𝗦𝗢𝗙𝗧𝗕𝗢𝗬 | J. YOONOH [EDITANDO]

43.

Tuve esa extraña sensación de nuevo, como si pudiera sentir la mirada de alguien detrás mío. Me gire entre el pasillo que estaba algo lleno por culpa de las filas que debíamos hacer para pagar el siguiente semestre, aún así, entre el montón de gente no podía adivinar si había alguien de verdad mirándome o si solo fue una broma de mi cerebro.

Lo encontré, justo en los casilleros había cierto rubio recargado con una sonrisa en el rostro que hace tanto no veía. Me pregunté si Jinwoo y yo podíamos seguir llamándonos amigos, estábamos a mediados de vacaciones y eso quería decir que hace tres meses no hablábamos.

Seguí su mirada y me encontré con una chica que estaba sonriendole también y se acomodaba un mechón de cabello detrás de su oreja.

-June, seguimos-Jisung tomó mi hombro haciendo que quitara la vista de ahí y la pusiera enfrente.

-Oh, si, lo siento-reí por lo bajo sin mucho humor y me acomode la mochila para caminar hasta estar frente a ventanilla.

Jisung pagó en la segunda ventanilla mientras tanto yo daba el dinero mirando hacia atrás para ver si podía seguir viendo a Jinwoo. Este al parecer sintió mi mirada, sus ojos pararon sobre de inmediato y cuando lo hizo me di cuenta de todo.

Una mirada vacía.

-Aquí está su recibo.

Quite mi mirada de él y tome el recibo agradeciendo y caminando junto a Jisung, sin embargo, mientras seguíamos avanzando para encontrarnos con Dongpyo esperando por nosotros en la parada, me di cuenta de varias cosas y lo extraño que se había vuelto la relación con el chico que de seguir ya se había graduado.

No éramos amigos mucho más.

Solté un suspiro de manera involuntaria pero aunque me lo pensaba lo único por lo que podía sentir tristeza fue por su indiferencia y mis fallidos intentos de volver a ser amigos.

Supongo que jamás lo habíamos sido, al menos yo no lo fui para él.

Lo que resulta gracioso más porque recuerdo haberme aferrado tanto a él y ahora bien podría darme igual, parece que si bien no puedo decir que es igual a lo que Yoonoh solía decir (y bastante) me doy cuenta de que en realidad no tuvo caso haber peleado tanto con el torpe de Jung por más de cuatro meses. Y aún así, no me arrepentía, ¿porque? porque a pesar de que Yoonoh y yo casi nos matamos por ver quién tenía razón, me di cuenta de que aquello me había hecho atreverme a hacer cosas que no creí que serían posibles gracias a mi timidez extrema.

Es decir, incluso le gane a Yoonoh una vez en la vida. ¡Jung Yoonoh! ¡El terminator humano!

Ahora me siento realizada en la vida y no solo por eso, me di cuenta de que en tan solo seis meses me había vuelto una persona mucho más madura y con eso me refería a no ser una chica depresiva con un corazón roto que vivía en el borde la friendzone.