Capítulo 4 - Enfermería.

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Aquel día no había sido el mejor de todos para Vil. Claro que muchos alumnos con el morbo estuvieron presentes, observando entre horrorizados y sorprendidos como el intimidante Malleus había sido mordido al igual que un simple herbívoro en el cuello por un carnívoro.

Pero, aunque él también recibió una reprimenda por parte de Crowley, esto por haber hecho uso de su magia en una pelea. No obstante, tras explicar los sucesos, se supo que había sido con la intención de separarlos de una manera desesperada... Solo se llevó un llamado de atención leve.

No tuvo más ánimos de continuar con sus clases y éstas por suerte fueron suspendidas, al menos las que quedaban por delante el resto del día. Aun así, se sentía extraño, incómodo, ¿Qué era sentimiento desagradable en su pecho? Le hacía sentir que no era tan bello como aparentaba.

¿Sería acaso que esa agresividad fuera de lo común entre ellos tenía que ver con el cupcake que le dio a Malleus...? No, eso era imposible, no podía ser así. Y aún así, ¿Por qué caminaba tan ansioso de un lado a otro en su habitación? Por su mente simplemente pasó aquella imagen en la que observaba fijamente los ojos de Malleus... Siendo estos tan enigmáticos, observando su alma... ¡No tenía que mirar! No debía ver lo horrible y triste que era.

Agitado, desesperado, jaló su pijama, intentando cubrir su cuerpo, toda piel expuesta, pero, volvió a la realidad cuando alguien tocó la puerta de su habitación... Debía calmarse, él no había tenido que ver con ese suceso.

— ¿Qué pasa? —Preguntó con un tono calmado, no teniendo ganas de abrir la puerta, pero, la perilla se giró sin permiso, al menos había puesto seguro.

— Sólo quería pasar a verte, no te vi en todo el día~ —Habló Rook del otro lado de la puerta, ante ésta voz, Vil solo pudo cerrar los ojos, llenar sus pulmones de aire antes de suspirar y abrir la puerta, no queriendo dejar entrar al otro rubio.

— Bueno, ya me viste, tuve un día cansado en realidad, ¿Podrías permitirme descansar? —No quería alargar de manera innecesaria una charla, pero Rook insistió, inclusive introdujo el pie al dormitorio del contrario, como queriendo entrar a toda costa.

— ¡Ah! Lo sé perfectamente, no creas que no vi lo qué pasó y cómo te viste envuelto en ése asunto. Pues, es eso mismo de lo que quería hablar —Y sin pedir más permiso, quiso invadir el dormitorio de Vil, pero éste parecía reacio a mantenerle ahí afuera, no obstante, fuese por educación o cansancio le dejó entrar.

— ¿Vienes a decir algo importante? —Rook sólo soltó una risilla como si examinara que el cuarto de su Líder estuviese completamente en orden.

— ¡Por supuesto! Vengo a contarte mis opiniones personales. Una de ellas es que tu belleza deslumbraba tratando de separar a esos animales, pero no creo que estuviera bien el interferir, ¿Sabes? ¿Qué pasaba si dañaban tu rostro? —Comenzó a soltar lo primero que cruzaba por su mente, pero Vil simplemente enarcó una ceja, Rook a veces era extraño.

— Si veo una insubordinación y no hay docente cerca, creo que es correcto intentar marcar un alto. —Esa fue su respuesta, al tomar asiento en su cama, cruzándose de brazos mientras veía a Rook merodear por ahí.

— Eso también es correcto, tienes mucha razón, mi error —Aunque le respondía, parecía estar en su mundo pues incluso acomodó una pequeña decoración en el tocador de su líder. — Pero, no me lo tomes a mal. Claro que pienso que cada uno tiene su belleza, Leona podría ser bello, pero desperdicia su encanto con ese modo, y bueno, el Rey de Dragones simplemente es... Desconocido.

— ¿Entonces me vienes a hablar de bellezas ajenas? —Cuestionó frotándose la sien, no estaba en sus mejores momentos. Creía que solo iba de mal en peor, necesitaba descansar, quizá un té le ayudaría.

My Sleeping BeautyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora