C i n c o

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            ((🍟)) Pov - Saeyoung Choi(707)       

¡Un día nuevo con mi querido hermanito! La mañana había comenzado... Bien, o eso creía, la verdad es que el trabajo era atormentante aun con Saeran a mi lado, pero es mejor intentar ver las cosas positivas ahora que mi hermano estaba a mi lado. La realidad es que hasta ese momento, todo iba tan ''tranquilo'' como de costumbre, podría decir que no debería quejarme, incluso podía trabajar con una sonrisa en mis labios mientras escuchará el tecleo y movimientos de Saeran a unas pocas computadoras de distancia de mi.

Por supuesto, como todos los días, tomamos un descanso entre las 11 de la mañana y las dos de la tarde para echar un vistazo al chat de la R.F.A... Y metiría si dijera que no espero que en ese chat en especial... MC volviera a tomar ese animado saludo tan característico de ella, y sé que Saeran también lo desea, por que su rostro lo refleja todo cuando sus ojos se conectan con la pantalla de la R.F.A.

Todo parecía ir tan tranquilo como en el último año, nada había cambiado a excepción de la presencia de Saeran y la desaparición de MC, como si de alguna forma hubieran cambiado de puestos... Incluso V aun estaba tan ausente como en ese entonces. Sin embargo, la falsa calma fue alterada por un error que invadió toda la habitación,expulsandonos de la aplicación de la R.F.A mientras las luces se apagaban y todas las pantallas de aquel lugar cambiaban mostrando en el medio un aparente error de nombre 606, ¿Qué demonios estaba pasando?

—Saeyoung, ¿Qué está pasando?

—No lo sé, pero no te asustes... Aquí estoy. Podemos averiguarlo juntos.

No había mucho más que analizar, era claro que alguien estaba intentando hackearnos, de eso no había duda, era un rastro característico de todas y cada una de las personas que intentaban obtener información de mi persona, pero al final... Realmente no servía de nada sus intentos, y ahora que Saeran está aquí también, terminaremos mucho más pronto con esto... O eso creí.

Fue media hora la que estuvimos intentando descifrar el código, algo no estaba bien, esa persona había roto todas y cada una de nuestras redes de seguridad, había descifrado el código que hice desde cero, e incluso había vencido a Saeran... ¿Quién era esta persona? Entonces la puerta resonó...

—Acceso permitido.

Por obvias razones me quedé en blanco... Pero era obvio que algo así podía llegar a pasar cuando alguien debilitó todos y cada uno de los puntos más fuertes de mi red e seguridad. Si yo era clasificado como un genio, entonces esta persona era un dios o algo por lo similar.

Saeran me miró con cierta desesperación, cosa que yo correspondí intentando no hacerlo muy notorio, así que corrí a una habitación cercana y de ahí saqué un par de armas de Vanderwood. No se me estaba permitido asesinar, pero si paralizar y apresar, así que aquí íbamos... A ver de quién se trataba.

Ambos apuntamos a la única entrada y en cuanto vimos que la puerta se abría, nos escondimos ligeramente, pero algo rodó por los suelos, tenía una extraña forma... y al visualizarla mejor, pude darme cuenta que era un Hp Dr. Pepper, ¿Por qué alguien lanzaría algo así? ¿Esto era una broma de Vanderwood? No... Él no hace bromas, ¿O si?

Antes de que pudiera reaccionar... Lo último que vi fue el rostro sorprendido de Saeran, el cual reflejaba cierta felicidad, ¿A qué se debía? No pude saberlo pues de pronto aquella lata de soda comenzó a soltar una extraña neblina seca que nos dejó inconscientes.

El tiempo había pasado y el movimiento de Saeran me despertó. MI cabeza dolía como nunca antes lo había hecho, y entonces deslicé mi mirada hacia un lado con la intención de moverme, pero un sutil quejido me hizo darme cuenta de que estaba atado... Y no a cualquier cosa, nos habían atado a Saeran y a mi con algo que, al más mínimo movimiento, hacía bastante daño, tanto que Saeran comenzó a sangrar con ese pequeño movimiento que dí.

—No te muevas... Me haras daño... Yo no me movere.

—Pero... ¿Cómo vamos a salir de aquí?

—Traje mi laptop...

—Creo que ese extraño hábito es admirable. —Susurre con una cómica sonrisa.

—¿Qué?

—Nada, nada... Como sea, no sirve demasiado en estos momentos.

—Lo configure para una situación así...

—¿Qu-

Antes de que pudiera concretar mi interrogante, Saeran susurró algo que no alcance a definir muy bien, y aquella pequeña computadora escapó de su bolsillo para asi comenzar a hacer algo con la soga... Parecía algún tipo de láser, pero no movía en lo más mínimo la cosa con la que estábamos atados. A veces no se si temerle a Saeran o admirarlo.

Ya veía nuestra libertad cercana, pero antes de que toda la soga fuera retirada, aquella laptop fue cruelmente destruida por alguien ajeno a nosotros, aquella persona... Era la última que me hubiera imaginado nos haría algo como esto. Deslicé mi mirada hacia arriba, conectando mis orbes con los de MC, dándome cuenta de que... Su mirada estaba tan vacía como la mía en el pasado. Ahora entendía la expresión de felicidad de Saeran, pero esto no era nada bueno.

—MC, ¿Qué es esto? —Interrogue con una confusa sonrisa. —¿No te habías ido? ¿Estás bi-

—Callate, Saeyoung. —Ordenó con esa dulce voz, pero mostrándose tan agresiva.

—MC, ¿Estás aquí para ayu- 

—Por supuesto que no, Saeran. —Ni siquiera lo dejo terminar, era claro que ella era la enemiga.

—Entonces tú eres 606. —Solté fríamente, a lo que ella sonrió. —Bueno, es una gran sorpresa que uses un nombre similar al mío, ¿Es que acaso soy tu inspiración? Yo sé que soy un dios del hackeo, pero no tenías que exagerar. Vamos MC, deja esta broma de lado y suelta-

Antes de que siquiera pudiese terminar, un golpe marcó su lugar justo al lado de mi persona, lo que me hizo dar un sutil salto, al igual que a Saeran. Por supuesto, este hecho hizo que esas sogas nos dañaran una vez más, pero al deslizar mi mirada de vuelta a la de ella... No pude ver más que un sentimiento confuso.

Ella se fue, nos dejo sin decir palabra alguna, a lo que yo lo único que pude hacer fue soltar un suspiro. Esto era tan confuso y fantasioso que comenzaba a parecer un sueño, pero era claro que no lo era.

—¿Por qué...? —Fue lo único que dijo Saeran.

The New HackerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora