Capitulo 5

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—Siempre fuiste un buen hermano. Estuviste ahí para mí cuando más te necesitaba. Y me encantaría ayudarte.

Grayson había tenido una reacción distinta a la de sus padres, se sintió nostálgico al ver a sus sobrinos y que Chandler pudiera ver a los suyos.

—No entiendo por qué se comportaron así.
—Deben tener sus razones, te fuiste de casa cuando realmente eras joven. Tenías tan sólo 16 años.
— ¿16? Entonces fueron 18 años, papá dijo que casi 20.
—Supongo que prefirieron olvidar el último año contigo en casa, pretender que jamás pasó.
— ¿Por qué mentir? ¿Tan feo fue lo que les hice?
—Se sintieron abandonados, como si se arrancaran el corazón, y lo hubiesen tirado a la acera para que caminara por su cuenta.
—Pero aún te tenían a ti.
—Sabes perfectamente que ellos te preferían, me sacrificarían para poder salvarte. No te culpo, si fueras mi hijo; también tendría favoritismo por ti.

Grayson fue con su hermano hasta el comedor, donde los esperaban algunos bocadillos que la misma esposa de Grayson había hecho. Ella decidió que lo más apto en esta situación, era que sus hijos jugaran con los niños de Chandler, y que ella cuidara a Thomas mientras los señores Riggs platicaban y se ponían al corriente con sus vidas.

—Yo no era su fuente de dinero.
—Es absurdo que pienses de esa manera.
—Es lo que deberías de hacer tú también.
—Sea lo que el pensamiento ocasione, no busco realmente una respuesta sobre ellos. Estoy aquí, porque necesito pistas, y creo que en estos momentos, tú me podrías ayudar.
—Claro, ¿Qué necesitas saber?
— ¿Qué pasó con mi esposa?

El rostro de Grayson palideció ante tal pregunta, esperaba cualquier cosa, menos hablar sobre aquella mujer que separó a su familia.

—Me gustaría ayudarte, pero yo no sé nada. —Respondió nervioso, Chandler lo notó.
—Grayson, por favor. Necesito encontrarla, y no sé ni por dónde empezar a buscar. Mamá y papá no me quisieron decir nada, me dejaron aún más confundido.
— ¿Por qué quieres encontrarla?

Aquella pregunta le comió las palabras que estaban a punto de explotar en su boca.

—No lo sé. —Musitó.
—No podré decírtelo, hasta que tú mismo resuelvas el por qué estás aquí. Lamento no poder ayudarte.

Chandler se quedó mirando a la mesa, realmente no tenía una respuesta que decir, ni mucho menos apareció cuando una mano pequeña se posó en su hombro.

—Disculpe. —Con pena, susurró en su oído, pero no lo suficientemente bajo como para evitar que Grayson pudiera escuchar—. ¿Usted es mi tío?
—Claro que lo es. —Contestó el padre de Giana.
— ¿Por qué nunca nos visitaron?
—Porque viven muy lejos y son personas ocupadas. —Respondió evadiendo toda la verdad.
—Anoche te vi en televisión... —Añadió sentándose en el regazo de su tío.
—Giana, ve con tu mamá, seguro te necesita en este momento. —Interrumpió a su hija.

Chandler le dio una seña a su hermano para que callara y siguiera hablando su sobrina.

— ¿De verdad? ¿En dónde?
—En los noticias.
— ¿Y qué hacía yo en las noticias?
—Era una nota. ¿Usted está buscando a su esposa?

Giana tenía la misma edad que Jr. Pero al contrario de este, ella era mucho más pequeña e inocente, su mente aún no estaba preparada para toda la verdad que ocurría tanto dentro como fuera de su casa.

—Sí, es que se perdió, olvidé donde la dejé.
— ¿Ya te fijaste debajo de tu cama? Ahí siempre aparecen mis cosas cuando las pierdo.
—Sí, ya lo hice, pero no hay nada.
—Mamá dice que si las cosas no aparecen, es porque alguien las tomó, así que si amamos lo que perdimos, debemos buscarlo cueste lo que cueste.

Diana, la madre de Giana y esposa de Grayson, había estado al pendiente de las situaciones por las que la familia del hermano de su esposo estaba pasando, así que indirectamente estuvo educando a sus hijos con valores y enseñanzas que podrían ser útiles para las personas.

—Eso es un gran consejo.
— ¿Verdad? Papá dice qué...
—Papá dice que debemos mantener los pies en la tierra. —Musitó un niño de unos 11 años, llegando junto a Lyn y Jr. Dalton, era su nombre.

El ambiente poco a poco se llenaba de tensión, Chandler, Grayson, Dalton, Lyn, Jr. y Giana estaban en la habitación viéndose unos a otros sin saber muy bien que responder.

—El almuerzo está listo. —Interrumpió Diana en un buen momento—. Thomas está dormido en mi cama, así que no deben preocuparse, porque él ya comió.

Poco a poco la mesa comenzó a ser llenada por comida rica y casera, la cual llevaban mucho sin comer los niños de Chandler.

— ¿Cuál es tu nombre? —Preguntó Grayson a Jr. Quién se encontraba sentado a su lado.
—Chandler. —Respondió.
—Ya veo, entonces te llamas igual que tu padre, supongo que te dicen Cj.
—No.
— ¿Por qué no? Cj suena bastante genial en inglés, tomas tu inicial y la juntas con la primera letra...
—Sé de donde viene Cj, pero nunca lo había pensado.
—Entonces, ¿Te gusta?
—Más que Jr.
— ¿Jr.? Eso suena extraño, pero no tanto como Chandelyn.
—Lo sé.

Los cubiertos chocando contra los platos daba una señal poco favorable, y "nadie" entendía el por qué.

— ¿Quieres decírselo de una maldita vez? —Exclamó la señora Diana Riggs poniéndose de pie—. Ten un poco de decencia y dile a tu hermano todo lo que sucedió. Apuesto a que si nosotros estuviéramos en su lugar, tendríamos su apoyo, ¿Qué tanto hubieras hecho por mí? ¿Qué tanto hubieras hecho por nuestros hijos?
—Pero no lo estamos, su situación no nos incumbe. —Grayson respondió sereno, haciendo que los demás se confundieran.
— ¿No nos incumbe? Somos su familia, si no nos incumbe, por qué "Ellos" nos...

Grayson se levantó de la mesa, haciendo que la silla sonara un poco rasposa.

—Chandler, ¿Qué tal si vamos a charlar en mi despacho?
—De acuerdo. —Murmuró dudoso.

Ambos adultos fueron hacia aquella habitación, lejos de los niños. Grayson movió los labios sin emitir ningún sonido.

—Grayson, ¿Qué haces?
—Lee mis labios. —Susurró lo más bajo que pudo.

Los movimientos fueron tan rápidos que tardó en captar las palabras que trataba de decir. Era difícil saber a qué se refería, puesto a que nunca antes tuvo que leer los labios de las personas para descifrar significados >Ellos pueden escucharnos< supuso que trataba de decir. Y sí, era verdad. "Ellos" los escuchaban la mayor parte del tiempo, algo muy diferente de lo que sucedía en casa de sus padres, a ellos los observaban.

—Si quieres encontrarla, tendrás que volver a pasar por los caminos que hicieron juntos, sólo que esta vez, deberás hacerlo tú sólo. —balbuceó en mímica.
— ¿Cómo sabré quién es la persona a la que busco?
—Tú corazón te guiará, y poco a poco los recuerdos volverán. Grayson tomó una libreta de su escritorio, sacó un papel para hacer cheques. "27 letras en números 13, 9, 19, 19, 9, 19, 19, 9, 16, 16, 9. Ahí hay respuestas" escribió en él.

En busca de ti. (Chandler Riggs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora