Ayer, rimas de dolor

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Estoy acostada viendo una película equis, de la nada surge el dolor, ese que recuerdo, que me duele casi como en esos días, que lo siento como si hubiese sido ayer. No importa si estoy sola o en compañía, de cualquier manera invade mi mente por completo. Lo bueno se torna pequeño, el bien sede paso al mal, siento sus golpes en mi pierna izquierda y se desarrolla un miedo gigante que es ya normal. Suplico que no lo haga más, no soporto otra embestida de dolor, él está sordo, no escucha lo que imploro; yace sobre mí y en medio de las lágrimas oro, le suplico a Dios a ver si el me escucha, pues el que se cree mi dueño y mi Dios solo está concentrado en ver mi cara de dolor, investigando en donde me duele más, viendo que otras partes de mi cuerpo puede marcar, pero no es tonto, solo quiere que yo las vea en mi intimidad y que ante los ojos de otras personas, todo quede oculto y mi sonrisa no los haga dudar. 

ESPECTADORES BAJO MI CAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora