HAMBRUNA

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_*_*8 días despues*_*_

La situación comenzaba a matar a Karen, el hambre era un total infierno para ella, estar tan cerca de humanos le hacía mucho mas difícil las cosas, ella solo quería matar, se veía pálida y delgada, cualquiera de sus amigos era una presa fácil, necesitaba sangre cuanto antes o moriría, el "regalo" que le habían dado por desgracia había caducado, estaba desesperada, eran las 6:35 am Karen había acabado de llegar a la escuela, el primero en acercarse fue Sebastian, un espasmo recorrió la espalda de la chica, "sangre... Sangre... Carne, Sangre ¡Sangre! Matalo, vamos prueba esa deliciosa piel, estas preparada, debes hacerle daño a otros para satisfacer tus necesidades, ¡Míralo! Confía tanto en ti... sería hermoso ver su rostro muriendo, triste, preocupado... mientras tu revisas y comes sus entrañas ¿No te parece? ¡Mátalo!" 

-A la mierda- susurró Karen para sus adentros.

-Karen... Karen ¡Karen! ¿Me estas escuchando?- decía Sebastian intentando llamar la atención de la joven.

-¿Si? Eh... Perdóname eh estado un tanto distraída- respondió Karen dejando sus pensamientos de lado.

-¿Que te ha pasado? No pareces la misma...

 <<No soy la misma>> Pensó-nada... Nada

-Estas muy pálida, confía en mi y dime ¿Que pasa? Vamos, somos amigos- Le dijo el chico con una sonrisa tierna.

-No pasa nada, solo es un resfriado y ya, tranquilízate Sebastian.

-Oh entiendo ¿Por qué no te quedaste en casa?

De repente sintió cómo sus colmillos comenzaban a sobresalir, sintió un calor intenso recorriendo su cuerpo, eran las llamas y sus ojos comenzaban a cambiar de color <<demonios, debo... Esconderme o... ¡Lo matare!>>

-Bien, permiteme, debo ir al baño.

Karen, salio corriendo directo al baño de la escuela y se miró al espejo.

-¡No puede ser!- gritó Karen

Estaba transformada, el fuego estaba mucho mas intenso que nunca, sus colmillos habían sobresalido, sus ojos tenían venas que iban desde la pupila hasta sus mejillas de los mismos colores al de sus ojos, sus sentidos se habían acelerado, iba a matar a quien  atreviera a acercarse, se echó en el suelo, intentando controlarse para no ir directo a la puerta y arrancar tantos cráneos como fuesen necesarios para saciar su hambre, Alex había tenido razón, esto era el infierno.  De repente alguien entró al baño, era una niña pequeña que la miraba con una extraña sonrisa, Karen comenzó a sentir un olor metálico y ácido, sangre, mas no era humana.

-¿Quien eres?- preguntó Karen con ira, imaginando lo que se avecinaba.

- Un anima aberrante... Hace siglos que no veo una, tendré una buena cena hoy- respondió la niña con una voz dulce y por último dio un grito infernal, un grito agudo y horroroso, tentáculos comenzaron a salir de su espalda cinco en total, su cuerpo comenzó a transformarse en una horrible criatura sin piel, solo músculos por todas partes- ven ¡Voy a matarte!

El fuego de Karen comenzó a aflorar con mas fuerza, iba a dar batalla, el demonio fue el primero en atacar con uno de sus tentáculos la tomó de la cintura y la golpeó contra la pared causando un gran hoyo, Karen sintió un dolor agudo en su espalda sus huesos se habían hecho trizas , sin embargo comenzaban a regenerarse con velocidad, pero no la suficiente, uno de los tentáculos la volvió a envestir, esta vez atravesando su pecho, la sangre tiñó el baño de un rojo vivo, la chica cayó directamente al suelo, su herida comenzó a cerrarse enseguida, pero su orgullo se había roto por completo y no iba a dejar que volviese a pasar, la ira la llenó por completo y una pared de fuego la rodeó con intensidad sentía como su cuerpo cambiaba, era una experiencia dolorosa y a la vez placentera, el fuego desapareció mostrando a un lobo negro de ojos rojos, colmillos afilados y dos alas negras de ángel a cada lado de su cuerpo, era bastante grande y fuerte, un ser de batalla. El lobo arremetió al instante contra el demonio, el cual se defendía clavando una y otra vez sus tentáculos sobre el animal,  sin embargo esto no le afectaba en nada, su nivel de regeneración era bastante rápido, el animal comenzó a arrancar cada centímetro del cuerpo del demonio y a engullirlo con voracidad, lo estaba matando con furia, hasta no quedar rastro alguno del cuerpo del demonio, el fuego volvió a rodear al lobo de nuevo, hasta mostrar a Karen otra vez, vestía botas de tacón alto, jeans negros ajustados y una chaqueta de cuero sin mangas, un lobo blanco estaba a su lado mirándola con atención.

-¿Que demonios acaba de pasar?- Susurró Karen a si misma, le dolía la cabeza y apenas podía moverse su cuerpo también estaba adolorido.

El lobo se levantó de repente y se acercó a la puerta, alguien había entrado, eran Lina y Nora, la miraban extrañadas, pero no decían nada.

-Ustedes... Son cómo yo, puedo oler su sangre.

-Karen, has alcanzado la madurez en nuestra forma oscura, necesitas salir de aquí, antes de que alguien te vea en éste estado-dijo Lina preocupada.

-¿Que sucedió?-preguntó Nora

-Váyanse al diablo ¿No es obvio? Me atacó un demonio- Karen intentaba responder con naturalidad, pero el cuerpo le ardía y dolía bastante, probablemente comenzaría a maldecir y lanzar improperios.

-Eso es algo común- Respondió Nora.

Karen la miró con rabia- Pues nadie me avisó.

-Karen, intenta levantarte- Dijo Lina, preocupada.

-Llevenme con Zendaya por el amor a Dios- Añadió Karen mientras se levantaba del suelo, oía como crujían sus huesos cada vez que realizaba el mas mínimo movimiento.

-Debes esperar el anochecer.

-¡A la mierda el anochecer! ¡Quiero respuestas!

-Cálmate, solo deberás esperar un poco, por ahora deberías ir a casa.

Karen, salió del baño sin que nadie la notara y saltó tan alto que logró llegar a la cima del techo del baño y corrió sobre el techo de los apartamentos, aun le dolía el cuerpo, pero podía soportarlo, el lobo comenzó a seguirla tal cómo un perro fiel, junto a su ama, Karen tenía planeado ir a casa, hasta que llegara la hora de salir, tenía preguntas y quería respuestas a cualquier costo.

Corazones OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora