La Ambición, El Sexo Y El Amor [KaiZen] [omegaverse]

I

16/09/22

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Un joven de cabello negro caminaba sin rumbo alguno por las calles frias de tokyo, el otoño que avisaba de su llegada con hojas que brotaban de los arboles, empezaba a bajar la temperatura, Zenitsu puso sus manos en las bolsas de su gabardina beige mientras veía donde podía dejar una solicitud de empleo.

Distintos aromas, pero ninguno reconocía, al menos sabía que era quien, alfa, beta, omega.

Zenitsu siempre se preguntó si existían omegas masculinos, eso era interesante... Sabía que no habían en tokyo pero realmente captaba su atención.

Soltó un suspiro al aspirar el aire fresco de la tarde, olfateando ese olor exquisito a café americano proveniente de una cafetería que estaba justo frente a el.

-Espero conseguir un trabajo. - se dijo asi mismo entrando a la cafetería.

Ese delicioso olor a café de todo tipo le abría sus papilas gustativas, le daba ánimos de no perder esperanza, sabía que su abuelo necesitaba el dinero para la universidad y le ayudaría a pagar la mensualidad.

-Hola joven, ¿que le puedo servir? - dijo con una sonrisa un chico mientras hacía una buena taza de café.

-Un capuchino por favor. - dijo dándole el dinero correspondiente.

-Claro enseguida se lo traigo, una disculpa, no tenemos más espacio, si gusta puede sentarse con aquel caballero de gabardina negra. - dijo apenado mientras recibia el dinero

Sin objeción alguna decidió sentarse, estaba muy cansado de estar de un lado a otro dejando solicitudes de empleo.

-¿Disculpe, puedo sentarme aqui? - pregunto el ojiambar tímidamente.

El mayor levantó la mirada de aquel libro que tenia en manos para dedicarle toda su atención al joven estudiante.

Ojos verdes, cabello negro, manos grandes con guantes de cuero, una perforación en el labio, se veia muy atractivo que casi zenitsu cae en sus encantos; Esa mirada penetrante y afilada de aquel sujeto le ponia la piel de gallina.

-¿Y yo que ganaría con que usted invada mi privacidad? - preguntó con una mirada intimidante para el menor haciendo que se estremeciera.

Zenitsu trago en seco sin dejarse intimidar, decidió no decir nada, suspiro lentamente mientras daba una vuelta y le daba la espalda mientras se daba un leve masaje en su cuello, estaba estresado.

El azabache chasqueo la boca molesto y lo miro.

-Hey niño. - dijo en una voz ronca haciendo que el menor se quedara atónito. - siéntate.

Zenitsu lo miró desde el rabillo del ojo, no lo entendía primero le había hablado mal y ahora le dice ¿que se siente?

-No quiero causarle molestias señor, prefiero pedirlo para llevar....- dijo con una mirada cansada y nerviosa.

-No te pregunté, te dije sientate. - dijo para ponerse de pie y ponerse frente a el.

Era un monstruo al lado de zenitsu, era demasiado alto, se veía que hacía ejercicio, era guapo pero tenía un humor a simple vista de mierda, el ojiambar miro al suelo evitando contacto visual, sus feromonas lo mareaban demasiado.

-Tenga buen dia. - dijo acomodándose la gabardina que portaba para salir de la cafetería como si nada hubiera pasado.

Miro la mesa y se sentó en el mismo lugar donde el habia estado, que buena vista a la ventana; olio la taza que estaba debajo de el, era un café muy amargo, arrugó su nariz y alejó la taza rápidamente mirando al joven que lo atendió levantar la misma taza y traerle por fin su café.

-Disculpe las molestias hoy tuvimos mucho trabajo, y no contamos con mucho personal...- dijo apenado haciendo una reverencia en forma de disculpas.

-No se preocupe... - dijo zenitsu sonriendo mientras olia ese delicioso café caliente. - Disculpa el atrevimiento ¿Hay vacantes para este lugar?

-¡¡Claro que si!! - dijo el joven entusiasmado sacando su pequeña libreta y escribiendo algo. - Marca a este numero y mañana podrías venir a la entrevista.

A zenitsu se le llenaron sus ojos de ilusiones, estaba emocionado, al fin había encontrado un trabajo.

Oh zenitsu...

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HOLA HOLA HOLA
Continuando un nuevo proyecto kaizen, esta historia será diferente y espero les agrade.

Sin más que decir, los dejo.

Chau chau