Capítulo 13

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Día: 7,053 desde el inicio
Día: 14 desde nada

Ella quería que todos desayunaran como una familia feliz, no importaba que ella no fuese su madre, ni que los niños fueran infelices a su lado.

—Chandler, cariño. Prueba estas tostadas francesas. Son magnificas. —Habló hacia el hombre, dándole de comer en la boca.
—Ustedes me dan asco. —Dijo Lyn
—Por favor. Sé más respetuosa con Mary. ¿Sí?
—¿Aquí terminó todo?

Cj. Era el más preocupado por todo el asunto. No quería ser grosero con Mary, tan sólo quería seguir con la búsqueda de su madre.

—¿De qué hablas?
—De mamá. ¿O es que tú también ya la olvidaste?

Sí, él ya la había olvidado. Estaba tan atónito que no sabía que responder. Pero las miradas también hablan.

—Que lastima que ahora sea lo que menos importa. —Contestó Mary de forma grosera antes de beber su té.

*

Para pasar el tiempo suficiente en la playa, Chandler había rentado por unos días una recámara en el hotel con dos camas matrimoniales, era lo único disponible que no necesitara reservación.
El lugar era bastante cercano a la playa, tenía un pequeño balcón con dos sillas que daban directo a las olas que se formaban en el océano, dando una espectacular vista, especialmente por las noches.

—¿Cómo estás? —Preguntó el adulto sentándose en la silla, a lado de su hijo.

Cj. Estaba disfrutando de la brisa marina, y el viento salado. De alguna forma, había conseguido sentirse nostálgico al observar la gran cantidad de estrellas que no pueden observarse desde la ciudad.

—No respondiste a mi pregunta de la tarde.
—Lo siento. No sabía que contestar. Fue algo inesperado. —Contestó el adulto rascándose la nuca, justo antes de dejar un silencio incómodo entre ambos.
—¿Te gusta Mary? —Soltó repentinamente el pequeño.
—¿Por qué tantas preguntas?
—Porque un niño necesita respuestas.

Chandler se visualizaba un poco en su hijo, sin tomar en cuenta el increíble parecido físico que tenía con su "yo" de 6 años. Él de niño era bastante curioso, quería saber la respuesta de todo, la diferencia entre ambos eran las preguntas.

—No lo sé. Al principio creí que sí, pero luego de escuchar su conversación en la playa...
—¿Nos escuchaste?
—No mucho en realidad. Es algo confuso, porque mi objetivo principal era buscar a tu madre, y Mary hizo que de alguna forma olvidara eso. Lo cual es irónico, porque estoy tratando de recordarla.

Chandler sonrió más para sí mismo que para su hijo. Era increíble que estuviera manteniendo una conversación seria con su hijo de 6 años, pero esa era la manera de ser que tenía el pequeño Cj. Y Chandler no podía estar más orgulloso.

—Bueno, ya hay que dormir.
—Espera, son dos camas. ¿Cómo dormiremos?
—Tommy se quedará con Mary. Lamento que tú y Lyn tengan que compartir cama.
—¿Y tú?
—Dormir es lo de menos ahora.
—Algo más... —Habló con nerviosismo— ¿Puedo volver a llamarte papá?

El adulto sonrió.

—Claro que sí, hijo.

*

Día: 7,054 desde el inicio
Día: 15 desde nada

Justo antes de que los niños despertaran, Chandler se había encargado de levantar a Mary, y llevarla a la playa, ambos tenían que hablar y definir el posible futuro que se aproximaba.
La vista era digna de una fotografía o una postal, de esas que envías a tu familia para decir que estás bien, y que pronto volverás a casa.

—Ya no podemos seguir con esto. —Habló por fin.

Su voz era tan delicada que hacía juego con el sonido de las olas.

—¿Lo dices por ti, o por ellos?
—¿Acaso importa? Son mis hijos. Importa lo que ellos quieran

Mary caminó hacia el océano, dejando que el borde de su falda se mojara con la marea que lentamente bajaba.

—Cuando nos conocimos... Ni siquiera los veías como a tus hijos. ¿Qué fue lo que cambió?

Él sólo la veía con atención. Su esbelta figura se delineaba con los rayos del sol que a penas aparecían. Estaba cerca de ella, pero la sentía tan lejos.

—No quiero olvidarla. Y tú haces que pierda mis objetivos.
—Yo soy la culpable. ¿Eh?. —Mary volteó hacia el hombre, tomando sus manos, implorando que alguna forma que se quedara con ella.— Chandler, ni siquiera sabes por qué la buscas. Me tienes aquí, frente a ti. Puedo ser ella, puedo ser quién buscas. Sólo dame la oportunidad.
—No necesito más que mis propios problemas. —Fue lo que musitó, antes de soltar la mano de la chica.

Él sabía lo que era correcto. Había estado con Mary porque le gustaba, pero ese vacío no se llenaba con el amor que la castaña podía ofrecerle.

—No lleves esto por el camino equivocado.
—Creo que todo esto ha sido un error. No eres la persona que creía.
—Mejor hay que volver. No estás pensando bien lo que dices. Piensa en lo que tus hijos estarán creyendo si vuelves con ella: Mami es una psicópata y papi vive en un sueño. Podemos cambiar eso, podemos iniciar desde cero, puedo reemplazarla.

Su voz sonaba desesperada, y Chandler lo notaba.

—Mary. No, esto no es así
—Sólo imagina que tan jodidos estarán nuestros niños
—¿Nuestros? Creo que te estás confundiendo. Tú eres la que lleva esto por el camino equivocado. Ellos son mis hijos, no los tuyos. Jamás podrás tomar el lugar de su madre
—Detente, basta. Buscabas una madre para ellos, ¿No? Puedes tenerme a mi
—Pero tú no eres ella, estoy buscado al amor de mi vida, no una simple madre que darles.

Con toda la pena del mundo, Chandler se alejó de la castaña. Dejándola sola, varada en el mar con el corazón hecho trizas.
Ella quería usar a la familia Riggs para su beneficio. Pero al parecer, los Riggs la habían utilizado a ella para llenar un vacío.

Pero al final, no fue suficiente. 

En busca de ti. (Chandler Riggs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora