6ta Carta

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Hola soy yo de nuevo, Frank reportándose otra vez.

Como habrás notado ya, mi vida no es color de rosa, lo único bueno en ella es Lía, hasta el momento.

Vamos a volver a lo principal, al por qué de todas estas cartas.

La inestabilidad en mi vida hizo que el estrés y la ansiedad se hicieran crónicos... bueno la ansiedad creció más de lo que debía hasta volverse clínicamente diagnosticado como depresión. Mis amigos no me creyeron, en realidad aun no creen que tengo esta enfermedad, y te aviso que si es una enfermedad con todas las letras eh. Jamás intenté suicidarme, sin embargo, lo pienso seguido aun, durante un tiempo no fue solo Mariane, sino que también estaba Sali mi psiquiatra ambas fueron y aún son muy buenas conmigo. Me terminaron de diagnosticar cuando caí en urgencias, pero no por atentar contra mi vida, bueno en realidad si... es muy complicado de explicar, sintetizando podría decirse que mi cuerpo solo comenzó a autodestruirse, no podía respirar-o al menos así se sentía-, estuve así por lo menos una hora, durante ese tiempo intenté hacer los ejercicios que Mariane me dijo que hiciera cuando me sintiera abrumado por alguna razón, pero no podía, simplemente me dolía el respirar, cuando el bendito doctor al fin salió a atenderme, me hizo unas preguntas, las cuales solo respondía con la cabeza(las que alcanzaba a entender), estaba tan asustado y ese maldito doctor no paraba de hacerme preguntas mientras me tomaba las pulsaciones y hacia un chequeo en general, al final el veredicto fue que estaba enfermo "del alma y no había cura para eso" mi mamá que me acompañó en ese momento se puso del color de una hoja mientras yo lo maldecía por dentro, todo ese escándalo para algo que ya sabía. Al final nos envió con un psiquiatra y ahí conocí a la dulce Sali, que, si no hubiera sido por ella, mataba a ese doctor.

Actualmente Salí y Mariane me han visto mejor, dicen que puedo estar progresando... pero yo no lo creo, y no es por ser pesimista, bueno tal vez si un poco, pero además de eso, está el que aún no termino de contar todo, como a vos, la única persona que sabe de parte de nuestra historia juntos es Lía pero como en realidad casi todo el mundo, incluyéndome, solo sabemos la mitad de todo. Si bien estoy tratando de contarte cómo ha sido mi vida, hay cosas que ni yo sé de mí mismo.

Hay momentos en los que estoy muy bien, paso los mejores momentos con mis amigos y con mi ricitos de oro, pero cuando estoy solo, la tristeza me abraza y ahoga como un maremoto, no hay un por qué, o al menos es lo que creo. Quisiera poder contarte cosas lindas siempre, pero también te estaría mintiendo.

Si soy sincero a veces me pregunto, para qué sigo yendo a terapia, si el veredicto ya está. Mi alma está destruida y no hay remedio para eso, aunque trate con todas mis fuerzas reconstruir cada pedazo que queda de ella, sé que mi alma se fue contigo el día que tuviste que partir, por eso sé que voy a volver a vivir a pleno el día en que pueda volverte a ver. Es irónico que ahora mi cuerpo vive, pero mi alma no, sé que resurgiré como un fénix. Pero hasta ese momento en que mi corazón deje de latir, mi alma no encontrará la verdadera paz.

Lo he dicho ya mil veces, creo que es inútil ir a terapia, porque sé que no volverás, y ya intenté vivir sin ti, tratar de avanzar como si solo hubieras sido una persona más, puedo engañar mi mente, pero quién puede engañar al corazón o al alma, siento tu ausencia hasta en lo más profundo de mi ser. Solo voy a terapia para no preocupar a nadie, ya tienen suficiente con mi hermana. Trato de pedir ayuda, pero siento como si el grito se atorara en mi garganta y no me sale la voz, quiero y al mismo tiempo no. Siento que el dolor al menos te mantiene vivo en mi recuerdo.

Desde el día en que te fuiste a lo que quiero creer que es el cielo, te busco en cada estrella pensando en que ahí estarás, ya no recuerdo en cuántas y en cuáles estrellas ya he buscado. Han pasado muchos años y tengo miedo de olvidarme tu imagen. Creé la teoría de que cuando un niño muere y va al cielo, se convierte en una estrella primero, luego vuelve a nacer su alma en otro bebé por si su tiempo en la tierra no fue suficiente para cumplir su misión, pero si su misión ya ha sido completada, se queda como un ángel. No sé que caso seas, porque si volviste a nacer, solo espero que me encuentres o poder encontrarte porque te estoy necesito; y si sos un ángel siempre creí que eras mi ángel de la guarda.

En cualquiera de los casos... te extraño y quisiera poder sentirte cerca de mí

Tengo miedo de mí mismo, me convertí en mi propio enemigo, no hace falta que agarre una soga y la ate a mi cuello, ya que en las noches mi inconsciente hace el trabajo, hay noches en las que mientras duermo mis pulmones dejan de funcionar por minutos sin que me de cuenta hasta que escucho mis propios quejidos-porque no soy consciente de la falta de oxígeno-, tampoco el querer mutilarme ya que con mis manos me termino lastimando, si no es que agarro algún collar que tenga en el cuello y lo uso para ahorcarme, me termino rasguñado (y eso que no tengo nada de uñas). Sali me dijo que no moriré de esto, yo no estoy seguro de eso.

Sin embargo, lucho día a día contra mi instinto, contra esa voz que me dice que todo es

mi culpa, aunque sean hechos que no pueda cambiar.

He atravesado mucho sin ti, y en cada paso que doy te extraño aún más, quisiera pensar que donde sea que estés, me observas y cuidas como siempre lo has hecho

Cartas al cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora