4ta carta

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Desde que te fuiste me costó mucho volver a tener amigos, es difícil después de conocer a alguien tan perfecto como vos, no fue comparar, pero, esperaba que encontrar a alguien tan leal, y tan... tú. Por muchos años solo tuve a un solo amigo, que es el que he tenido desde jardín, ¿Te acuerdas de Benja? ¿no? Él es el único que me conoce en cada etapa, aunque nos hayamos separado físicamente, podemos contar en las buenas, malas y bien jodidas el uno con el otro, por cierto, el ahora es papá, tiene una hermosa hija de 3 años, se llama Emma, se lo que estás pensando y, efectivamente tus cuentas están bien, cuando fue papá aún estaba en la secundaria, pero jamás puso una sola excusa para no hacerse cargo de esa niña, desde que se enteró, le dio todo, a pesar de que con la madre de la nena no iban la cosas, incluso una vez que la nena dejo la teta, él tomo la custodia de la niña, trabaja y estudia, ¿quién diría no? Todo un padre modelo, yo también la adoro a esa nena, es la luz de mis ojos, es igual a Benja, con esos ojos marrones claros y su cabello rojizo ondulado. Perdón me fui del tema- bueno de paso te enteras como van las cosas por acá-. ¿Te acuerdas de a la niña que le decían Barbie? ¿la que me molestaba? (Bueno nos peleábamos mutuamente) en fin, ella ahora es mi mejor amiga, si te preguntas ¿Cómo carajos pasó? Pues ni yo sé, solo podría decirte que comenzó cuando teníamos 15, ella aún no los cumplía, pero de un día al otro comenzó a llamarme, y pasábamos horas hablando, cosas de ella, siempre la escucho, por más mínimo que llegue a ser, sé que ella lo necesita, jamás la interrumpí, me gustaba escucharla, luego de sus 15, intentamos tener un romance, pero no funcionó, de todas maneras seguimos siendo mejores amigos, nuestro amor es diferente, la amo como mi hermana, ahj, si supieras cuando le rompen el corazón, las ganas que me dan de romperle la cara a la persona que le hizo eso (obviamente no me meto en esas cosas, tampoco es que ella me deje), es muy dulce y buena, te sorprenderías al igual que yo la primera vez, nos contamos todo. Y así, de sorpresa, encontré a alguien, que no era igual a vos, pero no fue necesario compararlos, ella era diferente, lo sabía, pero ella me necesitaba y yo a ella.

Esto parecerá que cambiaré de tema pero no, estate atento ¿sí?, okey.

Pasé por diferentes equipos, a medida que iba consiguiendo logros en las competencias, me ofrecían mejores ofertas, pero en ninguna me sentí cómodo, es que en esos equipos la mayoría eran nenes bien, yo no tenía nada en contra, pero ellos sí conmigo, no es por agrandarme, pero soy muy bueno en las carreras, y solo cambie la moto 1 vez, porque la primera que tuve era demasiado chica, y bueno, crecí, por esa razón tuve que cambiarla, fue la primera moto 0km que tuve y hasta ahora luce como nueva, la cuido y le hago permanentemente arreglos para que quede lo mejor posible. La cosa es que ellos con grandes motos en mejor estado, no podían alcanzar mis récords, y siempre me molestaban con que era pobretón y uf un millón de cosas mas que ni vienen al caso. Hasta que encontré un equipo, que es como mi segunda familia ahora, si bien también son gente de dinero, pero no nacida de cuna de oro, cada uno sabe el valor del esfuerzo y el trabajo. En ese montón de personas muy hermosas, está mi queridísimo hermano, mi cumpa, mi todo, él es Valentín, el niño más genial, sí, es un niño... bueno tiene 18, pero para mi sigue siendo un pequeño. Otra persona que llegó de la nada y se convirtió en alguien muy especial. Es difícil describirlo, creo que no existe una palabra que lo defina, porque es muy infinito, puedo hablar cosas serias, convertirme en un pendejo de 16, hacer las mayores maldades, pero él está ahí, a pesar de todo y en toda situación para acompañarme.

Comencé a ganar cada vez mas y más torneos, viajaba casi todo el tiempo, básicamente, llegaba y no alcanzaba a desempacar, rendía algunos exámenes y la siguiente semana estaba de nuevo viajando. Gracias a eso, comenzaron a pagarme, podía empezar a darme alguno que otro gusto, y no solo a mí, sino a toda mi familia, tenía 18 años, era mi sueño, mi momento... Pero todo lo bueno acaba, y como en toda novela dramática da un giro totalmente inesperado, la diferencia es que esto es la realidad y nunca pensé que iba a pasar eso.

Cartas al cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora