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—Si mis padres supieran tus preferencias, me dejarían en paz—murmura pasando el labial rojo por su boca, Enzo empieza a reír

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—Si mis padres supieran tus preferencias, me dejarían en paz—murmura pasando el labial rojo por su boca, Enzo empieza a reír. —Lo digo en serio, sabes muy bien que por el trabajo de papá debemos ser los hijos perfectos.

—No es mi culpa ser perfecto, Echo—habla colocándose de pie para ir hacia al lado de su hermana y verse en el espejo. —Voy a extrañarte, hermosa.

—También yo, aun no entiendo porque la urgencia de mandarte a la universidad—dice girándose a mirarlo, Enzo y Echo tenían una gran relación de hermanos, por un tiempo se sorprendieron de la conexión debido a la disfuncional familia en la que habían crecido.

—Sabes que tengo que irme, y la verdad es que me pone feliz porque ya no tendré que soportarlos.

—Te envidio.

—Lo sé, nací para que me envidien y me amen, a diferencia de ti... —la pelirroja rueda los ojos y lo empuja para terminar de arreglarse ya que prepararía la fiesta en casa de Chris McKay. —Oye, no te enfades, sabes que si hicieras lo que papá y mamá dicen, te van a adorar.

—Perdí toda mi infancia y mitad de mi adolescencia jugando a ser la niña perfecta para ellos, ya no quiero eso.

—Oh vamos, dices que dejarás de hacerlo, pero no te has dado cuenta de lo jodida que estás, hermanita. —Echo mira a su hermano abrir la puerta de su habitación. —Ambos sabemos que aun jugas con ser la mejor, con ser la niña perfecta para papi y mami.

—Que te den.

—Cuando me largue de aquí—responde con una sonrisa victoriosa, sacándole una sonrisa a la pelirroja. Toma su celular y su pequeño bolso, para luego mirarse al espejo. —Si fuera hetero y no fueras mi hermana, ya te habría cogido.

—Qué asqueroso eres.

—Se me olvidaba que eres más virgen y pura que el aceite extra virgen—responde al verla caminar hacia las escaleras, quien solo sonríe con suficiencia.

—En serio no sé qué ven mis padres en ti, eres un desastre que le encantan las berenjenas. —su hermano sonríe sincero y orgulloso. —Si escucharan toda la mierda que sale de esa boca, te desheredarían.

—Pero nunca lo harán. —el claxon del auto de su mejor amigo, da por finalizada la conversación. —Recuerda, nada de tener sexo y drogarse—dice Enzo con una sonrisa burlona.

—Ya quiero que te largues de esta casa.

La carcajada de Enzo fue lo último que escucho cuando salió de la casa, sonrió a ver a sus amigos, quienes la saludaron al verla. —Joder, Echo, cada vez que te veo te ves más hermosa.

—Lo sé, Chris. Siempre me lo dices—dice entrando al auto, con la mirada fija en su moreno amigo, quien le guiño el ojo juguetón. —De acuerdo, primero iremos con Fezco para el alcohol, debemos comprar las luces y... —los chicos la miraron divertidos al verla sacar una lista. —No me miren así, idiotas. Ustedes me llamaron para que organizara la mejor fiesta para que este imbécil se acueste con Cassie.

𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝 «Euphoria»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora