Amigos peculiares

Capítulo 7

El día había pasado. Y con ella, la llegada de la noche cubrió toda nueva York. April había regresado a la guardia, momento en el que salía en las noticias la entrevista que tuvo con Dark Love. No pude evitar ver lo cansada que se veía en la tele, y lo nerviosa e incomoda que se ponía con ciertas preguntas. Al terminar el programa, nos miramos entré nosotros. Pensando todos lo mismo.

"¿Estará bien?"

Tanto leo cómo April se miraron entre si. Raphael cruzó sus brazos y bufó. Mikey, apoyó su rostro entre sus manos. Reflejando la preocupación en ellos.

- Donnie, Casey. Ustedes la conocen más que nosotros - miré a mikey, intentando ver a lo que quería llegar.

- mikey tiene razón ¿que saben de ella? - siguió Leonardo.

Cambié miradas con Casey, dudando entre nosotros qué decir primero. Siendo él el primero en hablar.

- Ella no es como todas las personas. Puedo afirmar, sin miedo a equivocarme. Que sería de las pocas personas que no desean el mal a nadie.

Si bien tiene su odio hacia cierto grupo de personas. Cuando ve que esta haciendo algo equivocado, o incorrecto. Simplemente para, y se aleja. Sí, tiene deseos de golpear unas cuantas cabezas. Pero también sabe que la violencia no es la respuesta.

- Ella es todo lo contrario que el sensey nos dijo que eran los humanos - continué.

- ¿Te refieres a que podría hacer una amiga nueva? - preguntó eufórico makey.

Casey y yo reímos, sabiendo perfectamente que la respuesta a esa pregunta era un sí, definitivamente sí.

- No solo eso mikey, ella sería de las pocas personas que incluso, pensaría en ustedes no solo como amigos. Si no como personas, e incluso hombres - eso último lo dijo viéndome a mí. Lo que hizo que una pequeña llama de esperanza aflorara dentro de mi corazón.

- ¿Escuchaste eso Donnie? Tienes esperanzas con ella - ánimo, muy a su manera Raphael.
Sonreí, tocando mi cuello con nerviosismo

<<¿y si era cierto?, ¿y si tenía oportunidad con ella?>>

- ¡Tienes suerte broh! No siempre encuentras a una chica que le gusten las tortugas mutantes.

Miré a mikey, dándole la razón en su comentario.

- ¡Ya quiero conocerla! Podremos hablar de cómics, videojuegos. ¡Y lo mejor! Tendré a alguien con quién cocinar.

Las carcajadas no se hicieron esperar en todos nosotros. El problema ahora era ¿cómo podríamos acercarnos a ella? Todavía me preocupaba la forma en la habíamos visto.

¿Y si no era la primera vez?, ¿cuánto tuvo que soportar?, ¿en cuantas situaciones explotó?... ¿Por qué no me lo dijo?

Acaso... ¿No quería que me preocupe?

Siempre que intento hablar con ella de éstos asuntos, se cierra o dice que no es nada. Restandole importancia y guardando lo más dentro suyo. Estos casos no siempre terminan bien, y me preocupa que ella no sea la excepción.

No, no debo pensar en eso. Ella es fuerte, yo lo sé. Yo más que nadie lo se. Pero aún así... Deseo que me deje ayudarla, que me deje acercarme a ella. Que confíe en mí.