*Se recomienda leer el índice.
Te extraño
Parte tres
Buscando en Facebook, sin esperar llegar a nada interesante, Kongpob encontró una foto de un estudiante vistiendo su uniforme de preparatoria. Aunque en realidad, la persona quien había subido dicha fotografía no era la misma que estaba siendo retratada. El personaje principal de la publicación parecía molesto, tratando de ocultar su rostro de la escena sin éxito.
Pero a pesar de todo, Kongpob creyó que la foto había salido realmente natural, sin contar lo inusual que fue para él reconocer de quien se trataba. Y la fecha no tan vieja de la publicación.
Le fue imposible no comparar el recuerdo de ese estudiante de preparatoria con el hombre de veinte años que hace años conoció vestido con su uniforme de taller de la facultad de ingeniería, con su barba dura, y su coleta de caballo. Así que, sin dudarlo, Kongpob guardó con emoción la fotografía, sintiendo que había encontrado un pequeño tesoro.
Y tan rápido como lo hizo, Kongpob se dirigió a su aplicación de Line, buscando la persona registrada con el apodo mi sol, acompañado de la fotografía en miniatura de Arthit, y comenzó a escribirle, enviándole su reciente hallazgo, acompañado de un merecido cumplido.
—Qué buen porte.
En menos de un minuto su último mensaje fue marcado como leído, y la persona al otro lado de la conversación comenzó a escribir su respuesta.
—¡Eliminala!
Fue sólo un mensaje escrito, aunque Kongpob en su mente pudo escuchar a Arthit quejándose con voz molesta y rostro disgustado. Algo que le hizo sonreír a la pantalla.
—¿Fiesta temática?—Kongpob escribió su corazonada, continuando con las demás fotos en el álbum en donde aparecían más hombres vestidos con corbatas y pantalones azules.
Arthit comenzó a escribir de nuevo, demorándose esa vez un poco más. Señal de que su mensaje sería más largo.
—Si, el tema fue "regreso a la escuela", así que tuve que ponerme el uniforme de preparatoria. Me las arreglé para entrar en la camisa, pero los pantalones fueron una misión imposible. Engordé. Maldita sea—Arthit escribió a toda prisa, enojado de la cruda realidad. Aunque él mismo estaba cociente de que el crecimiento de su cuerpo era inevitable.
Pero Kongpob sólo sintió más curiosidad por el tema.
—¿Me envías una foto de cuando estabas en la preparatoria? Por favor.
—No.
La respuesta de Arthit fue breve, y predecible. Pero Kongpob era lo bastante obstinado como para dejar de insistir tan rápido sin lograr antes lo que realmente quería.
—Sólo una foto, por favor P'Arthit.
—No. Estaba obligado a ir a esa fiesta porque era de los miembros de la novatada. Y en la preparatoria tuve que ir al ejército, me rapé y parecía un idiota.
—No es justo, tú si me viste a mí con el uniforme de la preparatoria.
—¿Yo? ¿Cuándo?
—Cuando fui a la facultad para la entrevista de admisión.
En aquel año, cuando Kongpob aun dudaba sobre la carrera que quería elegir, indeciso entre escuchar a su corazón y elegir aquello que le apasionaba, u obedecer a su cerebro e inscribirse en aquello que ayudaría a su futuro. Y en medio de su indecisión, uno de los estudiantes de segundo se le acercó, saludándolo con naturalidad, y siendo muy hablador para tratarse de un extraño, contándole de la nada su experiencia al ir a la entrevista de admisión.
Aquel estudiante de segundo año fue alegre, dándole a Kongpob una sonrisa amistosa, y buenos deseos, además de alentarlo a inscribirse. Su amabilidad fue una de las razones por las que Kongpob hizo su elección.
Pero, para mala suerte de Kongpob, la segunda vez que se encontró con aquel estudiante este era todo lo contrario a su primera impresión.
Cuando Kongpob volvió a encontrarse con Arthit él ya no era el estudiante amable de segundo año que le había dado la bienvenida, sino el feroz líder de las novatadas que ni siquiera guardaba un sólo recuerdo de aquel día.
—Ya recordé que lo mencionaste, y yo te dije que no lo recuerdo.
—Si, pero no importa si no lo recuerdas P'Arthit. Es suficiente para mí si yo lo recuerdo, es sólo qué...—respondió Kongpob sin ofenderse, en lugar de ello, Kongpob guardaba el recuerdo como algo íntimo, y sólo de su pertenencia.
—Sabes, tuviste suerte de que fuera yo con quien te encontraste ese día. Si otro estudiante te hubiese visto dudando te habría dicho lo que fuera para asustarte y que no te presentaras a la entrevista.
No hubo respuesta rápida de parte de Kongpob. Y pronto una llamada entrante le hizo dejar de pensar en qué escribir.
—¿Hola, P'Arthit?
—¡Oye, Kongpob! ¿Qué estabas tratando de decir? ¿Realmente estas bien con ello o estás hablando con doble sentido? Habías dicho que no tenías problema con que yo no lo recordara—interrogó Arthit con tono molesto, igual a cuando lo reñía en su posición de líder de las novatadas.
Kongpob inmediatamente negó la acusación. Aunque en su interior no pudo evitar sentir ternura por la preocupación y tono malhumorado de Arthit.
—No es nada de eso P'Arthit, quiero decir, es especial para mí, pero...—Kongpob no terminó la frase, recordando una vez más ese día, y las palabras que había dicho Arthit que habían quedado grabadas en su memoria. Tan especiales para él que aun continuaban en su corazón.
"Me gusta estar aquí".
Pero eso Arthit ya lo sabía, él mismo ya le había aclarado que le gustaba estar en la facultad de ingeniería.
Ese ya no solo era el lugar donde se conocieron, ni la facultad que su madre había querido para él, también era el lugar donde comenzó la relación más importante para Kongpob, y donde aprendió miles de lecciones de vida junto a personas importantes para él.
—¿Estás seguro?
Kongpob sabía que así lo dijera un centenar de veces más, Arthit no lo aceptaría del todo. Y si cambiaba el tema quizá él se molestaría. Así que decidió confesar algo que había en su corazón en lugar de repetir aquel trillado tema.
—Es sólo que, así como dijiste que pude encontrarme con otro veterano, tú también pudiste encontrarte con otro estudiante, y no me gustó imaginar que fueras así de lindo y amable con alguien más.
Y por supuesto, después de decir aquello los oídos de Kongpob se llenaron de quejas y suspiros condescendientes de Arthit. Algo que hizo a Kongpob reír a carcajadas sin poder contenerse.
~~
Aclaraciones:
1. En el párrafo donde se nos dice que Kongpob tiene a Arthit registrado como "mi sol", la versión original vendría siendo sunshine, que puede ser traducido simplemente como sol, o utilizarse como una referencia cariñosa parecida a honey. Por ello lo complementé con "mi", dando la referencia a un apodo más cariñoso como este originalmente sería.
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SOTUS- Novela corta, especiales y extras
Romance[COMPLETA] Kongpob conoció a Arthit el día en que asistió a la entrevista de la facultad de Ingeniería. Pero aquel encuentro es algo que Arthit no recuerda. Menos aun que aquellas palabras citadas por Kongpob, fueron dichas primero por Arthit. ~~ N...