Cartas al cielo

5ta Carta

Antes que todo quisiera continuar con la historia que te estaba contando la última vez, ya que, si bien te conté sobre todos mis amigos, Lía es una historia como, un punto y aparte o entre paréntesis.

Estuvimos como 1 mes creo... sin besarnos, ambos sabíamos lo que sentíamos, pero yo no estaba seguro ni de mi existencia en la tierra. Pero no los momentos con ella cada vez fueron mejorando, a pesar de que no nos besáramos, a veces acortábamos la distancia, al punto de que podíamos sentir la respiración del otro, y cuando estábamos a punto de rozar nuestros labios... nos mordíamos las mejillas, así de estúpido me tiene. Para todo el pueblo salimos como hacen ya 2 años, pero la verdad es que apenas si llevamos 1 año juntos como novios, porque luego de nuestro primer beso, tardamos 6 meses... bueno tardé, un 11 de agosto, luego de haber regresado de urgencias junto con su compañía y la de mi familia por haber tenido un ataque de pánico, le propuse que fuéramos novios.

Sí sé lo que estás pensando, cada momento importante he sido 0 romántico, no me culpes, las cosas se dieron así, y eso que no sabes sobre la primera vez de ella. Porque fui su primera vez aun no siendo oficialmente novios, estábamos en mi casa viendo una película en Netflix, acostados en los sillones del living, mis padres y mi hermana ya se habían ido a dormir, eran como las 3 a.m, después de la película comenzamos a besarnos calurosamente, como si no tuviera el control de mi propio cuerpo, mis manos comenzar a bajar desde sus mejillas hasta llegar a sus pezones, cuando llegue ahí, comencé a dudar sobre si ella estaría cómoda al respecto-estábamos en mi casa pero no solos- sin embargo ella no me detuvo, incluso disfrutaba de mis movimientos, así que despacio comencé a bajar mi mano hacia su pantalón, me detuve por un momento, esperando que ella me detuviera, como no lo hizo, metí mi mano bajo su calza, mis movimientos le causaban placer, lo se por sus gemidos, que me hacían excitar más. Sin dudarlo, la desvisto y ella automáticamente como si leyera mi mente desabrocha mi pantalón y la ayudo a bajarlo un poco, se sentó sobre mí, roce mi miembro junto al suyo, comencé a bajarla suavemente, pero justo en ese momento los nervios invadieron mi mente, a ver por favor, era la primera vez que intentaba hacerlo en el sillón de mi casa (y no es muy cómodo), la primera vez que estaba con una chica virgen y encima era la chica que amo, obviamente estaba nervioso. Al verme inseguro, ella paró, en ese momento, ambos no estábamos seguros de que, si la había penetrado, luego de que se fue, note en mi remera una pequeña mancha de sangre, y esa fue la verificación que tuvimos de que si pasó. Luego de ese momento, comencé a sentirme incómodo, ella como si nada, recostada en mi regazo me repetía constantemente que no me preocupara, yo le prometí que la iba a recompensar. La verdadera primera vez fue en un departamento que comencé a alquilar, allí si fue más cómodo, y ambos pudimos disfrutar. Mi departamento fue el lugar en donde podíamos estar solos y tranquilos, pasar noches recostados en el pecho del otro, los amaneceres calurosos a las 3 am, rompimos todos los récords sexuales que nos propusimos. Antes que lo hiciéramos, ella ya era muy sexópata, asique ahora no te das el fuego que es.

Ella pudo despertar cada uno de mis sentimientos, todos esos que yo prefería ignorar, porque así muchas cosas eran más fáciles. Cuando acepté rendirme y abrir de nuevo la puerta a todos esos sentimientos, me olvide de pensar que no solo vendría el amor y desamor, sino también el arrepentimiento, los escrúpulos, la culpa de todo lo malo que había hecho durante el tiempo que pasé ignorando mis emociones. Quisiera disculparme con cada una de las personas a la que he hecho daño- si bien algunas se lo podrían haber merecido- eso no estuvo bien, porque no fue el Karma, fui yo quien les arruinó muchas cosas y solo por venganza, sí no soy para nada un santo, no para nada perfecto, y aunque la pubertad hizo un muy buen efecto en mi cara que ahora parece de un ángel, eso ayuda a destruir más. Muchas de las personas que hice daño, en realidad no fue queriendo, incluso muchas de esas personas fueron chicas, que simplemente utilicé, las engañé con palabras bonitas y luego cuando me aburría de ellas las alejaba como si de juguetes viejos se tratase, me gustaría pedirles perdón, pero podría acabar con mi pareja, no quiero arriesgarlo todo, si bien sé que Lía es comprensiva, pero las otras chicas no y sé que ellas si me quisieran devolver todo el dolor que las hice pasar. Asique tengo que morderme la lengua y atarme las manos cada vez que quiero hacerlo, espero que algún día la vida me de la oportunidad de remendar un poco lo que hice.

Sé que por lo que te he contado pensarás que mi historia con Lía es un poco loca como para alguien la vea cursi, pero de la manera en que nos miramos, hasta un ciego se daría cuenta del amor que nos tenemos, mi pequeña ricitos de oro no es solo mi novia sino que además, es mi mejor amiga, la mejor amante, la mejor fan...si porque va a todas las carreras que tengo, así como trato yo de ir a las de ella, amo la forma en que nos conectamos para hablar sobre las carreras, el discutir las formas de trabajo, la diferencia entre su karting y mi moto, amo su esbelto y delicado cuerpo que resalta esa tan fina cintura, amo su pelo al natural o despeinado, como también me encanta cuando se lo arregla de manera en que desaparecen sus rizos y queda con el pelo totalmente lacio, amo la ropa holgada que usa, y también cuando se pone faldas solo para ponerme cachondo y terminar teniendo sexo en cualquier lugar, amo esa pequeña y hermosa nariz que tiene, amo su sonrisa tan sincera, amo el poder solo mirarnos en silencio y dejar que las agujas del reloj comiencen a bailar por diferentes lugares, es como si en ese momento estuviéramos a años luz del mundo, amo esa increíble sensación de paz, amo nuestros juegos de niños, amo cuando competimos por quién es el más veloz, y es simplemente ella, ella y su magia.

Aunque sé que nadie te reemplazará, Lía me ayuda a sobrellevar esta vida sin ti...