Draco caminaba por los pasillos desiertos con un nudo en la garganta, un mar de cosas pasaban por su cabeza, comenzando con lo que le había dicho el segundo hijo de Potter, sabía que tenía que sentir algo por su hijo, aunque le pareciera ilógico apreciar ya no amar a alguien a quien no conocía y ese chico era como verse a sí mismo pero al mismo tiempo ver a alguien completamente diferente, ¿podía un Malfoy llegar a tener una mirada tan cálida? ¿Por qué el chico podía verse tan insignificante ante su concepto de ser un Malfoy pero al mismo tiempo pensar, no... sentir que así es como debería de ser?
¿Qué era lo que había estado haciendo los últimos meses? Arriesgar su libertad y hasta su vida en una "misión" en un intento de asesinato, preparando una infiltración, poniendo en peligro la vida de niños. Hacía ya tanto que había cruzado esa fina línea entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo que solo era un comportamiento de un adolecente al de una persona mucho más apegado a la oscuridad.
Y ¿realmente el quería eso? Esa pregunta se quedó en su mente.
Sin meditar su destino se encontró frente a donde sabia se encontraba la entrada a la sala de menesteres, se preguntó si habría alguna manera de entrar sin que los demás lo notaran, algo como una especie de puerta trasera.
Scorpius sintió una especie de frio en su pecho, hacia tanto tiempo que intentaba olvidarse de aquellos meses...entonces mostrarlos a todo el mundo significaba abrir la herida nuevamente.
Sintió que alguien lo tomaba de la mano, no necesitaba levantar la mirada para saber que era Albus, era el mejor amigo que podía tener, ese último recuerdo, esa noche Albus lo había confundido completamente, con su actitud había pensado que le faltaba un tornillo, pero la seguridad con la que lo había llamado su amigo, lo había hecho sentir bien por primera vez desde que el sombrero lo había colocado en Gryffindor.
— ¿Listo Scorp? – pregunto Albus con una pequeña sonrisa tratando de brindar apoyo a su amigo.
Scorpius hizo un gesto con la cabeza asintiendo
En el recuerdo un joven Scorpius caminaba con prisa por los pasillos intentaba evitar las miradas y las manos que lo señalaban y murmuraban a su paso, sin bajar la cabeza claro quizá su carácter fuera más templado y su personalidad más gentil, pero no por eso dejaba de ser un Malfoy y su orgullo no le permitían bajar la cabeza ante nadie.
Al llegar a la mesa de Gryffindor Scorpius busco un sitio alejado de todos mirando hacia la mesa de los profesores para así evitar algunas miradas de desprecio, en un intento por ver a Liam dirigió la vista hacia la mesa de Slytherin por un instante cruzo su mirada con la de su primo pero este retiro rápidamente la mirada
En la sala de menesteres los de la segunda generación evitaron llevar la mirada hacia el chico que observaba la imagen perdido en sus pensamientos.
Vieron con disgusto como empujaban a Scorpius por los pasillos del castillo.
— muévete Malfoy – el desprecio era evidente en la voz del chico mayor.
Scorpius evito la caída y miro desafiante al chico.
— sucede algo Malfoy.
El menor ignoro las palabras del chico y continúo caminando.
Los recuerdos de Scorpius eran menos concisos que los de Albus pareciera que no quería concentrarse en ninguno en especial.
Observaron los diferentes intentos que Scorpius había hecho para acercarse a Liam y como este lo evitaba, con el paso de las imágenes la imagen de Scorpius se volvía más triste.
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¿Que ustedes son que? Harry Potter conoce a la tercera generación
FanficUna mañana Hogwarts se encuentra con la inesperada aparicion de unos cuantos adolecentes que dicen venir del futuro, como no puede ser de otra manera el director Dumbledore decide hacer de esto todo un evento. Todo el universo de Harry Potter perte...