Alex León

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MI NOMBRE ES ALEX LEÓN
Hijo del rey Adexe, y acostumbrado a mi propia vida de dinero, diversión y chicas,  sabía muy bien que esta como otras seria una reunión idéntica a todas las demás en las que tuve que asistir con mi padre a nuestra antigua dimensión y todas eran para hablar de tontos acuerdos de paz, mi padre y yo no pensábamos lo mismo era obvio que la paz, es que no entienden, no existe la paz solo se puede haber un solo líder, un alfa y por eso los dioses del Olimpo nos desterraron en esta dimensión, aunque debo admitir este lugar me gusta y ya que somos bienvenidos pensamos pagar su hospitalidad derramando mucha sangre así tardemos años en lograrlo.

Todos son iguales mi padre insiste en que escoja a mi prometida, una chica de buenos modales que sea perfecta para mi pero todas son unas perras, ninguna es buena para mi

"Hijo ven a tu lugar, la ultima corte ya a llegado"

"Si padre" contesté

Las cortes ya habían llegado sólo faltaban las "haditas" oscuras, era ridículo pero cuando llegue aquí creí que las hadas tendrían alas transparentes, que los hombres lobo o licántropos parecerían lobos, que las sirenas tendrían cola de pescado, que los demonios eran como espectros, que los basiliscos parecían víboras y que los wendingos serian hombres-animales  cuernos

Fue una sorpresa para mi descubrir que al igual que nosotros todos parecían humanos con excepción de tener características diferentes y únicas por cada corte a la que se pertenecía, pero al mismo tiempo todos nosotros teníamos alas que parecían de un ave muy grande, cada color era diferente por corte y cada tono y combinación por persona, solo que éstas solo salían cuando la persona se sentía en peligro, demasiado feliz o triste, así que rara vez se podía ver un par de alas

Hasta donde había aprendido los licántropos además de sus alas que eran de un color grisáceo podían convertirse totalmente en unos gigantescos lobos, las sirenas tenían alas de color azul pero estos no podían hacer que sus piernas fueran una cola de pez, simplemente podían respirar bajo el agua, las hadas de la luz tenían alas doradas y las de la nieve o oscuridad las tenían al igual que nosotros de un color negro y ambas cortes poseían una belleza excepcional, los demonios también tenían alas rojizas pero no, ellos también parecían humanos y alrededor de todos ellos siempre había un aura que inspiraba miedo y respeto, los basiliscos podían convertirse en como su nombre lo dice basiliscos y tenían dos pares de alas verdes, unas encima de las otras y por último estaban los wendingos que lamentablemente no tenían alas pero podían convertirse en el animal terrestre que quisieran

Las cortes ya habían llegado sólo faltaban esas "hadas" que  acababan de llegar, vaya puntualidad que se cargaban llegando casi media hora más tarde

La mayoría de los hijos e hijas de los reyes incluyéndome ya que yo tenía 18 años, éramos de entre 16 y 19 años, habían varios chicos pero en una mesa seguida a la de nuestros padres estaban los futuros reyes y reinas, representando a las sirenas una chica de pelo blanco que resultaba encantadora y un chico de pelo plateado, uno que era peliazul representando a los demonios, el chico de pelo negro que se sentaba a su lado iba con los licántropos y habían dos chicos ambos uno y una de cabello verde representando a los basiliscos, de cabello dorado que era muy parecido a los arcángeles como sucesor de las hadas de la luz y por último un joven de pelo castaño como wendingo... aun faltaban los sucesores de la corte de invierno

"Bienvenidos a Argos"

Al voltear la vi detrás de los reyes de la corte oscura, al lado de un chico alto, ambos tenían el cabello de un color rojo intenso, la observe bien tenía el cabello ondulado pasando los hombros peinado en una diadema trenzada con un listón del color de la nieve y tenía una piel cremosa y clara, tenía puesto un vestido azul claro sin mangas, abierto y mostrando su espalda hasta la cintura y le llegaba justo arriba de la rodilla aunque me sorprendió el uso de botines que para ser honesto le quedaban perfectos parecía un ángel, todos sus movimientos irradiaban un toque de delicadeza y poder ambos al mismo tiempo con cada paso que daba sus curvas que aún no estaban del todo bien desarrolladas se veían y eso le hacía ver hermosa, ella era muy hermosa

"Bien, empecemos" dijo el rey Amón sacándome de mis pensamientos

En ese momento supe que tenía que hacerla mía a como fuera o por las buenas o por las malas

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