Mi respiración y mi corazón no podían calmarse fácilmente. Tomaba desesperadamente el agua del grifo del baño.
Había tenido nuevamente otra pesadilla, pero esta había sido peor que las anteriores, tanto es así, que me obligó a despertarme mucho más temprano. Intuyo que en este momento deben ser pasadas las 2:30 de la madrugada. De verdad fue horrible.
Me reflejé en el espejo, en mis ojos se veía el cansancio y el terror. Comencé a tirar frenéticamente agua sobre mi rostro, quería despejar todas esas espeluznantes imágenes que de vez en cuando volvían a mi cabeza. Duré así un buen rato, en realidad quería volver a dormir tranquilamente.
No comprendo porque todo esto me tiene que suceder solo a mi, mis padres por fortuna no han tenido que padecer todo lo que yo he presenciado y sufrido, pero aún así, no entiendo porque solo yo lo padezco.
Busque de entre todos los analgésicos algún medicamento que me ayudara a calmarme, por desgracia no encontré ninguno, lo que sí encontré fueron medicamentos para conciliar el sueño, aunque no puedo tomar ninguno de ellos, su efecto es muy fuerte, por lo que me costará levantarme en la mañana, y no puedo dejar que eso pase, María llegará a las 10 de la mañana y tengo que estar lista para recibirla. Tendré que buscar otra forma para volver a dormirme rápido. Ahora que lo pienso, dicen que tomar leche caliente ayuda, voy a intentarlo.
Me volví a reflejar en el espejo, ¡por Dios! si que estoy hecha un asco. Me sequé las últimas gotas que aún yacían en mi cara y salí del baño, con un poco de dificultad, mi corazón todavía seguía algo inquieto.
Antes de ir a la cocina, eche un vistazo al cuarto de mis padres. Entreabrí la puerta de su habitación y observe su cama, dormían muy plácidamente los dos juntos, al parecer no hay indicio de alguna pesadilla por parte de los dos, estaban durmiendo muy tranquilamente. Cerré la puerta cuidadosamente y decidí partir hacia la cocina.
Recorrí medio pasillo pero algo me hice detener en seco. El miedo volvió a instalarse en todo mi cuerpo. Había escuchado un pequeño sonido, o más bien un rechinido, específicamente el de una puerta. Tenía mucho miedo de comprobar mis sospechas. Iba a seguir por mi camino y pretender que no escuche nada pero volví a detenerme bruscamente luego de haber avanzado unos pocos pasos. ¿Ese sonido proviene de lo que yo estoy pensando? Dí media vuelta. Como sospechaba, la puerta de al lado de mi habitación estaba entreabierta, se había abierto sola... O la había abierto alguien, pero esa no es la peor parte... Algo... O alguien, estaba tocando el piano. Era una melodía suave, pero aún así se alcanzaba a escuchar con claridad. Me acerqué lentamente hacia allí. Me detuve frente a la puerta, no quiero entrar ahí, pero si no lo hago, lo que sea que esté tocando el piano podría causar un problema más grande, ¿y qué tal si es un ladrón y está intentando distraerme?, un momento, ¿se dio cuenta que estoy despierta y por eso intenta distraerme? Mejor dejo de hacerme ideas en mi cabeza, son bastantes estúpidas en esta situación. Mire hacia la puerta de mis padres, al parecer no se percatan del sonido, y desde hace un buen rato que ha estado sonando el instrumento, ni siquiera percibo algún movimiento que me alerte de que se han despertado. ¿En serio no los despierta este ruido?
Las manos me temblaban, pero con todo y miedo, abrí las dos puertas de un tiro. Todo se encontraba muy oscuro, afortunadamente por las ventana se filtraba un poco de luz, aunque no demasiada.
Lo primero en lo que me fije fue en la mesa de donde se había caído el jarrón en la tarde de ayer, por el momento, el jarrón seguía roto al lado de la mesa. Lentamente inspeccione todo el lugar desde el jarrón hasta el piano. No fui capaz de mirar el asiento de una vez, mi vista se quedó fija en las patas del instrumento. La melodía seguía sonando. Aún con más terror que antes, empecé a subir la mirada, y esta recayó en eso, o mejor dicho en alguien, en un muchacho, o eso es lo que más o menos veía. Si mi vista no me fallaba, lo visualizaba algo ¿transparente?, no estoy muy segura, todavía mi cerebro no podía asimilar lo que estaba viendo. Recapitulando, hay un chico al parecer unos años mayor que yo, sentado en un piano dentro de una habitación en la que solo yo he entrado, tocando una canción o melodía alrededor de las 3 de la madrugada. Ok, definitivamente no es normal esto.
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Bajo La Misma Sombra
ParanormalÉl me atormenta a toda hora. Él no me deja en paz. Él es como otra piel que nunca podré quitar. Él no es como cualquiera. Él ni siquiera está con vida. Él cambió mi vida drásticamente, y no puedo hacer nada al respectivamente. Él me tiene condenada...