Futuro

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7 de la mañana, la luz de mi celular castiga mis cansados ojos que no han podido tomar un descanso aún cuando lo he intentado, pues cuando los cierro, mi cabeza se inunda de pensamientos, más bien de dudas, pues sigo soñando con ese futuro que ya no podrá ser, sigo viendo atrás y preguntándome si la decisión que tomé fue la correcta, quizá precisamente preguntarme eso es la prueba de que, efectivamente, me equivoqué, o quizá sólo sean pensamientos pasajeros, que se suben al tren sin rumbo de mis sueños para hacerme cuestionar mi vida, ¿que estoy haciendo?, ¿es esto lo que realmente quiero?, ¿qué voy a hacer luego?, ¿me arrepentiré de esa decisión?, no lo sé, y culpo a mi mismo por no darle el tiempo y la importancia a tal punto de inflexión en mi vida, pues ya no puedo volver atrás y cambiarlo, pero sigo pensando en ello, porque así soy, cuestionar mis propias acciones estos días me ha llevado a comprender un poco más que cosas no quiero seguir haciendo, pero al mismo tiempo, me ha llevado a pensar en que quiero ser, o más bien de que quiero vivir.

Ponerse a pensar en cómo las decisiones del pasado afectarán tu futuro es la forma más eficiente de desperdiciar el ahora, aunque, ya lo estoy desperdiciando, ya he desperdiciado demasiado tiempo frente a esta pantalla, tanto tiempo de mi vida acostado en esta cama, y cuando al fin me doy cuenta de que estoy malgastando este tiempo hermoso y libre de preocupaciones, sigo sin poseer la voluntad de cambiar.

Y si tu, lector, eres joven, ¿no te preocupa?, ver tu juventud en una cama o frente a un celular, ¿no te hace querer preguntarle a tu yo del futuro si se siente decepcionado de sus decisiones?, tengo miedo de crecer para conocer la respuesta, debido a que tengo una seguridad macabra y al mismo tiempo dolorosa de que la respuesta a la anterior pregunta es si, quizá sea mejor no llegar a ese punto en el tiempo donde comiences a cuestionar tu pasado, quizá sea mejor desvanecerse de este mundo antes de sentir la profunda impotencia de que aquellas decisiones que ya no puedes cambiar, han definido el resto de tu vida, o al menos, gran parte de ella.

Gracias por leer.

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