Capítulo XXII

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NARRA HARRY

Pasa que Louis no despierta, eso pasa.

-No me pasa nada. -Le digo a mi mamá.

¿Por qué es tan fácil mentirles a nuestras mamás? ¿No que acaso son tus mamás y saben todo?

-Si estas así por tu amigo...

No mamá no es por mi amigo, me gusta tener la cara de orto y tratarte mal todo el tiempo.

-No lo entenderías. -Nunca.

-Si tan solo me explicaras... -Ella lo esta intentando pero no puedo.

Ella no entendería que estoy enamorado de mi mejor amigo. Tal vez lo haga pero no quiero que lo sepa.

-No hay tiempo.

Sin escuchar lo que ella me dice me marcho. Me dirijo al hospital, los día los pasó ahí, también algunas noches, es más divertido por las noches, es cuando puedo ver a Lou y deambular por ahí tranquilamente.

Es de día así que tendré que finguir ser una persona común que viene a un Hospital y no una que viene todas las tardes y noches solo por esperar resultados acerca de su novio en coma.

Suena muy gay pero, total soy gay ¿No?, me gusta ir al área de Neonato. Ahí es más colorido, más cálido, hay más buena vibra. Me gusta ver como los recién nacidos enrollan sus manos en los dedos de sus madres aferrándose todo lo que pueden a ellas mientras chupan de ellas. La otra noche vi algo realmente hermoso, era un pequeño grupo de cuatros personas, dos hombres, una mujer y una bebé. Ella le estaba amamantando a la niña mientras los dos jóvenes estaban con las manos entrelazadas y sonriendo de oreja a oreja, tan felices que su felicidad me daba asco. A quien engaño, estaba feliz por ellos y también sentía mucha envidia. Una enfermera me dijo que ella era un Vientre De Alquiler. Primero no entendi un carajo, pero ella al ver que estaba confundido me dijo que los Vientres de Alquiler son mujeres, que como su nombre lo dice, alquilan sus vientres para que personas que no pueden tener hijo puedan fecundar en ella o algo por el estilo, al día siguiente, luego que los doctores me digan que Louis está estable pero aun no despertaba, me dirigí a Neo a ver a esa extraña familia. Pero ya no estaban. La enfermera mayor me hizo señas tras el enorme cristal para que vaya a la puerta, ahí me dieron sanitizador y una bata de colores con animalitos de colores, muy bonitos.

-¿Por qué vienes tan seguido? ¿Tienes un familiar aquí? -Preguntó la enfermera que me hizo señas.

-Si. -Dije cortante. - Pero esta en el piso de arriba. -Dije mirando al techo.

-Oh, cuánto lo siento.

Niego con la cabeza. Siento que una señora que tiene a su recién nacido en brazos me mira.

- ¿Haz alzado alguna vez a un bebé? -Pregunta despacio.

Vuelvo a negar con la cabeza. "Ven" susurra, y me acerco lentamente. Con miedo. Se para y lentamente me lo pasa. ¿Porque ella no tiene miedo? Soy un extraño, lo puedo tumbar....

Están frágil, es lo más liviano que he alzado alguna vez. El bebé envuelve sus dedos en mi pulgar, es el mejor sentimiento que he logrado sentir algún día, claro después de los besos de Louis.

-¡Mira! Le gustaste. -Dice la mamá sonriendo.

También sonrió. El bebe bosteza, ternura en el ambiente.

-Sabes, aún no tiene nombre, ¿Te gustaría darle uno?

Pensé que lo había dicho solo en mi mente pero al ver su sonrisa, le dí al bebé, me saque la bata y corrí.

Temple 《Larry Stylinson♡》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora