Dangerous Girls

Capítulo 8

*Narra Tara*

Son las 09:00 de la noche y yo... bueno aunque tenga 17 años y sea toda malota... ¡veo My Little Pony! Si... lo sé... soy especial. Estoy sentada en el sofá del living, con mi pijama rosado que tiene dibujitos de vaca, es lindo. Mi madre está en la cocina haciendo palomitas para mí. De repente... ¡PUM! Ya no hay luz y quedo sentada como idiota en el sofá.

- ¿Mamá? – sigo mirando la tele, aunque ya no hay luz.

- ¿Qué pasa hija? – pregunta preocupada.

- Se cortó la luz... - le digo y siento un golpe en mi cabeza - ¡AY! ¡Me dolió!

- Te lo mereces por tonta, sé que se cortó la luz – de repente desaparece su mirada divertida. Ok... esto es muy malo. Mamá seria mode on – Tara, necesito hablar contigo.

- Trago saliva como 10 veces - ¿De... q... que? – Que no sea de sexualidad, que no sea de sexualidad. Por el amor de Dios que no sea de eso.

- Ya sé que tienes 17 años – oh no, aquí viene – y que tu estas como en la edad de... ya sabes.

- ¿de qué? – le pregunto burlona ya que le incomoda hablar de eso.

- Me mira sonrojada – sexo... ya sabes... cuando se quieren mucho, la cosa del hombre entra en la cosa de la mujer y...

- ¡Mamá! – Le grito horrorizada – no quiero tener esa conversación contigo, por el amor de Dios ten compasión... ¡Aún soy virgen! – salto del sillón y me encamino a la escalera, se ríe muy fuerte... sé que lo hizo para torturarme.

Subo las escaleras y me encierro en mi pieza para leer algo en PDF ya que no hay luz para leer mis libros en físico. Escucho que empiezan a caer gotitas en mi ventana y me levanto ya que recordé las palomitas. Bajo las escaleras lentamente mirando para todos lados por si está mi madre. No está, así que me encamino rápidamente a la cocina y tomo el jarrón de palomitas.

Han pasado como 30 minutos que estoy leyendo Being Jamie Baker, y sigue lloviendo pero llegó la luz... ¡DÓNDE ESTÁ MI GATA! Me levanto rápidamente de la cama y bajo las escaleras... casi me mato pero llegué ilesa al piso. Abro la puerta de un portazo que por poco la echo abajo y salgo al antejardín sin importar que me esté mojando y esté con mi pijama de vaquitas. Busco a la Mona y puedo jurar que mi cuello se mueve como búho... encima del techo está mi gata mirando el cielo como imbécil.

- ¡Mona! – le grito muy fuerte. Ella solo me mira y vuelve a mirar al cielo – ¡Mona! ¡Uii! ¡Baja ahora mismo! – Me vuelve a mirar pero no baja - ¿ASÍ QUE NO BAJARÁS? ¡BIEN, ENTONCES SUBIRE YO! – coloco la escalera. Como mi casa es de dos pisos tengo que sostenerme bien, pero casi me caigo - ¡Ah! ¡Mona ven aquí! – gracias a Dios camina hacia mí. La iba a tomar y...

- ¿Tara? – esa voz... yo la había escuchado antes - ¿Por qué estás colgada en el techo? – suena confundido.

- Miro quien es y... ¡Oh, es Freddy! – Ems... hola – digo nerviosa - ¿Cómo estás? Yo estoy mojada – rio nerviosa y él me mira más raro.

- Aún no respondes porque estás ahí – me apunta con su dedo.

- ¡OH! Estaba sacando a mi gata del techo – levanto un poco la Mona y bajo. Entro en mi casa toda empapada y con gata en mano. Atrás mío viene Freddy y obviamente lo tenía que invitar a pasar.

- ¿Me esperas aquí abajo? – le digo mientras suelto a la Mona y me acerco a la escalera – para cambiarme de ropa.

- ¡Oh claro! Yo te espero... Subo rápidamente las escaleras y me meto a mi habitación. Me saco la ropa mojada que me cuesta mucho sacármela. Casi he pasado como 30 minutos intentando sacarme la polera hasta que al fin... ¡ha salido! Y ahora el pantalón... Bueno, eso fue más fácil. Antes de salir tomo la secadora y bajo las escaleras.

- ¿Mona? Monita... ven aquí gatita – la llamaba una y otra vez y nada de mi gata. Me está colmando la paciencia ese animal - ¡Mona! Ven aquí gatita... ¡GATA DEL DEMONIO, BAJA INMEDIATAMENTE DE AHÍ! – Mi linda gata (nótese el sarcasmo) estaba muy instalada en el sofá ¡BLANCO! Y ella estaba toda mojada y sucia – Ug, mi mama me va a retar – hago pucheros y un alboroto de niña pequeña y me acuerdo que Freddy está ahí.

- Ok... pensé que eras más normal.

- Soy normal... oye si quieres prende la tele, por ahí está el control. - Bueno... - Freddy se pone a ver el living a buscar el control – Ow que tierno – dice chillando – Tienes una hermanita pequeña... - Lo miro con los ojos muy abiertos al escuchar eso y veo que lo dice porque tiene una figura de colección de uno de mis My Little Pony.

- Eee... yo... si – le digo intentando disimular mi vergüenza. Salgo rápidamente a buscar una toalla para Mona y cuando vuelvo...

- ¿Freddy? ¿Dónde estás?

- ¡ARRIBA! – siento un grito un poco ahogado y subo corriendo a mi habitación para...

- Creo que encontré la pieza de tu hermana. - Eee... si... Es que ella llega con mi mamá – le dije tranquila.

- Bueno. Oye tu gata se vino para acá.

- Esa mona es toda una loquilla. Y la tengo que bañar.

- Te ayudo.

Luego de un rato estábamos todo rasguñado pero Mona ya estaba limpia. Ahora solo falta secarla. Estábamos sentados en el sillón para secarla y por más que rogué a Dios que esto no pasara, pasó. - Tara ya llegué, tuve que ir al supermercado de urgencia.

- Hooola mami... Ems él es Freddy, lo encontré cuando buscaba a Mona en el techo.

- Hola, un gusto – Le saluda Freddy - ¿Y su hija pequeña?

- ¿Cuál hija pequeña? ¿Tara? – Ambos me miran sorprendidos y por suerte mi gata sale corriendo escaleras arriba.

- ¡MONA! – Grito y Freddy sale corriendo atrás de ella... Y yo lo sigo. Mi gata se mete en mi armario y por más que quería evitarlo, Freddy entró.

- Veamos, ropa de Tara, habitación rosada de My Little Pony, tu mamá diciendo que no tiene hija pequeña... ¿Todo esto es tuyo, no? – Lo miro sonrojada, muy sonrojada diría yo, luego divertida, luego seria.

- Guardas el secreto o te quedas sin hijos... tu elige.

- ¡No! – Pone sus manos sobre su entrepierna – Ok me callaré.

Lo siento mucho por no subir! Es que mi computadora no andaba bien pero wii1! Pude subir*-* Eso ojalá disfruten el capítulo! Voten y comenten! Gracias! ♥
Freddy en Galeria! ♥ DIOS!!!!! QUIEN NO AMA A TIM BORRMANN