Reiji se separó de la castaña, una gota de sangre se deslizó desde la comisura de sus labios ligeramente hacia abajo. Soltó a la chica sobre la cama, de tal forma que ésta rebotó ligeramente en ella. Fijó su mirada en ella, cruzó sus brazos y alzó la cabeza de tal forma que su postura irradiaba superioridad.
- Esta será tu habitación. Puedes decorarla como quieras, pero no podrás cambiar la cama, las paredes, el suelo o los muebles. Recomiendo que te asees, la cena estará lista en una hora y media.
- ¿Cena? ¡Son las diez de la mañana! – exclamó ella confundida.
Reiji alzó una ceja retándola a contradecirle. Ella cerró la boca y asintió.
- En el baño hay un botiquín. Límpiate las mordeduras. También debería haber pastillas para aliviar el dolor. La marca que te he dejado debe doler bastante.
- No duele – dijo ella tocando la mordedura en su cuello. El vampiro la miró extrañado, era una mordedura bastante profunda – Es una sensación cálida, y hace cosquillas cuando la toco.
Reiji se marchó a su habitación, y una vez allí, tomó sus gafas dejándolas sobre su escritorio y cerró los ojos suspirando. La situación con la humana le superaba. Era demasiado en lo que reflexionar. Una chica cuya sangre cambia de sabor drásticamente, que no les teme y que no pueden matar. ¿Su padre sabía algo de esto? ¿Qué estaba planeando ésta vez? Reiji fijó su mirada en el teléfono personal que descansaba en el escritorio y tras deliberar durante unos minutos, decidió probar una última vez.
El teléfono sonó durante varios tonos, y justo cuando Reiji había perdido la esperanza y se disponía a colgar, esa persona aceptó la llamada.
- Debéis estar bastante desesperados si has decidido llamarme desde tu teléfono una vez más, después de intentarlo doce veces.
- ¿Qué está planeando?
- ¿A qué te refieres, Reiji?
- ¿Por qué nos ha mandado a una chica así? ¿Qué es ella? ¿Qué pretende que ocurra con los Mukami viviendo con nosotros? – cuestionó Reiji irritado
- Creo que sigo sin entender a lo que te refieres. Es una novia como cualquiera de las anteriores. Divertiros un rato.
- La sangre de la chica que ha mandado, Saila. Cambia de sabor. Un momento es vomitiva y al otro tiene un sabor paradisíaco. Pero eso ya lo sabía, ¿verdad?
- No. No tenía conocimiento alguno sobre esto – dijo curioso a la vez que molesto – Pero me encargaré de descubrirlo.
- ¿Cómo pretende-?
El joven no pudo llegar a terminar la pregunta, pues aquella persona había colgado la llamada. Mucho más irritado y estresado que antes, lamió el rastro de sangre en la comisura de sus labios, respiró profundo, se colocó las gafas y bajó a la cocina para preparar la cena. Podría comunicarles lo sucedido a sus hermanos y a los Mukami mientras cenaban, aprovechando que estarían todos juntos. Una vez llegó allí, se encontró a la humana sentada en una silla, interactuando con su teléfono móvil y cambiada de ropa.
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No Nacieron Siendo Bestias | Karlheinz | Diabolik Lovers
FanfictionSaila, una chica común de 21 años, de España, con un dolor aún reciente, recibe una llamada del Instituto Ryoutei presentándole una oferta para cursar sus estudios universitarios en Japón. La oferta incluye el viaje, el curso y un puesto de trabajo...