Capitulo 6:

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Actualidad:

- En pocas palabras el simplemente camino de objetivo dejo de sentarse en los demás para hacerlo contigo.

- Si, eso lo resumiría.

- ¿Qué sentiste al saber que al final tu madre si te escucho cuando le perdiste ingresar a tu hermano en un psiquiátrico?

- No lo sé – le respondo – Pero ella tal vez si pudo llegar a saber que había tomado la decisión correcta, que no se había equivocado, aunque ya era demasiado tarde – le digo dejándolo confundido – En la autopsia se revelo que no murió debido a las múltiples puñaladas en su cuerpo, sino por la excesiva pérdida de sangre – le informo con pesar – Hay muchas posibilidades de que hubiera estado consiente todo ese tiempo y que haya escuchado todo.

- Dios.

- Lo sé – es todo cuanto digo antes de caminar a la siguiente tumba

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Pasado:

Tomas se acerca a mama y toma el cuchillo enterrado en su pecho antes de girarse para avanzar hacia mí y esta seria tal vez mi única oportunidad de hacer mi jugada su salir viva de este lugar.

- ¿Tomas? – lo llamo insegura porque tal vez esta era mi última oportunidad de razonar con el – Se lo que piensas hacer ¿Pero has pensado en lo que pasara después de eso?

- Estaremos juntos – habla tranquilamente sin dejar de avanzar hacia mí.

- No – niego frenéticamente – Tu mataste a mama y luego me lo harás a mí – él se detiene como si no comprendiera a lo que quería llegar – Tu no iras al cielo tomas – le aseguro mientras trago saliva esperando que lo que voy a decirle lo detenga – Pero yo sí y entonces no estaremos juntos

- No – se jala los cabellos sin soltar el cuchillo – No – su mirada pierde cualquier rastro de cordura - ¿Por qué? ¿Por qué?

- Tomas – en mi voz no hay nada más que terror.

- NO – su grito de desesperación hace que me asuste aún más dejándome paralizada, se abalanza sobre mí en segundos provocando que mis instintos más primitivos de supervivencia salgan a la luz.

Mi shock no era más grande que mis ganas de vivir y esta persona que me tenía acorralada ya no era mi hermano, mi amado Tomas, este era un monstruo, una bestia sumergida en locura, avanza rápidamente hacia mientras intentaba hundir aquel cuchillo en mi cuerpo hasta que solo quedara de mí un cascaron vacío.

-No te marches ruiseñor – empiezo a cantar como hacía de pequeña para tranquilizarlo –Que tu canto… - mi voz se quiebra, pero no mi voluntad por lo que tan solo intento ignorar el dolor de los cortes que hace constantemente en mis brazos mientas estos protegen el resto de mi cuerpo y continuo – Porque alivia mi alma – susurro antes de volver a levantar mi voz con fuerza – OH mi pequeño ruiseñor.

Continúo cantando un poco más para el logrando que durante un corto momento, se distraiga, pero eso es suficiente para mi esa era la única oportunidad que tenía para sobrevivir y tal vez la última sin embargo no era momento para permítase flaquear, era ahora o nunca.

Logro alcanzar el cuchillo en sus manos provocando un frenético forsageo que nos hace caer en el piso y rodar.

-Maldita seas – su grito ensordecedor nos detiene y bajo la vista lentamente hacia mi mano, pero el cuchillo ya no se encuentra ahí como tampoco en su mano sino enterrado profundamente en su abdomen de donde no para de brotar sangre y durante un leve instante nos mantenemos en silencio hasta que lo siento caer sobre mí.

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora