- "I don't know how to make it stop..."
¿Existe el mundo perfecto, la pareja perfecta, la vida perfecta?
Casi todo el mundo tiene una clara respuesta a estás preguntas: rotundamente NO.
Sin embargo, es frecuentes desgastarnos buscando algo que raci...
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Cuando conocí por primera vez a Echo Gillies, creí que era un ángel, alguien inalcanzable.
Creí que era la chica perfecta que toda persona querría tener o ser. Y es que cada vez que caminaba por los pasillos de la escuela con su gran sonrisa y gran carisma, enamoraba a cualquiera. Ella era el modelo a seguir de muchas chicas en la escuela. Solo que después de esa noche, me di cuenta que hasta la persona más hermosa y "perfecta" tendría sus defectos y sobre todo sus propios problemas.
Sus padres la llevaron con muchos terapeutas para cambiar ese problema de querer controlar todo, pero cada día que pasaba ella empeoraba y todos se daban cuenta de ello, menos ella.
Toda la escuela la amaba, pero desde ese incidente le temían. Menos a una persona. Nate Jacobs.
Cuando ambos empezaron hablar, congeniaron al instante, convirtiéndose en mejores amigos. Porque al final del día ambos querían llegar a la perfección, mostrándole al mundo su lado lindo enmascarando su lado oscuro.
Cuando Echo perdía el control de alguien, Nate siempre la ayudaba a mantener el control. Y cuando uno de los dos explotaba, el otro estaba para apoyarlo en todo, ya sea en las locuras o en lo sensato.
Ellos eran una bomba de tiempo, pero el problema estaba en que creían que eran perfectos juntos y nadie los cambiaría de parecer. ¿O sí?
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