Al final

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Está no puede ser sin más, mi última gran pérdida. ¡Cuánta ilusión perdida a lo largo de mi vida me ha tocado tratar! Que al final el agotado tiempo se ha encargado de sanar. Hoy yacen cincuenta primaveras de cazar mariposas. Pero tener que soltarlas no es lo que más me aflige. Es el dolor, la soledad, el verdadero sentimiento te abandona con la última flor, la más hermosa, la más perfecta. Teresa, te pido disculpa por no haber sido él primero. Mi anillo, mi amiga, la siempre joven moza del balcón. Hoy te vas al volar, con el polvo a explorar la mar. Aprovecha para hacer tú viaje espiritual.Ya que un día te volveré a encontrar. Y me encargaré de volverte a enamorar. La muerte chillará un lamento ¡Que es pura envidia! tú y yo, eternamente en el viento.

Poesía filosóficaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora