después de que nos acostarnos, creo que al menos decir eso está bien.

–¡Llévame a mi casa!

–Oye, lo siento enserio.

–¡Llévame a mi casa Cameron!

–Esta bien, está bien.

El viaje fue lo más incómodo que todo, lo más difícil que el y yo compartíamos cuarto en el campus de la universidad, me senté en mi cama, a hacer la tarea que me faltaba cuando el me habló.

–Oye, lo siento enserio.

–Ahora no quiero hablar de eso Cameron.

–Esta bien, iré a comer algo con unos amigos ¿quieres que te traiga algo?

–No gracias, iré a la cafetería de la universidad– oí como suspiro y salió, al acabar la tarea fui a la cafetería y me compré un lonche con un jugo de manzana, me senté afuera del campus, en el pasto mientras comía.

–¿Que haces aquí?– Era mi ex novio.

–¿Que quieres?

–Oye podemos hablar.

–No, ahora déjame comer.

–Vaya, vaya a quien tenemos aquí, Parker ¿Se te ofrece algo?– llegó Cameron.

Ellos dos empezaron a discutir y sin que se dieran cuenta me fui de ahí, llegué a mi habitación, todavía con mitad de lonche, me senté en mi tocador y empecé a comer de nuevo, cuando entro Cameron, el no dijo nada, solo se metió a duchar y cuando acabe mi lonche el salió solo con un boxer, no hice caso a eso, ya que en todos lados andaba así, me recosté con mi celular.

–¿Ya podemos hablar?– hablo poniéndose una pijama.

–¿De que quieres hablar? Que somos casi como hermanos y nos acostamos.

–¿Que? No somos casi como hermanos, eso sería asqueroso.

–No hay nada de que hablar sobre eso, solo no saquemos el tema de conversación de nuevo.

–Si, creo que tienes razón.

–Iré a caminar, ya vengo.

–Es muy noche, es peligroso.

–No me importa.

–Te acompañó.

–No hace falta.

–De todas formas lo haré– El se puso una camisa y los dos salimos.

–¿Como te fue hoy con tus amigos?

–Bien, hablamos que algunas cosas.

–¿Les dijiste?

–¿De que?

–De lo qué pasó entre nosotros.

One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora