Capítulo 5 - Gato, ¡Trato!

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Aquella mañana caminaba con prisas, ignorando el alboroto que traía Grim junto a Yu, Ace y Deuce, corriendo por otro extremo de los pasillos. Solo suspiró con suavidad, doblando en una esquina, sin querer topándose con Leona quién yacía tirado durmiendo en unos arbustos, ¿No se supone debía estar en la enfermería?

— ¿Qué haces aquí? —Cuestionó el rubio al ver como el castaño tan holgazán como siempre yacía tirado ahí, incluso muy desvergonzado bostezó como tal cual León.

No podía creer que Leona estuviese tan despreocupado después de lo sucedido. Inclusive el Director se había sentido mal por un suceso así en su colegio, pero, el castaño parecía relajado, o algo así... Al sentirse ignorado, se agachó a tirar con suavidad de la cola de éste.

— Te estoy hablando, Kingscholar.

El castaño le miró de reojo al abrir sus ojos, liberando su cola para golpear con suavidad la mano de éste empleando la cola.

— Descansando, ¿No es obvio? —Comentó adormilado, aun si quizá se saltaba alguna clase.

— Creí que tendrías que estar haciendo eso en la enfermería, ¿Te escapaste? —Pues, si eso había hecho Malleus el día anterior, no veía por qué Leona no lo haría.

— No soy Malleus. A mí ya me dejaron salir esta mañana, tal vez al draconiano lo dejen salir mañana o pasado mañana, quién sabe ¿A quién le importa? —Respondió sin interés, cruzando los brazos detrás de su cabeza al ver al rubio frente a él.

— Ya veo, eres el que menos heridas recibió... —Pensó en voz alta, ocasionando que el castaño moviese un poco las orejas, sentándose con molestia.

— Eso no es así. Simplemente fui mejor que él, se trata de experiencia, él no es más que un crío que intentó enfrentarse a un buen rival, ¿Entiendes? Fue mi fuerza la que me ayudó a prevenir salir herido, su inexperiencia y confianza causó su caída. —Explicó intentando demostrar su dominio, su logro, un ego en alto como buen Rey, pero Vil simplemente negó con un ademán.

— Yo te veía muy sometido en el suelo por Malleus. Pensaba serías el más herido. —Pero, apenas decir esas palabras, Leona le derribó entre los arbustos.

Fue inevitable no sentirse asustado, ¿Es que intentaría morderlo? Por instinto le dio una cachetada leve al castaño, pero éste le sujetó ambas muñecas para someterlo debajo de él.

— ¿Quién es el que está sometido ahora, eh~? No hables tan a la ligera, Vil, ¿Es que acaso estás del lado de tu noviecito? —Con esa mención, el rubio le miró entre ofendido y molesto.

— ¿Malleus? ¿Mi novio? —No pudo evitar soltar una risilla fuerte, llamando la atención de algunos estudiantes que pasaban, pero al no ver nada cerca continuaban sus caminos como si nada. — ¡No digas locuras! ¿Malleus te golpeó muy fuerte la cabeza?

El león, ofendido, movió sus orejas hacia atrás, cubriendo la boca del rubio para callarlo, pero éste nuevamente le dio una bofetada, ¡Agh! Que hostil podía ser Vil, pero eso le gustaba, le encantaban los desafíos y la rudeza.

— ¿Crees que no los vi? Vamos, Vil, esperaría tuvieras mejores gustos, pero verte ahí tan abrazado con él en el balcón, ¿Desde cuándo son tan buenos "amigos"? —Le preguntó arrogante, liberando la boca del rubio pues a pesar de que éste le mirara con enojo, no podía evitar divertirse.

— No seas tan infantil, Leona, tienes una idea equivocada ¿Crees que esto es primaria para jugar a esas cosas? —Intentó empujarle, pero éste nuevamente le sometió las muñecas contra el pasto, acercándose a su rostro, olfateando un poco.

My Sleeping BeautyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora