Backyard Boy

170 12 1
                                    

Seguimos caminando hacia la parte trasera, donde se encontraba la piscina. De camino hacia allá crucé mirada con Gringo, quien me miró preocupado, yo sólo lo miré con algo de confusión. Entendí todo al llegar al patio trasero, donde paré en seco.

— Ey, ¿pasa algo, cariño? — dijo Nadando al notar que me había quedado quieta.
Miré una vez más hacia donde nos dirigíamos y bajé la mirada antes de que la persona que estaba allí lograra entablar contacto visual conmigo.

— ¿Le has llamado a Roy? — miré al nombrado y noté cómo el también me miraba a mí, al percatarme de eso rápidamente me escondí tras Nadando, como una niña pequeña.

— Sabes que él es el maestro de este plan, en cuanto supo que fuiste aceptada vino él mismo. — yo miraba a Nadando con ojos de miedo. — ¿Por qué esa cara? Sabes que no pasará nada malo siempre y cuando sigamos sus órdenes, ¿verdad? — me dijo tomándome de los hombros.

— Sí, lo sé... ¿pero qué pasará si no hago las cosas bien? — le dije mirándolo aún con preocupación.

— Eso no va a pasar, Hannah, basta de preguntas estúpidas. — noté como su agarre comenzaba a intensificarse más, al grado de comenzar a lastimarme.

— Vale, vale. — dije para que me soltara.

— Veo que entiendes ahora un poco mejor, ¿no? Así que ahora no le hagas esperar más, que ya lleva mucho tiempo aquí. — me soltó y me aventó bruscamente hacia donde estaba Roy. — Venga, acércate a él. —

Miré por última vez a Nadando para acercarme a Roy de una vez por todas.
— Felicidades. Lo has conseguido.— dijo “felicitándome”.

— Gra-gracias. — dije mirando al suelo.

— ¿Nerviosa? — dijo poniéndose a mi altura, intentando mirarme a los ojos.

— No, ni un poco. — dije al fin mirándolo a los ojos.

— Vale, perfecto. Creo que ya sabes que es lo que tienes que hacer, ¿no? — hablaba del plan, de la infiltración al cuerpo de policías.

— Correcto, lo sé. — miré a Roy y el también me miró, esperando otra respuesta. Yo suspiré antes de comenzar a hablar. — Destacar a como de lugar entre todos los oficiales para subir de rango rápidamente. Comenzar a ganarme la confianza de todos, primero de los alumnos hasta llegar a Conway. — Roy asentía al escucharme hablar.

— Y aquí es donde entro yo. — me interrumpió. — Esto no es tan fácil como se escucha, Conway es un tío duro. Tienes que hacer todo lo posible para ganártelo. Cueste lo que cueste. Tendrás que hacer cualquier cosa para lograrlo. — cuando dije eso volteé hacia a Nadando, él no dijo nada, al contrario.

— Sí, lo que sea. — habló Nadando mirándome seriamente.
¿Acaso no le importaba pensar en mí con alguien más? Creo que no.

— Volveré el siguiente domingo para ver si hemos logrado algún avance. ¿Entendido? — dijo Roy y me miró.

— Entendido. — Nadando acompañó a Roy a la salida del lugar y yo me quedé plantada en aquel lugar, pensando en lo que Nadando acababa de decir.

¿De verdad no se sentiría mal si yo estuviera con alguien más?
Lo pensé un momento hasta que no pude contener mis lágrimas.

— Ey, ¿qué pasa? — era Gringo, como siempre.

— No es nada. — me dispuse a ir al baño pero Gringo me tomó del brazo.
Puede que lo que haya dicho Nadando suene. como algo cualquiera, pero viniendo de parte de él, la más mínima cosa podría hacerme sentir fatal.

— Joder, cada que Nadando te dice algo tú terminas llorando, ¿qué sucede con ustedes? — yo lo miré y me solté de su agarre con fuerza.

— Te importa una mierda, Gringo. — mal momento para hablarme, estaba enojada y triste, mala combinación.

— No, no me importa una mierda, Hannah. — me volvió a tomar del brazo ahora con más fuerza. — Ya no te reconozco, ¿qué ni siquiera tú recuerdas cómo eras antes? — yo lo miré por un momento. — ¿dónde quedó aquella tía dura que conocí en el bar? — no pude evitar soltar unas pequeñas lágrimas cuando él dijo eso.

— Por favor... suéltame. Me quiero ir a mi habitación. — le dije con suavidad y él me soltó casi de inmediato. — A mi también me encantaría saber donde quedo aquella tía dura... —

Después de decir eso caminé hacia mi habitacion, al llegar boté mi mochila al suelo y me dirigí al tocador, donde me eché agua en la cara.

— Tampoco puede ser tan difícil... solo deja de sugestionarte. — me dije a mi misma mientras me miraba al espejo.
Tomé una toalla para sacarme la cara y decidí salir a la sala nuevamente, me dirigí a la cocina y me serví un vaso de agua. Salí un momento a la terraza donde miré el cielo, se veía más nublado que antes.

— Hann... no habíamos tenido tiempo de hablar a solas. — era Nadando, se acercó a mí tranquilamente y me acercó a él tomándome por la cintura. Aunque hace un momento estaba triste por su culpa ahora mismo es como si lo hubiera olvidado. Ese era la influencia que tenía en mí. — Sabes que no quería tratarte así allá afuera...— dijo esperando una respuesta de mi parte, al no escuchar nada tomó mi cintura con más dureza y me acercó más a él. — Lo sabes... ¿cierto? —

—Sí... lo sé.— volteé para quedar frente a frente con él.

Él me tomó del mentón y lo echó hacia atrás para comenzar a besar mi cuello, yo comencé a caminar hacia atrás torpemente, él al darse cuenta me alzó, tomando mis piernas y haciendo que las pusiera alrededor de su cadera.
—Buena chica...— dijo con voz ronca demasiado cerca de mi oído.
Dejé de pensar en lo que haría al día siguiente por unas cuantas horas, ya me preocuparía de eso luego.

~mg mucho la canción lol

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

~
mg mucho la canción lol

Conway x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora