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MI NOMBRE ES ALINE ANDERSE

Tengo un hermano mayor, que de hecho es muy diferente a mí y hoy, HOY estoy cumpliendo mis hermosos y preciosos 16 años al igual que el tarado de mi hermano que cumple 17, por fin podía asistir a las reuniones de la Corte.
Si, yo y mi hermano Félix Anderse somos de la alta sociedad, lo cual es una fortuna y por una razón aún más afortunada somos los hijos pequeños de el rey Vance Anderse y la reina Engel Eilim, ambos reinaban Fayrus, el hogar del eterno invierno y nosotros al igual que nuestra hermana mayor Leonore teníamos la obligación de ver que nuestro reino se mantuviera en la paz y la prosperidad.
Mis padres siempre nos contaban que cuando el rey Hades y todos sus hermanos eran jóvenes se desató una feroz batalla en la que perdió y fue desterrado del Olimpo a esta Dimensión Oscura la cual como su nombre lo dice era terrible, pero ahora solo existe la paz y en menos de dos días yo y Félix veremos con nuestros propios ojos el momento en el que todos los reyes y líderes incluido mi padre se sentarán en el mismo salón y arreglaran los asuntos de las cortes.

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-"Apúrate nos están esperando y ya quiero irme" -dije impaciente- "Por fin podremos ver a la Corte que se unió a la dimensión la corte pasada"

-"Son simples inservibles y no se porque quieres verlos" -Félix estaba definitivamente de mal humor- "te aseguro que por su culpa van a haber muchos problemas ¿Ves algún territorio disponible para ellos?"

-"Aghh, eres muy..." -sentí ganas de gritarle en la cara que era un maldito amargado, siempre se la pasaba hablando mal cuando estaba malhumorado pero no tenía derecho de decirle nada

-"¿Muy que?"- Empezaba a hacerse el sarcástico

-"Olvídalo solo apresura" -no quería terminar peleando

-"Si, ya casi" -dijo terminando de bajar a la recepción

Cuando terminó tuve que salir corriendo a donde un grupo de trineos esperaban y en medio de estos se encontraba una limusina, ahí estaban nuestros padres y mi hermana Leonor que ya nos estaban dando un sermón sobre la puntualidad en cuanto entramos

-"Si, si, ni volveremos a llegar tarde"- dije un poco fastidiada- "lo que pasa es que Félix fue el que logró que nos retrasemos"

-"Calla que yo también e tenido que aguantar tus retardos" -me dijo con su cara de indiferente- "además tu eres la que más veces te has tardado"

-"¿A si?, y ¿quien es el culpable de que me quede encerrada en todos lados?" -esta vez estaba decidida a ganar la discusión -"¿quien no sabe salir sin mi?, dilo tarado"

-"¡Dejen de pelear!" -padre nos miraba como a dos chiquillos ridiculos- "Llegan tarde y tienen un mal comportamiento"

Padre tenía la grandísima cualidad de que incluso un solo susurro que saliera de el parecía una orden ya que siempre sonaba impotente mejor no llevarle la contraria

Bueno, ya era tiempo de concentrarse en el viaje, este iba a ser un viaje maravilloso ya lo podía imaginar

Tome de la mano a Félix y lo jale a mi lado en la parte trasera del vehículo, este ni se inmutó pues ya sabía que era mi costumbre, con agilidad me siguió y se sentó a mi lado.

"Sabes que te quiero imbécil"- me recosté sobre su regazo y le dediqué la mejor sonrisa que tenía

"Lo sé tontita, nadie podría ocupar mi lugar"-sus manos se concentraron de inmediato en mi cabello revolviendo las mechas rojizas que ya de por si eran rebeldes

El vaiven de el trayecto me mecía con suavidad y el toque dulcce de Felix me terminaron por adormilar

La última vision que tuve fueron esos preciosos ojos azules tan similares a los míos, cálidos y cristalinos, un mechon oscuro le cubría un poco y los rayos de sol le iluminaban, haciendo de su rostro un bonito cuadro

Despues de eso nada solo sueño y tranquilidad. 


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