Ese mismo día por la tarde, Jungkook se dedicó a rehacer varios de los dibujos que estaban estropeados y colgarlos en la nevera.
—Uuu... ¿papi? —lo llama avanzando por el pasillo y asomándose al salón de nuevo donde estaba Taehyung trabajando en su laptop.
—¿Qué ocurre bebé?
—¿Puedes venir? —junta sus manitas tras su espalda y mueve uno de sus pies, sintiéndose algo tímido repentinamente.
Taehyung al momento se levanta y se pone junto al menor, ofreciéndole su mano para que el contrario la agarrase y lo guiase hasta la cocina.
—No cabe —Jungkook le da el último dibujo y señala la puerta de la nevera, ya que esta estaba llena de pequeñas obras de arte.
—¿Quieres que cambiemos este dibujo por algún otro? Podemos ir sustituyendo los antiguos por los nuevos, así los puedes poner todos —alza al menor en brazos sin poder evitarlo y deja un beso en su mejilla.
—Ese —señala uno de los dibujos más antiguos para que Taehyung lo sustituyese por el nuevo.
—Podemos cambiarlos todos los quieras excepto este, ¿vale? —señala el primer dibujo que le hizo Jungkook, al cual ambos le habían cogido cariño, por lo que fue fácil para el menor aceptar aquella condición.
—¿Te queda mucho trabajo? —pregunta esbozando un puchero mientras vuelven al salón. Tenía ganas de estar con Taehyung, pero no quería entorpecerlo ni retrasarlo a la hora de trabajar.
—No, ya casi he acabado —se sienta de nuevo en la silla, aunque esta vez permite que el azabache se sentase en su regazo —¿quieres mimos? —apenas ve al menor asentir, deja un beso en su pequeña nariz y comienza a darle caricias, usando su mano libre para escribir. El menor se recostó en su pecho para no molestarlo, cerrando los ojos y tranquilizándose en exceso al recibir tantas caricias y escuchar los latidos de su cuidador.
Cuando Taehyung por fin hubo acabado de trabajar, recogió sus cosas y se dispuso a jugar con el menor un ratito. Desgraciadamente para el pequeño, cuando iban a sentarse en el sofá con un par de juguetes, alguien llamó al timbre. Únicamente el castaño se levantó a abrir la puerta y así recibir a su invitada.
—Hola Yuna —le sonríe amablemente y la invita a pasar —¿quieres tomar algo?
—Si por favor, creo que un té estaría genial para acompañar los pastelitos que he traído —se dan un corto abrazo aunque con cuidado de no tirar la pequeña bandeja que traía la mujer en las manos.
—Déjalos en la mesa, iré a preparar el té —avisa acompañándola al salón.
—Tú debes de ser Jungkook —la mujer se acerca al menor y extiende su mano hacia el pequeño —soy Kim Yuna, encantada de conocerte.
El azabache deja el juguete que tenía en la mano para poder estrechar su pequeña mano con la ajena, dedicándole una sonrisa de paso.
—Taehyung —lo llama poniéndose de pie y acercándose a él —¿quién es?
—Es una compañera de trabajo —lo informa acariciando su pelo —quédate con ella mientras yo preparo el té y te traigo un batido de vainilla.
—Vale —sonríe satisfecho al saber que iba a traerle su batido favorito y vuelve a sentarse en el sofá, sintiéndose atraído por la bandejita cubierta de papel que desprendía un dulce aroma —¿qué es?
—Son pastelitos, ¿te gustaría probar alguno cuando Taehyung venga?
—Si —asiente entusiasmado y agarra uno de sus peluches para dárselo a la mujer y que lo viese —me lo regaló TaeTae.
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Bunny «Taekook»
FanfictionJungkook es un inocente niño que sufre día y noche el maltrato de su madre hasta que Taehyung aparece en su vida para sacarlo de aquel infierno. Lo que ninguno de los dos esperaba, era que Jungkook acabase con Taehyung, quien cada vez estaba más enc...