Jack Gilinski.

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Iba caminando con un cigarrillo en mi mano, mitad de facultad se me quedaba viendo, la verdad me daba igual, eche la colilla en el bote de basura y en eso se acerca _____, mi única y tierna amiga de la facultad.

–Gilinski– Ella se paró de puntitas y beso mi mejilla.

–Linda– Sonreí.

–Te han dicho que cuando sonríes eres completamente lo contrario de lo que quieres aparentar– Al decir eso rápidamente quite mi sonrisa de la cara –Eres para todos el Jack malo, pero yo, tu mejor amiga, eres Gilinski, el tierno que hace todo por verme feliz.

–¿A si? Pues para mí eres la chiquilla más fastidiosa del mundo.

–Puede que si Gilinski– Conocí a _____ en la feria del pueblo, estaba de pie con un algodón de azúcar en frente de la rueda de la fortuna, ella volteo a verme y me sonrió, yo no lo hice, ella se acercó a mí invitándome a subir a la rueda de la fortuna, ella no me tenía miedo como la mayoría de las personas, ella simplemente no le tenía miedo a nada, bueno ella prácticamente me obligó a subir a esa rueda de la fortuna junto a ella y desde ese momento ella se me pego como un chicle a un zapato y no me quedo nada que hacer más que ser su amigo y bueno no me arrepiento de absolutamente nada.

–La feria regresa hoy ¿iremos?– Preguntó caminando hacia el salón.

–Claro que lo haremos, pasó por ti– Dije sentándome al lado de ella ya en el salón.

–Si buena idea, me gusta ir en tu motocicleta y verme mala como tú– río, eso se me hizo demasiado tierno y también me reí.

–Eres muy lindo cuando ríes– dijo sin importarle las palabras y sacando sus cuadernos, ella volteo y vio como la estaba mirando –¿Que pasa?

–Nada– Negué sacando mis libros también.

–Ey _____, ten– voltee a ver y vi cómo un chico le regalaba una rosa a _____.

–Oh... gracias, que lindo eres.

–No fue nada– el chico volteo a verme y yo no tenía ninguna expresión en el rostro, era raro, nunca había llegado a pensar en que _____ podría tener novio, me asustaba, era el miedo de perder a mi única amiga.

–Es linda ¿No?–_____ me saco de los pensamientos de que pasaría si tendría ella novio.

–Si es linda.

Pasaron las clases y no ponía atención más que a los pensamientos en si _____ tenía novio, sabía por que me sentía de esta manera, meses trate de no sentir esto pero creo que ahora no pude hacerlo, cuando se acabaron las clases me fui a mi casa, me senté en el escritorio que tenía a un lado de la cama, estaba pensando que hacer para no perder a _____. Hasta que se me vino una idea a la mente, tome las llaves de mi coche y fui hasta una bisutería cerca, le compre todo tipo de piedras para que ella hiciera sus pulseras, tengo una colección enorme de sus pulseras, después de eso fui por un girasol, su flor favorita, al llegar la hora en que tenía que ir por ella, toque su puerta y ella salió con un lindo pantalón color lila y blusa color rosa pastel, su maquillaje era algo extraño, tenía de un lado un delineador lila y del otro el rosa pastel, extraño pero se veía linda.

–Te ves linda siendo tu– El chico le entregó lo que le había comprado para ella.

–¡Ah!– Gritó emocionada –Acabas de comprarme cosas para hacer como cien pulseras– Ella me abrazo y beso mi mejilla –Gracias Gilinski.

–De nada _____.

–Iré a dejarlo, ya vuelvo– Ella se fue a su casa de nuevo y salió en menos de cuatro minutos –Vámonos– Le di el casco de sobra que tenía a _____ y fuimos a la feria, _____ lo primero que hizo fue a comprarse un algodón de azúcar y yo fui a jugar el juego de Dardos y globos, me gane un peluche, era un perezoso, animal favorito de _____, la fui a buscar en donde habíamos acordado y ahí estaba ella sentada en una barda moviendo los pies de un lado a otro comiendo su algodón de azúcar.

–Me he ganado esto.

–Tengo veinte y cada vez que veo uno lo quiero, gracias ¿Subimos a nuestro juego?

–Vamos a la rueda– Sonreí, caminamos hacia el juego, había una larga fila, era obvio es el primer día de la feria, tardamos media hora haciendo fila, hasta que por fin subimos a la bendita rueda, _____ veía cuando estábamos en lo alto, después ella me miró a mi.

–Gracias por todo–Sonrió.

–¿Todo?

–Eres la primer persona a quien no le parezco extraña.

–Eres la primera persona que me conoce realmente– Ella se recargo en mi hombro y yo la abrace, así estuvimos hasta que la ronda de nosotros acabo, nos divertimos un poco más, veía la emoción de _____ al subirse a juegos, no le importaba lo manchado que traía su ropa, ella solo quería divertirse.

(...)

Ayer fue él día de la bendita feria, era hora de salida, caminaba junto a _____, con una pulsera que ella me había regalado de las piedras que le di ayer, era Azul celeste y amarilla, extraña combinación, pero _____ traía una igual, hizo dos iguales.

–¿Podemos ir a comer a las hamburguesas?

–¿Ahorita?

–Es que quiero hablar contigo.

–Bueno... ¿Que tal si vamos a tu casa?

–Si, es una mejor idea– Caminamos hasta la motocicleta y le di mi casco a _____. –¿y tú?

–Estaré bien, no te preocupes– Nos dirigimos hasta su casa, bajamos de la motocicleta y nos fuimos a su habitación, me senté en una esquina de su cama y ella se puso de pie frente mío. –¿Está todo bien?

–No lo sé.

–¿Como?

–Jack... este... me gustas, perdón, pero te lo tenía que decir, quizá está mal o algo pero enserió me gustas y quizá es un error por que si no te gusto ya no me volverás a hablar, o ya no quieres ser mi mejor amigo y esas cosas pero lo tenía que hacer, tenía que decirte esto.

–Ey _____, tú también me gustas.

–¿Estás hablando enserio?

–Si, eres la chica más fuerte que eh conocido y eso me gusta mucho de ti–Me puse de pie y agarre su mejilla.

–No beso a chicos que me acabo de enterar que le gusto, tampoco en la primera cita, prepárate para la segunda cita– Ese comentario me hizo reír. –Eres lindo cuando ríes.

One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora