Capítulo 11

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- La operación fue un completo éxito, señores Novak - informé. Los padres de Dylan se encontraban a cada lado de su pequeño, que aún estaba inconsciente por la anestesia -. Gracias al cielo los tumores no estaban adheridos a las paredes de ninguno de sus órganos, y, aunque eran muchos, cada uno estaba encapsulado y por lo tanto pudimos quitarlos por completo.

- ¿Osea que mi pequeño va a estar bien? - preguntó su madre sin dejar de observarlo.

Asentí. - Es lo que esperamos, sí. De todos modos tendrá que quedarse unos días acá por el post operatorio, también para realizarle nuevas pruebas y esperando el resultado de la biopsia, pero si no hay otros tumores entonces Dylan podrá irse pronto a casa.

Tras las palabras de agradecimiento de los Novak, salí de la habitación para ir a la estación de enfermeros del piso y dejar mi carpeta allí. Suspiré de alivio, feliz de saber que el niño estaría bien.

- ¡Tú! - alguien chilló antes de tomarme bruscamente por el brazo. Sorprendida, miré a Andrea, mi compañera, que me aniquilaba con sus ojos. - ¡Por tu culpa!

Confundida, sacudí mi brazo para que me soltara. - ¿Por mi culpa, qué?

- ¡Ja! ¡¿Y te vas a hacer la estúpida?! - en serio, ser tan chillona debería ser ilegal. Ante mi expresión, supongo, bufó y explicó: - Tú y tu maldita cirugía, gracias a eso Hembert pospuso la cirugía de vesícula. ¡Yo iba a ganarla! ¡Gracias a ti no pude hacer mi primera cirugía sola!

Mis ojos no estaban más abiertos solo porque sería humanamente imposible. Andrea fue muy insoportable, competitiva y engreída desde el comienzo de año, pero yo no iba a aguantar eso.

Aclaré mi garganta. - Vos sabés por qué tuvo que posponerla, ¿no?

- Sí, por la cirugía de ese niño. - respondió, su tono demostrando obviedad.

- Un niño de siete años con nueve tumores esparcidos en su abdomen y pecho, a mi parecer es algo de mucha más urgencia que una colecistectomía, ¿no crees? - estaba segura de que mis ojos irradiaban enfado para aquel momento, pero mi tono de voz se mantuvo bastante calmado. - Por cierto, Dylan está bien, se recuperará y, casi 100% seguro, tendrá una vida normal y sana.

Sin darle tiempo a decir ninguna estupidez más, me fui de allí. Vi a varios enfermeros y doctores observar en nuestra dirección, pero no pudo importarme menos. La que quedaba mal y como una maldita egoísta era ella.

...

- Pero hoy no nos toca guardia, ¿por qué te quedas? - Paula me preguntó mientras ataba sus zapatillas. Ale, que se estaba colocando su camisa detrás, asintió con su cabeza estando de acuerdo con la pregunta de Pau.

Suspiré antes de contestar. - Porque quiero estar acá para chequear a Dylan regularmente.

Ambos se quedaron en silencio por unos segundos mientras terminaban de ponerse sus ropas de calle.

- Vale, sí, yo haría lo mismo - Ale se encoje de hombros antes de negar con la cabeza -. Dios, es horrible pensar en que un niño pase por esto.

Asentí estando de acuerdo. El post operatorio sería duro, exploramos mucho su interior por lo que sus órganos debían reacomodarse y eso era doloroso y molesto. Al ser la primera noche luego de la cirugía, había decidido quedarme en el hospital para ser yo misma quien chequee sus vitales y demás. Aquella noche era crucial en su recuperación.

- Okay, nos retiramos. Ten una buena noche, linda. - Pau se despidió de mí desde la puerta de la sala de internos con una pequeña sonrisa en su rostro, la cual devolví a modo de saludo.

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⏰ Última actualización: Aug 11, 2020 ⏰

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