De chile,mole y pozole.
De tin marin de do pingú e!
One shots de esta pareja, con o sin relación entre relatos, posible lemon, humor, universo alterno etc...
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- Hinata... ten cuidado...
- creí que confiabas en ella.
- Eso no significa que pueda salir ilesa.
- Después de hoy me des haré de ti...
- Después de hoy, sabrás por que creo en Hinata.
Habían llegado al campo de entrenamiento, Hinata miraba a Naruto y estaba preguntándose como podrían ayudar a Naruto ahora que tenía ese comportamiento... quizás ella no podía dar con la respuesta, pero por lo menos podría darle tiempo a quienes estuvieran a cargo de investigar lo que sucedía y encontrar la solución.
Solo eso, sólo podía ganar tiempo. Y así comenzaron.
Luego de un buen rato, Naruto estaba sorprendido, había pensado que... tal vez si lograba que ella lo odiaria al fin se desharia de esa parte tan tonta de él mismo.
Con esa idea en mente aceptó entrenar con la ojo perla, la tenía como una chica muy amable y fuerte... la conocía... pero no esperaba que fuera tan feroz en combate.
Ahora... tenía la guarda alta y ella lo estudiaba a distancia con su byakugan activado, en algún momento ella se dio cuenta de que iba cada vez más enserio...
Su contra parte tenía razón... ella no se lo estaba poniendo fácil, donde estaba esa Hinata dulce y delicada que había visto encerrado?
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Recordó vagamente como la veía a través de la prisión de él subconsciente, un lugar aún más apartado en el corazón de Naruto donde ni Kurama estaba enterado... desde ahí observaba todo... a todos... había empezado como un malestar que fue tomando forma propia por la desesperación, el resentimiento y la frialdad con que lo trataban en la aldea... y dentro de ese mar de confusión que le propinaban los malos tratos y las groserías a su persona pudo ver a través de las sombras a quienes lo trataban bien. Teuchi, Ayame, Hiruzen... Hinata
La observo frente a él... jadeando por el esfuerzo de seguir en su postura, agotada... Quería que lo odiara, apretó los puños y fue directo a ella, mientras lo hacía a su mente le vinieron algunos recuerdos, algunos de los que seguramente su contra parte habria olvidado pero el no, no cuando le ayudó en los exámenes dejando que comprará, la amabilidad de su mirada y la calidez de su sonrisa... si quería tener el control, ella debía tratarlo como una escoria, tenerle miedo, aborrecerlo.
