Rosas Azules.

Capítulo 8 💙

Alcanzar lo imposible.

Un sueño, corto y dulce, así describiría Aoko a su fugaz romance. Porque amarlo fue intenso, e intentar olvidarlo lo peor que le pudo suceder. Jamás llegarían lejos, aspecto que nunca imagino, solo quería vivir su dulce amor de adolescencia. Su padre no le permitía ir a visitarlo nunca, tal vez el castigo era separarlos, de todas formas lo estarían.

Por días nunca dejo de pensar en él, aveces Chikane le decía ciertas cosas, pero en general la evitaba por ordenes de su padre.

Paso el tiempo, y Aoko terminó de estudiar en el instituto, estaba lista para asistir a la universidad y trabajar lo mismo que Ginzo.

Cuando una noche, su padre le dio otra noticia más. Justo cuando pesaban que lo había superado y estaba lista para seguir, pero ¿Quién puede superar a su primer amor? El primero, y en su corazón sabía que el único.

—Kaito-kun saldrá en unos días de prisión. Su madre pago la fianza. —sentenció y Aoko se quedó de piedra.

—¿Q-qué? —preguntó, pero Nakamori no volvió a repetirlo.

Tantas dudas inundaron la cabeza de Aoko.

<<¿Me recordara? ¿Le seguiré gustando? No, seguro ya ni se acuerda de mí. >>

Convencida de sus pensamientos, se resigno, aún teniendo en el fondo un sentimiento expectante.

Pero nada salió como planeaba, decidida a no cruzar palabras con él si lo encontraba, con el único objetivo de no dañarse a ella misma, no funcionó.

—Hola, Aoko. —escuchó esa dulce voz después de abrir la puerta que alguien había tocado en una noche lluviosa. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que vio en persona aquella intensa mirada azul?

No lo resistió, ninguno. Y sé abrazaron en la entrada de la casa de los Nakamori.

Kaito había vuelto.

Pronto el joven le extendió una rosa azul.

—Perdona la tardanza, Aoko.

Y aún en sus recuerdos confusos, Aoko recordaba los significados.

"Alcanzó lo que creyó imposible. Estar de nuevo con su único amor."